Alcaraz sostiene a España

Alcaraz se impuso a la presión de saber que una derrota echaba a España de la competición y a un Griekspoor que comenzó peligroso, pero al que le pesó su mal registro contra el español: han jugado seis partidos y siempre ha ganado Alcaraz, con un balance de 11-0 en sets.

Esta vez Griekspoor, con un gran servicio que le corría de maravilla en la pista 'indoor' del Martín Carpena de Málaga, estuvo muy cerca de ganar su primer set en el circuito contra el español -porque sí pudo derrotarle en una fase previa en Montpellier hace tres años- y es que dispuso de un 4-2 en la primera manga.

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El tulipán estaba friendo a servicios a Alcaraz, pero perdió el rumbo, cedió su saque y en el posterior desempate acabó por irse del partido. Dio un paso atrás en los intercambios, el servicio dejó de regalarle puntos y Alcaraz, a base de pasar bolas, cortocircuitó a Griekspoor, quien con 0-4 en contra tiró la raqueta contra el suelo, harto de sus errores y se llevó un abucheo de la grada seguido de gritos de «¡tonto, tonto!».

Esa racha no solo le costó el set, sino el partido, porque el de Haarlem ya no volvió a sostenerse en la pista y fue una sombra en el segundo parcial. Alcaraz, aupado por los cánticos de «¡Carlitos, Carlitos!» desde la grada, apoyado por Rafael Nadal, que volvió al banquillo tras atender la rueda de prensa y con un servicio con el que solo perdió un punto en el segundo set, necesitó menos de una hora y media para igualar la eliminatoria y dejar todo en manos del dobles, con el murciano junto a Marcel Granollers contra Wesley Koolhof y Botic Van de Zandschulp.