Carreño gana una intensa final y estrena el palmarés del AnyTech365 Andalucía Open

Mucho suspense para el final esperado. El AnyTech365 Andalucía Open de Marbella, que ha supuesto también el primer título para un tenista español en este 2021, se lo llevó el primer favorito del cuadro, Pablo Carreño (15º), pero cualquiera que haya podido seguir el torneo habrá podido comprobar que no lo tuvo nada fácil. Costó sangre, sudor y lágrimas levantar un trofeo de estreno, el quinto entorchado en la carrera del tenista asturiano. Tras el sufrimiento de la semifinal del sábado, cuando Albert Ramos sacó para ganar, tuvieron que pasar ayer cerca de dos horas y media de agonía ante el esforzado Jaume Munar (95º), quizás en el momento de mejor tenis y confianza de su carrera, ahora a las ordenes de Tomeu Salvá.

El choque (6-1, 2-6 y 6-4) pareció un calco de la semifinal del día anterior, con giros importantes en el guión. Sin comenzar tan avasallador en su juego como la víspera, el gijonés se adjudicó el primer set con la misma claridad: 6-1. Con muy pocos errores en el servicio y concediendo sólo un punto de ‘break’ a su rival. Daba la impresión de que Munar, con dos finales seguidas en Marbella (la del Challenger y la del ATP 250), podía acusar la factura física. Son ya veintisiete partidos en su haber este año, por los siete con los que llegó Carreño a Málaga, pues sólo estuvo en tres torneos tras una rotura de fibras abdominal en Melbourne no del todo bien recuperada. Con puntos como el que resolvió la primera manga, con una contradejada en la red, el asturiano puso rúbrica a unos minutos impecables.

Pero el irreductible Munar volvió a emerger. Lo suyo fue un constante resurgir toda la semana. Durante un silencio en la pista al inicio de la segunda manga escuchó un grito femenino: «¡Munar, no tengas miedo; tú puedes!». Pareció profético, porque el mallorquín comenzó a soltar más el brazo, ya con poco que perder. El punto de ruptura en el segundo juego del set fue el primer aviso. Luego obtuvo sendos ‘breaks’ en el sexto y el octavo para prolongar la final a un tercer set.

Cayeron algunas gotas en Puente Romano, pero nada que pudiera amenazar el desarrollo del partido en otro día primaveral e inestable en Marbella, con nubes y huecos de un sol abrasador. Y llegó la reacción del primer favorito del cuadro. Primero, tres bolas de ruptura en el juego inicial del set, que salvó con mucho mérito Munar. Luego el ‘break’, para el 3-2 y saque y, cuando todo parecía medio resuelto, a las primeras de cambio el ‘contrabreak’: 3-3. Vuelta a la igualdad. Todo se dirimió en el noveno juego, la madre de las batallas. Munar salvó seis puntos de ‘break’ que ya eran medio partido.Al séptimo sucumbió. Carreño respiró aliviado y sacó para resolver la contienda y firmar, ahí es nada, su triunfo número 200 en el ATP Tour, una coincidencia perfecta con su primer título alzado en España, y que hoy saldrá el duodécimo del ‘ranking’ (partía el 15º).

Porque el pupilo de Samuel López había ganado antes dos torneos en 2016 (Moscú y Winston Salem) y uno en 2017 (Estoril) y 2019 (Chengdu), pero sólo el de Portugal fue en tierra batida. Además, había perdido tres finales en el ATP Tour, las de Río de Janeiro en 2017 y Sao Paulo y Estoril en 2016.

Carreño, que se acordó de todo su equipo de trabajo, agradeció a pie de pista el apoyo recibido en Puente Romano. «Es una alegría estar levantando este título. Hemos disfrutado mucho tanto Jaume como yo. Echamos mucho esto de menos y Marbella es un sitio espectacular para jugar al tenis. Para mí es un honor dejar mi huella en la primera edición de este torneo», dijo, y se reconoció orgulloso de jugar delante de Santana y Borg, dos leyendas en la ceremonia de entrega de premios.

«No ha sido nada fácil ganar aquí. Llevaba semanas recuperándome de un dolor que tenía y no siempre que se trabaja bien los resultados salen. El encuentro ha sido muy sufrido, parecido al de ayer. Jaume jugó un gran partido. Al principio me sentí cómodo, pero luego me puso en muchos aprietos. La clave ha sido la fortaleza mental que he tenido. Sin estar aún al cien por cien físicamente, he conseguido luchar cada punto y que no me pasara por encima».

Mientras, Munar, pese a la derrota, en su tercera final cedida en Marbella (las de los dos últimos Challengers y la de ayer) y la primera que juega en el ATP Tour, extrajo lecturas positivas: «Es espectacular volver a jugar en una pista de tenis llena de público, y no me quiero olvidar de Pablo (Carreño), que sigue evolucionando. Cada vez que juego contra él lo veo muy mejorado. Tiene mucho mérito. Hoy he perdido una final, pero he dado un paso más en mi carrera como tenista, aunque claro está que uno juega para ganar. Opciones tuve. ¿Que sí cambiaría cosas? Más que eso es trabajar en cosas que he podido hacer mejor. En el primer set me pasaron por encima y en el tercero, con 4-4 (en el juego clave), hubo puntos que jugué de forma diferente. Podía haber culminado ambas semanas, pero han sido muy positivas».