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La irregularidad es una condición inherente a los que compiten en cualquier deporte. Si se da en disciplinas colectivas, mayor aún es su peso en ... las individuales. Resulta complicado en un calendario tan cargado como el del tenis mantener un mismo tono en una temporada, pero pese a todo es muy difícil explicar picos tan bajos en la curva de rendimiento en un profesional en el 'top 30' mundial.
Si no median problemas físicos, que no lo pareció en ningún momento, Alejandro Davidovich (26º) perpetró uno de sus peores partidos (6-0 y 6-2) en más de un lustro en el circuito. El beneficiado fue el neerladés Jesper de Jong. Más allá de que este ocupe su mejor 'ranking' de siempre a sus 24 años (93º), es un 'lucky loser' (cedió ante el brasileño Seyboth Wild en la fase de clasificación) llegado al cuadro por la baja por lesión del belga Zizou Bergs, y que se deshizo en primera ronda de un rival de la fase previa, el kazajo Shevchenko.
Pero Davidovich, que no competía desde hace dos semanas, en Madrid (apretó las tuercas a Zverev hasta obligarle a ganar tras dos 'tie breaks'), pareció estar totalmente fuera de forma. De Jong llegó por primera vez en su carrera a una tercera ronda en un Masters 1.000, pero cuando analice fríamente el partido tendrá que admitir que la victoria se la regaló su rival.
El malagueño concedió 14 errores no forzados en la primera manga para los 29 puntos que sumó De Jong, y en la segunda se fue a los 16 fallos. En un duelo en tiera batida, superficie en la que se estira la duración de los partidos, no hubo más que 68 minutos de pelea, por decir algo. Davidovich no encadenó más de tres aciertos seguidos y al menos concedió una quincena de puntos muy difíciles de justificar. Son actuaciones extrañas de ver en un 'top 30' en plenitud física. En su consistencia tendrá que seguir trabajando Félix Mantilla y su equipo. Este 2025 está siendo el mejor arranque de año de Davidovich en el ATP Tour (subcampeonatos en Delray Beach y Acapulco y semifinales en Montecarlo), pero se puede perder de muchas formas, y no como la de este sábado en la pista 14 del Foro Itálico.
Davidovich, con una pequeña herida en su rodilla izquierda entró mal en el partido, pero lo que suele suceder a los favoritos (y él era el vigésimo quinto del cuadro) es que no tardar en reponerse, incluso cuando ceden un set de la forma tan flagrante como perdió el primero. Ahí el malagueño regaló tres puntos de 'break', pero no tuvo paciencia para construir más los puntos, ni se le vio rápido ni fino. Eso dio mucha confianza a De Jong, semifinalista este año en el ATP 250 de Montpellier,
que era consciente de que con un mínimo de consistencia el partido podía ser suyo.
Tras un paupérimo 33% de puntos ganados con primeros saques en el primer set y perder los primeros siete juegos del duelo, la única breve reacción fue en el aranque del segundo, con un 'break' (2-1) que no consolidó. Volvieron los errores, las subidas a la red cuando no tocaba y, lo más preocupante, sin una gestualidad que denotara que iría a por la victoria. Al menos no regaló los primeros 'match balls' en contra y peleó algo, no mucho más. Su temprana derrota, un batacazo inesperado,le priva de un previsible duelo este lunes ante el número uno mundial, Jannik Sinner. La única buena noticia es que no defendía puntos en el torneo. Ahora es probable que acuda al ATP 500 de Hamburgo, en la semana previa a Roland Garros, en la que años atrás no solía competir.
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