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Fabio Quartararo. Toru Hanai (Efe)
Fabio Quartararo, el señalado
Análisis

Fabio Quartararo, el señalado

El francés, el piloto más joven de la parrilla de MotoGP, está sorprendiendo en su primer año en la clase reina, hasta el punto de ser señalado ya como el rival de futuro de Márquez tras dar un impulso a la alicaída Yamaha

BORJA GONZÁLEZ

MOTEGI

Sábado, 19 de octubre 2019, 18:09

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En la carrera de Misano de mediados de septiembre, Fabio Quartararo (20 años y nacido en Niza, Francia) sucumbía en la última vuelta ante Marc Márquez, el pluricampeón del mundo de MotoGP. Dos grandes premios después, en Tailandia, volvía a perder un duelo ante el español después de liderar la prueba de principio a fin. Quartararo cruzaba la meta llorando y lamentándose por la oportunidad perdida, algo impensable cuando su escudería, el Yamaha Petronas, había anunciado en 2018 que iba a ser el inquilino de su segunda moto, la unidad 'vieja' que la marca nipona había colocado en su box. Con esto se cerraba una alineación que presentaba a Maverick Viñales y a Valentino Rossi como los dos pilotos oficiales con dos M1 2019, a Franco Morbidelli como tercer hombre y llamado a ser una de las revelaciones en este curso, también con un prototipo de este año, y al joven galo con una moto 2018.

Quartararo había corrido dos años en Moto3, el primero con Honda, el segundo con KTM, con un total de dos podios, dos segundos puestos en su año de debut; y otros dos en Moto2, en dos estructuras diferentes, primero con una Kalex de Sito Pons, después con una Speed Up, con el saldo de otros dos podios, uno de ellos una victoria.

Un total de cuatro cajones, adornados con tres 'poles', dos en la clase pequeña, una en la intermedia. Tras quince grandes premios en MotoGP, ha sumado ya cinco podios, y cuatro 'poles'. Y, lo que es más importante, ha provocado un terremoto en Yamaha y que Márquez le señale ya como su rival de futuro, en una parrilla en la que se espera que sean los Andrea Dovizioso, Maverick Viñales o Alex Rins los que se batan con el hombre fuerte de la categoría.

«Había oído mucho eso de que la Yamaha no era buena en algunos circuitos, pero me siento bien desde el principio del año. Me siento bien en las curvas, en las frenadas, tengo que mejorar, pero no siento que no pueda pelear por estar delante», afirma Quartararo al ser preguntado por los problemas teóricos de su moto en algunos de los circuitos del calendario, mientras que no esconde que está convencido de que la primera victoria, más tarde o más temprano, llegará.

Desafío

Por ahora, sus actuaciones han forzado a sus compañeros de equipo a tener que contestar demasiadas veces a preguntas acerca de cómo consigue ser tan rápido con una moto sobre el papel un paso por detrás, en una campaña en la que los problemas han seguido persiguiendo a las Yamaha, pese a su clara mejoría, fruto en parte del esfuerzo de la fábrica de Iwata por reestructurarse y reforzarse, pero también por la llegada del piloto más joven de la categoría a sus filas. «Desde un punto de vista técnico, es importante tener otras Yamaha que vayan bien, porque esto nos permite entender más cosas. También es un desafío, porque ahora los pilotos de Yamaha van más fuerte. Es un gran desafío interno, porque desde la llegada de Quartararo todos lo están haciendo mejor dentro de la fábrica», aseguraba en Japón Rossi, el estandarte de la marca, un piloto que encara ya sus últimos momentos en el Mundial de Motociclismo.

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Quartararo reconocía en Motegi que en su box había visto más ingenieros nipones de lo habitual, todos muy atentos a recopilar la información que él aporta, también dispuestos a aportar soluciones para seguir afinando a un piloto que ha pasado de fichaje locura a ser marcado como el que puede intentar frenar al aparentemente imbatible Márquez. Desde Tailandia, Yamaha ha igualado las prestaciones del motor de francés con el de sus compañeros de marca, mientras se espera el movimiento de mercado que le ratifique como uno de sus pilotos oficiales a partir de 2021, todo a la vez que en al paddock se especula sobre una potente oferta de Ducati, que quiere contar también con una perla a futuro para revitalizar su proyecto, después de la fallida apuesta por Danilo Petrucci como compañero de Dovizioso.

«Mi mejora creo que viene por la combinación de dos cosas: una es Fabio, porque ha llegado y ha demostrado que se pueden hacer cosas increíbles con esta moto, que es posible ser increíblemente rápido, así que creo que ha dado la motivación adecuada al resto de pilotos de Yamaha para mejorar; la otra es, obviamente, que Yamaha ha conseguido mejorar el paquete que tenemos», confesaba Morbidelli, que se ha visto superado por su compañero desde que este empezó a liderar entrenamientos con frecuencia, el primero en Jerez, cuando sumó su primera 'pole' en MotoGP en el que era su cuarto gran premio.

A partir de ahí, Quartararo ha sido capaz de liderar 24 sesiones de entrenamientos, y de clasificarse en diez ocasiones en primera línea en los últimos trece grandes premios, en cuatro de ellos en la primera posición. «Creo que batir a Fabio en una vuelta lanzada es una de las cosas más difíciles en el mundo, porque es increíblemente rápido, es capaz de hacer ese tipo de vueltas como el que bebe agua», ejemplificaba el italiano tras terminar segundo en la parrilla de Motegi este sábado, justo por delante del francés, un piloto que quiere revolucionar MotoGP.

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