Bagnaia aprovecha el error del Martín con dos Márquez en el podio de Sachsenring

Una caída que aprovechó Pecco Bagnaia para lograr su cuarto triunfo consecutivo en una carrera de domingo. Pero fue un error provocado por la presión del italiano, que en las últimas vueltas venía comiéndole el terreno y ya acechaba al español. El bicampeón de MotoGP volvió a hacer un inicio de carrera impecable y en la segunda vuelta ya era líder, partiendo desde la cuarta posición de parrilla. Buscó la estrategia que tantas veces le ha dado la victoria, ponerse delante e imponer un ritmo inalcanzable para sus rivales, pero esta vez Martín sí se enganchó y en la séptima vuelta le devolvió el adelantamiento.

A partir de ahí, el español impuso su ley. Con un ritmo demoledor, mientras por detrás al campeón se le complicaban las cosas cuando el compañero de Martín, Franco Morbidelli, le desplazaba a la tercera posición. Sin embargo, a la larga su gestión de neumáticos fue perfecta y se dejó lo mejor para el final. «Sabía que las últimas diez vueltas eran las más importantes y por eso estaba dándolo todo al final para cerrar la distancia con Jorge, porque en ese momento de carrera yo tenía un poco más que él».

Le salió perfecta la jugada, ya que la presión de Bagnaia surtió efecto y provocó ese error de Martín, que voltea la clasificación y ahora el italiano es líder con 10 puntos de ventaja sobre el español.

Hubo una carrera por delante, entre Martín y Bagnaia, y otra por detrás, con una apasionante batalla por el podio. En esa tercera plaza estuvo durante buena parte de la carrera Morbidelli, en su mejor domingo desde que fichó por Ducati. Sin embargo, el compañero de Martín se vino abajo en el tramo final de la carrera y se vio superado por los Márquez y por Bastianini. Antes de desinflarse, protagonizó otro de los momentos de fin de semana, cuando se tocó con Marc Márquez y ambos estuvieron a acabar por los suelos.

Para el de Cervera, ese incidente marcó un antes y un después. «Me estaba tomando la carrera con calma, gestionando la presión del neumático porque no la quería liar como en Assen, pero ese toque me encendió y pasé al ataque». Hasta ese momento, Márquez ya estaba en remontada. Partía desde la 13ª posición en parrilla y fue remontando posiciones poco a poco. Como decía él, con tranquilidad. Pero en ese toque con Morbidelli perdió parte de la cúpula de la moto, se le activó el airbag en el mono… y activó su lado más caníbal.

En un par de vueltas volvió a dar caza al italiano, al que adelantó sin contemplaciones en esta ocasión. Quedaban cinco vueltas por delante y tenía a su hermano Álex dos segundos por delante. Podría llegar, pero ¿sería demasiado arriesgado arrebatarle el podio? La caída de Martín a dos vueltas del final sitúo a los dos Márquez en el cajón y eso provocó que ambos respirasen. Marc le ganó la posición a Álex en la penúltima vuelta, que el hermano pequeño no le disputó.

Ambos daban por buena esa posición soñada en Cervera y que nunca se había dado en el mundial: «Si antes de llegar a Alemania me dicen que no iba a ganar, pero iba a compartir podio con mi hermano, lo habría firmado», sentenciaba el mayor de los Márquez, que llega al parón afianzado en la tercera posición en el campeonato, a 56 puntos de Bagnaia.

Por detrás, Bastianini se deshacía de Morbidelli en las últimas vueltas y firmaban un pleno de Ducati en el top 5, que habría sido top 6 sin la caída de Martín. El primer piloto no Ducati fue Miguel Oliveira, sexto con la Aprilia; mientras que Pedro Acosta concluyó séptimo; muy lejos de la cabeza y ponía fin a sus aspiraciones de convertirse en el ganador más joven de la historia de la clase reina. Cuando el campeonato regrese el primer fin de semana de agosto en Silverstone, el de Mazarrón ya habrá superado por unos pocos días un récord que seguirá en poder de Marc Márquez con 20 años y 63 días.