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Alex Márquez. Toshifumi KIitamura (Afp)
Alex Márquez afianza su título mientras Canet aleja el triplete
GP de Japón

Alex Márquez afianza su título mientras Canet aleja el triplete

Además de la victoria de Marc Márquez, el Gran Premio de Japón dejó un buen resultado en Moto2 en clave campeonato para su hermano, y el error en Moto3 de Arón Canet que aleja la posibilidad del triplete de títulos españoles

Borja González

Japón

Lunes, 21 de octubre 2019, 07:50

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El Gran Premio de Japón dejó una mala noticia para el motociclismo español. Y es que la caída de Arón Canet a siete vueltas para el final de la carrera aleja la posibilidad de que se repita lo logrado en 2010 (Jorge Lorenzo en MotoGP, Toni Elías en Moto2 y Marc Márquez en 125cc), 2013 (Márquez MotoGP, Pol Espargaró Moto2 y Maverick Viñales Moto3) y 2014 (otra vez Márquez en la clase reina, su hermano Alex en Moto3 y Tito Rabat en Moto2), el pleno de títulos en todas las categorías.

Precisamente, era la clase pequeña la que en peor situación encaraba el triplete Japón-Australia-Malasia, con Canet a 22 puntos del líder Lorenzo Dalla Porta, aunque siendo también la cilindrada más impredecible, con diez ganadores distintos en las quince pruebas disputadas hasta aterrizar en Motegi, se podían albergar sólidas esperanzas de que con los 100 puntos que quedaban aún por repartir la balanza pudiese terminar inclinándose del lado del español. Aunque este domingo deparó el peor de los escenarios: Canet falló, asfixiado por la falta de potencia de su KTM, mientras que Dalla Porta se creció, en su caso empujado por el poderío de su Honda. El resultado hace que Moto3 llegue a Australia con el líder con un colchón cómodo de 47 puntos, ahora ya con solo 75 en juego.

«He ido toda la carrera bastante bien, lo que pasa es que no podía adelantar a nadie en recta, y al final vas intentando frenar tarde, tarde, tarde, tarde, hasta que al final cometes un error. Vas con demasiada agresividad frenando para tratar de estar en el grupo», resumía un frustrado Canet, evidenciando en su tono cierto decaimiento aunque no quiera perder las esperanzas. «Sí, Dalla Porta lo tiene bastante fácil, pero no me voy a dar por vencido todavía y voy a luchar hasta el final», un pensamiento complicado de concretar aunque, de nuevo, deberá agarrarse a lo que a veces depara la estresante Moto3.

Sin ir más lejos, en 2018, en el Circuito de Phillip Island, escenario de la próxima carrera, se vivió una locura en la que los primeros 14 pilotos cruzaron la meta separados por menos de un segundo, con un final de infarto. En esas circunstancias tan impredecibles, el español fue sexto a 154 milésimas del ganador, Albert Arenas, mientras que el italiano terminó por los suelos.

Donde las cosas se van aclarando es en Moto2. Alex Márquez vivió un gris domingo, pero salvó bastante bien los muebles en lo que respecta a la general por dos motivos: uno, porque los otros cinco con opciones matemáticas de ganar el Mundial van alternándose delante, sin que ninguno repita y muestre la regularidad que necesitaría el que quiera hacer temblar al líder; y, dos, porque el que más saldo sacó en Japón, el ahora segundo de la general y segundo en Motegi, es precisamente el más blando de esos rivales. Y es que Thomas Luthi, el que más experiencia tiene de ese grupo de rivales, el también el menos resolutivo en los momentos decisivos de las carreras. En cualquier caso, otro aspecto que permite ser optimista con que este título también sea para un piloto español, es que en el pelotón de aspirantes hay otras dos bazas, Augusto Fernández, tercero de la general, y Jorge Navarro, cuarto (los otros dos son Brad Binder y Luca Marini).

«Lo positivo es que ninguno de los de delante está siempre delante de nosotros sino que van cambiando. Hemos perdido cuatro puntos aquí, pero eso después de una carrera complicada», analizaba Márquez después de ser sexto este domingo. El de Cervera incluso podría ser campeón en Australia, aunque la cantidad tan grande de pilotos que todavía mantienen opciones matemáticas de ser campeones dificulta que se dé la combinación ideal para que esto se dé. En cualquier caso, con 36 puntos de margen a falta de tres grandes premios (75 puntos en juego) sí que podrá visualizar la siguiente cita con una visión estratégica para tratar de cerrar el campeonato en Malasia y no llevarlo hasta Valencia, algo que los líderes suelen aborrecer.

«Hemos sacado petróleo. Hemos perdido cuatro puntos respecto al segundo, pero lo más positivo es que no hemos perdido muchos puntos», confirmaba con esa perspectiva al finalizar la carrera. Un modo de pensar que, con la situación de la categoría, le puede ayudar a encarar un final de año que, en cualquier caso, será muy interesante. En 2018 Márquez terminó séptimo, con tres de sus actuales rivales por delante: ganó Binder, Fernández fue cuarto y Marini quinto, con Luthi sufriendo en MotoGP (aunque el suizo sabe lo que es ganar en Phillip Island); una señal del cuidado que debe tener para no estropear el sueño de volver a ser campeón del mundo.

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