Sachsenring es territorio Honda, territorio Márquez

«Esta es la pista menos apta para las MotoGP y en ella se divierten más las motos un poco más pequeñas», explicaba en la jornada inaugural Valentino Rossi, el perdedor en la última cita de Assen en lo que se refiere a la lucha por el título de la clase reina. «La primera parte es muy tortuosa, aunque la segunda es muy rápida y particular de interpretar. Hay tres curvas de izquierda que se puede interpretar el modo de frenar o de atacar», apuntaba el italiano. Rossi reseñó también eso, el cuidado extremo que los pilotos deben de tener en ciertas partes de Sachsenring, más con el debut más bien regreso- de Michelin al trazado germano, y con la dificultad añadida de la adaptación de la nueva electrónica en un circuito en el que siempre ha sido una variable importante como ayuda para los competidores.

«La curva 11 es una de las más peligrosas del Mundial y en el pasado hemos visto muchas caídas, así que Michelin ha traído un delantero nuevo asimétrico que puede ayudarnos. Será interesante probarlo mañana (por este sábado) porque nadie lo ha probado», destacó. Pese a lo comentado por Rossi, este compuesto delantero sí que pasó un primer examen, durante un test privado de Suzuki en Valencia en el pasado mes de mayo, aunque en condiciones de temperatura diferentes a las que se esperan este fin de semana en Sajonia, donde la amenaza de lluvia ha hecho que se vuelva a mirar hacia lo ocurrido en Holanda, tanto por la parte sorpresa la victoria de Jack Miller y el podio de Scott Redding, pilotos que en condiciones normales confiesan aspirar a entrar en el top diez, en el caso del australiano, y como sueño entre los seis primeros, si hablamos del británico-, como en la negativa.

«He estado en casa fustigándome por lo sucedido, con mi particular vía crucis, con la cruz a la espalda», exageró Rossi rememorando su error en Assen. «He pensado en ello algunos días, los que dura el disgusto al ver una ocasión perdida y que pone el campeonato más difícil. Fue un error innecesario porque podía haber ganado rodando más despacio, porque ya me había escapado». El otro damnificado en la última prueba del Mundial fue Jorge Lorenzo, que dejó muchas dudas con su pilotaje en agua, aunque con Assen mantiene una particular deuda. En cualquier caso, el mallorquín, segundo de la general a 24 puntos de Márquez, apareció más relajado en Alemania después de que Michelin anunciase que, además de un compuesto delantero para seco más blando, pone a disposición de la parrilla otro también menos duro para lluvia, uno de los principales hándicaps con los que se había encontrado el de Yamaha. «Para mí sí es importante, por mi estilo de pilotaje, que es de frenar un poco antes y tener mucho paso por curva. Si no siento el neumático delantero no puedo apoyar y confiar en que vaya a aguantar, y por ello que no inclinaba lo suficiente en Holanda, perdía muchos grados de inclinación con los más rápidos y no recuperaba en ningún momento de la curva», recordó Márquez.

Todo en un escenario muy Honda. Pese a los problemas con la moto 2016, la marca nipona mantiene el liderato de la general con Márquez, que afronta la novena cita del calendario en un circuito en el que lleva ganando seis años de manera consecutiva: tres en MotoGP, dos en Moto2 y una en 125cc. A lo que se suma que Honda se ha llevado también los seis últimos triunfos en la clase reina, los tres del de Cervera y los tres de 2010 a 2012 de Dani Pedrosa. «Es Honda, porque a Dani se le da también bien y Stoner también se le dio bien cuando corrió aquí con nuestra moto», reconoció Márquez. «Sí que desde 125cc se me ha dado bastante bien, aunque no es de mis favoritos. No es de los que disfruto mucho pero sí es cierto que este circuito se adapta a mi pilotaje; no lo voy a negar», comentó el líder del Mundial de MotoGP.