Leclerc y Sainz confirman el cambio de ciclo en la Fórmula 1

El podio lo completó Lewis Hamilton, al que la diosa fortuna le vino a ver. Después de una prueba tirando a extraña por su parte, sin mucho ritmo pero sin estar hundidos como otros -lo de McLaren es para llamar a un exorcista, acabaron 14º y 15º en una carrera con tres abandonos-, en Mercedes pueden darse con un canto en los dientes por ver a su líder en el tercer puesto y al escudero George Russell cuarto.

Si Ferrari y Mercedes fueron los ganadores del día, con permiso de Haas -Magnussen fue quinto- y Alfa Romeo -Bottas fue sexto-, los grandes derrotados fueron los de Red Bull. Max Verstappen y Sergio Pérez abandonaron en las últimas dos vueltas después de estar en posiciones de gloria durante las 55 restantes. El vigente campeón llegó incluso a debatirle el primer puesto a Leclerc, viejo rival desde que se bregaban en los años del karting, pero la mecánica no estuvo de su lado. Tras ser protagonista por una de las pocas batallas que se vieron en pista -Baréin no es un trazado que permita mucha emoción, históricamente quedó demostrado y menos con estos nuevos coches tan pesados- con Leclerc, el coche de seguridad que provocó el incendio del AlphaTauri de Gasly le impidió atacar al gran dominador del fin de semana.

Verstappen, a falta de dos vueltas, vio cómo su motor se quedaba parado: una avería en el sistema de combustible, según explicaron luego, le obligó a detenerse en boxes. Carlos Sainz fue el primer beneficiado, pero también los que venían detrás. Red Bull se agarraba a las opciones de Pérez para minimizar daños, pero cuando estaba pugnando por sujetar a Hamilton se repitió la pesadilla: en ambos casos había fallado el sistema de combustible, si bien eso solo explica en parte el trompo del mexicano.

Aunque solo es la primera victoria de la temporada, Ferrari ha dejado claro a lo largo de todo el primer fin de semana que van a ser el equipo a tener en cuenta como primera gran referencia de la temporada. Fiables, rápidos, consistentes. Mercedes se ha visto beneficiado por el doble fallo de Red Bull, pero ni mucho menos se vieron en condiciones de poner en aprietos a los del Cavallino.

Ya advertía Fernando Alonso después de la clasificación que Alpine está donde estaba en 2021 y eso, en buena medida, no es buena noticia. Pero ni siquiera eso. El asturiano tuvo serios problemas de rendimiento, especialmente con unos neumáticos duros que fueron, de largo, los que peores prestaciones ofrecieron a todos los pilotos de la parrilla -Hamilton también los padeció-. El asturiano acabó noveno, dos posiciones por detrás de su compañero Esteban Ocon -que salía por detrás y tuvo un ritmo mucho mejor-, al que tuvieron que colocarle como el piloto referente en las estrategias, como demostraron las órdenes de equipo desde el muro. Incluso Yuki Tsunoda, que partió desde el final de la parrilla, acabó por delante de Alonso.

El A522 necesita potencia como el comer. No es un coche rápido, tampoco cuentan con un paquete aerodinámico que destaque y en peleas parte con cierta debilidad. Incluso la labor de Alonso se vio minimizada por un coche que no estuvo a la altura en ningún momento.

Viendo dónde están otros rivales directos, como los Aston Martin o sobre todo los McLaren, pueden estar satisfechos por acabar con sus dos monoplazas entre los puntos, pero el salto que han dado Haas o Alfa Romeo no es una buena noticia para ellos.

La temporada 2022 de Fórmula 1 ya está en marcha y no habrá tiempo para descansar. En unos días se viajará a Arabia Saudí, para la segunda carrera en Yeda, donde el año pasado Verstappen y Hamilton acabaron chocando. Este año todo apunta que esas cuentas pendientes no serán los únicos focos de la cita, ya que Ferrari se ha encargado de demostrar que han vuelto a lo grande. ¿Estaremos ante una nueva edad de oro para los del Cavallino. con un Sainz que se sabe como potencial ganador?