Anticlimático final de temporada que se lleva Max Verstappen

La última cita del año fue de todo menos emocionante. Los males de la actual F1 se vieron en una carrera que solo tuvo un incidente como protagonista, la rotura de motor que sirve como firma final de la etapa de Sergio Pérez con Racing Point. El mexicano, sin asiento para 2021, se quedó tirado, provocando la salida del coche de seguridad -primero virtual, luego real-, lo que hizo que casi todos entrasen en boxes para cambiar neumáticos. Como el circuito de Yas Marina es tan propicio a la sorpresa y los neumáticos Pirelli dan tanto juego, este incidente provocó que todos los que pusieron ruedas duras no volviesen a entrar más en carrera, lo que derivó en una anodina sucesión de vueltas hasta el final.

Solo ver el enésimo fracaso de Ferrari en su estrategia, ya que fueron los únicos, junto a Ricciardo, en no parar en ese momento, y las dudas sobre la parada de Carlos Sainz pusieron algo de emoción al resto de la carrera. El sexto puesto del español no se confirmó hasta pasadas unas horas después de la carrera, ya que los comisarios consideraron que había ido innecesariamente lento. El objetivo de esta acción fue claro: dar margen a sus mecánicos a que Lando Norris hiciera su parada antes de entrar él. Aunque frenó, no fue lo suficiente como para estorbar la entrada de Lance Stroll, que venía tras él y que fue quien se chivó a su equipo para que llamaran a los jueces. Racing Point usó todas las armas a su disposición, ya que estaban luchando con McLaren por el tercer puesto en el Mundial de constructores, que a efectos económicos es clave de cara a sus aspiraciones futuras.

Sin castigo de los jueces, y con Lando Norris y Carlos Sainz caminando expéditos hacia un 5º y un 6º puesto en Abu Dabi, McLaren consiguió los puntos necesarios para ese bronce en el Mundial de constructores, que además de ser una despedida perfecta del español antes de tomar rumbo a Maranello, es toda una alegría para un equipo que no acababa tan alto desde 2012. Sainz cierra una etapa de oro con los de Woking, acabando en sus dos años ahí en sexta posición de la clasificación general. Este año, además, con el segundo puesto de Monza como su techo, aún por romper para próximas temporadas. En la última carrera del año, además, volvió a dejar una imagen que será muy recordada en Ferrari: adelantar a Charles Leclerc, su próximo vecino de box, sin DRS y por puro rebufo es una pequeña victoria de entrada.

Verstappen coronó su segunda victoria en este 2020 sin mayores dificultades, aunque se quedó al final sin el Grand Chelem (pole, victoria, líder de principio a fin y vuelta rápida) porque Daniel Ricciardo, en el último giro de la prueba, logró el récord del día. Un 1:40.926 que es más lento que el mejor tiempo que hizo Alonso en su exhibición el sábado.

La carrera se resolvió al principio y aquejó los problemas que tiene la actual Fórmula 1. En un trazado sin mucha emoción, con unas ruedas que durarían cuatro grandes premios más razonablemente bien y con muchos corredores ya cansados, lo más emocionante del domingo fue volver a ver a Fernando Alonso rodar con el R25. Algo no funciona bien en esta competición si un monoplaza de museo de hace 15 años hace vibrar más que los 20 actuales.

En cualquier caso, la F1 se puede congratular de haber completado una temporada de 17 carreras en un 2020 muy complicado para todos. Lewis Hamilton, que aún no ha confirmado su renovación, ha sido la última víctima entre los pilotos del paddock, que al final han sido tres, contándole a él. El martes regresará la acción con los test de jóvenes -más Alonso, Buemi y Kubica, que ya son talluditos- pilotos que servirá de fin, este sí definitivo, para el 2020.

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