El waterpolo masculino español vuelve a lo más alto del podio

Tuvo que ser precisamente Perrone quien pusiese la guinda al triunfo español con el gol que, a falta de 18 segundos para la conclusión del encuentro, colocó el definitivo 15-13 en el luminoso y desencadenó la fiesta española en la piscina principal del Centro Acuático Internacional de Singapur.

A sus 39 años, y con trece campeonatos del mundo a sus espaldas, el hispano-brasileño consiguió rematar por todo lo alto una trayectoria espectacular con la selección española que comenzó en Fukuoka 2001 colgándose el primero de los tres oros mundialistas que le han permitido erigirse en un mito del waterpolo. El emotivo abrazo en el que se fundió con el seleccionador David Martín vino a resumir la enorme influencia y admiración que ha generado a lo largo de todos estos años un jugador diferencial que también supo dejar su impronta en el partido que puso punto final a su trayectoria profesional en las piscinas.

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Como no podía ser de otra forma atendiendo tanto al calibre de la cita como a la enjundia del rival que tenía enfrente, tuvo que sudar de lo lindo España para superar al bloque magiar, que se batió con fiereza pero acabó sucumbiendo ante la superioridad española en un duelo en el que descollaron Bernat Sanahuja y Álvaro Granados, autores de cinco tantos cada uno.

Después de un primer cuarto que constituyó un auténtico vendaval ofensivo, con cinco goles por bando, España logró marcharse al descanso con una victoria provisional por la mínima (7-6) que dejaba todo en el aire. Sacó a relucir el bravo carácter que le caracteriza Hungría en el tercer periodo, que cerró con un 9-10 a su favor. Pero España metió una marcha más en el cuarto decisivo para acabar registrando ese 15-13 definitivo que le permitió ceñirse la corona planetaria por cuarta vez en su historia, lo que le sirve para igualar la condición de tetracampeona mundial que ostenta la selección magiar y también Italia. Por delante solo tiene ya los cinco entorchados que mantienen a Serbia como líder del palmarés histórico.

Volvió a tumbar España a Hungría este jueves en Singapur como ya hiciera con los magiares hace 27 años en Perth (Australia), escenario de la primera medalla de oro mundialista de una selección que atesora ya un total de once preseas en este tipo de citas: cuatro de otro (1998, 2001, 2022, 2025), cuatro de plata (1991, 1994, 2009, 2019) y tres de bronce (2007, 2023, 2024). No se baja del podio desde 2017, cuando cayó hasta la novena posición, un signo claro de la envidiable salud de la que presume el waterpolo masculino español en esta nueva edad de oro y que acompaña al buen hacer, también, de las Guerreras del Agua, quienes el miércoles se daban un baño de bronce al superar por 13-12 a Estados Unidos en la final de consolación de un torneo que encumbró a Grecia.