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José Luis Vega. D. ARIENZA

«Sacar el campanu es la ilusión que compartimos todos»

José Luis Vega, que pescó el primer salmón del año, madrugó y tuvo la suerte de ser el primero en llegar al pozo El Águila, donde cumplió el sueño de cualquier pescador ribereño

María Agra

Cangas de Onís

Lunes, 3 de abril 2023, 10:53

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«Al primero que llamé fue a mi padre, que estaba pescando. Digo: «Pa', no sé si no sacaría el campanu'. Y me dice: «Arranca, tira para el precinto». Llamamos y no nos cogían el teléfono, así que fuimos pa allá derechos». José Luis Vega estaba nervioso. Aunque no lo tenía seguro, se imaginaba que podía tener entre sus manos el primer salmón de los ríos asturianos. Y encima en casa. Cuando llegó al precinto de Portazgo, en Arriondas, le confirmaron lo que tanto estaba esperando: efectivamente, era el campanu de Asturias.

Antes de salir a pescar, las expectativas eran bajas. Si bien le motivó un poco haber visto un salmón en el río el día anterior, Vega era consciente de que, para hacerse con el campanu, hay que tener mucha suerte. «Tienes que madrugar, llegar -hoy (por ayer) porque no había gente-, hacer el sorteo, que te toque de los primeros por si hay un salmón, echar la caña y, si lo hay, que te pique y lo saques. Y por supuesto que no se suelte», explicó, emocionado y abrumado por el protagonismo inesperado que recibió durante la mañana. ¿La clave? «Hacerlo sin templar mucho, pero es un salmón pequeño y sabía que no iba a dar mucha guerra. En 6 o 7 minutos ya lo había echado a tierra», apuntó. Los salmones de esas características -algo más de tres kilos y setenta centímetros de longitud- suelen verse a partir del mes de mayo o junio. «Para la época del año en la que estamos, la verdad, es una sardina», bromeó con cierta pena.

Hace unos años ya había presenciado la captura del campanu en Tempranes, cuando lo pescó José Manuel Mori Cuesta 'el Marqués'. Fue una experiencia muy parecida a la suya de ayer, aunque «la mía más satisfactoria», reconoció entre risas. «Un campanu no se pesca todos los días, y menos el campanu de Asturias». Para este ribereño, sacar el primer salmón «era una ilusión». Tiene 45 años y lleva pescando desde los 8, por lo que esta hazaña supone para él una doble celebración. Pescar el primer campanu del Sella y que coincida con ser también el primer campanu de la región. Pero había algo más: «Estoy más contento todavía porque se va a subastar aquí». Pese a que le llamaron de Cornellana y de Salas, Vega lo tuvo claro desde el primer momento. «Yo soy de aquí y el salmón, aparte de ser el primero del Sella, se queda en Cangas de Onís», presumía con regocijo. Ya tenía asegurado el premio por valor de 2.500 euros del Ayuntamiento, pero faltaba la subasta y, en ese sentido, lo mejor. «Espero que pujen», admitió.

9.200 euros

El campanu de Asturias, capturado ayer a primera hora de la mañana en la ribera del Sella por el cangués José Luis Vega, ya tiene dueño. Aunque la subasta estaba previsto que arrancase a las seis de la tarde, la emoción de haber sacado el primer salmón del año de los ríos asturianos congregó a cientos de asturianos y turistas que asistieron con ganas y expectación a la puja por el campanu. Todos querían conocer por cuánto se comercializaría la codiciada pieza.

El momento más esperado llegó pasados cinco minutos de las seis, cuando el gaitero Oscarín se abrió paso entre el público, seguido de la reina y damas de San Antonio, las autoridades de Cangas de Onís y el protagonista del día, a quien presentaron como «el hombre más feliz del mundo». Y, una vez realizadas las presentaciones oficiales, los doce restaurantes que participaron en la subasta subieron al escenario para disputarse el campanu. La tensión era palpable y la puja -que empezó en dos mil euros y ascendía de cien en cien- parecía que iba a avanzar tímidamente. No mostrar el suficiente interés podía jugar en contra y dejar entrever demasiado, también, ya que podía acabar con cifras, para algunos, inasumibles.

Tras media hora de bromas, dudas, aplausos del público para animar el ambiente y una entretenida experiencia para Vega, que veía cómo poco a poco se iban llenando sus bolsillos, a las siete menos diez de la tarde la subasta se dio por terminada. «A la una, a las dos... ¡y a las tres!». Así fue como el primer salmón del año fue a parar en manos del Grupo El Campanu (con dos restaurantes en Ribadesella y uno en Gijón), que realizó la oferta definitiva por valor de 9.200 euros. Una cantidad más que satisfactoria para el pescador, quien también recibió el premio otorgado por el Ayuntamiento de Cangas de Onís al conseguir pescar el campanu: un cheque valorado en 2.500 euros.

«Es más o menos lo que había calculado. Pensé que igual llegaba a los 10.000 euros, pero estuvo muy bien. Oye, 11.700 euros por ir a pescar diez minutos esta mañana (por ayer) estuvo bien. Mereció la pena, pero más que nada es la satisfacción de haber sacado el campanu de Asturias», celebró Vega. Entre risas, confesó que ya tiene claro lo que hará con el dinero recibido: «Gastalo». Al otro lado del tablero, Adrián Mori -hijo del propietario del grupo de restaurantes, José Manuel Mori- afirmó que había sido una puja entretenida, «sobre todo para 'el Pali', que es amigo de la familia». El joven hostelero celebró que, otro año más, el Grupo El Campanu se lleva el salmón a casa: «A disfrutarlo, para los clientes y para todos».

Aunque la pieza es «pequeñina» comparada con otras, Mori recalcó que «un campanu es un campanu y no hay que quitarle valor. Sacarlo es como ganar la Copa del Mundo, igual hasta mejor», indicó. «Lo partiremos a la mitad y lo pondremos en El Campanu de Gijón y de Ribadesella».

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