El rugby internacional vuelve a Málaga con el partido entre España y Tonga
Las dos selecciones se enfrentan esta tarde en el estadio Ciudad de Málaga en un 'test match' en el que estará en juego el 15º puesto del ránking mundial
Seis años después de un España-Uruguay aún recordado por los aficionados y tras la serie de rugby a siete del pasado enero, el estadio ... Ciudad de Málaga vuelve a acoger esta tarde un partido internacional de rugby. La selección española recibe a Tonga, uno de los equipos nacionales de mayor tradición y representativo de un pequeño país en el que el deporte del balón ovalado alcanza casi la categoría de religión. El encuentro es a las 18.30 y se retransmite en directo por Movistar+.
Noviembre es un mes clásico en el rugby internacional. Es el momento en el que las selecciones del hemisferio sur viajan al norte para medirse con los equipos europeos en lo que se conoce como la ventana de otoño. En este mismo fin de semana habrá 'tests matches', como se denomina a los partidos internacionales de rugby, en Edimburgo, Cardiff, Dublín, Londres, Padua, París y Bucarest. Málaga se suma a esta lista selecta con un partido en el que se medirán dos selecciones en teoría igualadas pero que atraviesan momentos diferentes.
Choque de estilos
Tanto Tonga como España pertenecen al Tier 2, la segunda escala de niveles en los que la World Rugby divide a las selecciones nacionales y que se sitúa sólo un peldaño por debajo de las diez selecciones considerada la elite de este deporte. En la actualidad la selección española ocupa el puesto número 15 en el ránking mundial y la tongana, el 16. Para permanecer en el 'top 15' de la clasificación, los españoles, en pleno proceso de renovación generacional, deberán conseguir la victoria. Será un choque de estilos que promete un espectáculo atractivo incluso para quienes no están muy familiarizados con este deporte: el juego ordenado y clásico de los españoles frente al despliegue espectacular pero caótico de los isleños.
La paridad que refleja el escalafón mundial no guarda relación con el protagonismo que tradicionalmente han tenido ambas selecciones. España sólo consiguió tomar parte en una Copa del Mundo, la que se disputó en Gales en 1999, mientras que Tonga es una animadora habitual de la máxima competición de este deporte –que se disputa cada cuatro años desde 1987–, ya que sólo se perdió la cita de Inglaterra en 1991.
En sólo unos meses, los tonganos volverán a estar en un Mundial, Francia 2023, mientras que la selección española, víctima de su desorganización federativa y de pésimas decisiones tomadas en momentos decisivos, lamentará una nueva ausencia por cuestiones extradeportivas, igual que sucedió en la anterior Copa del Mundo, disputada en 2019 en Japón.
En un deporte donde la tradición y la historia muchas veces resultan factores decisivos, Tonga es una nación con una trayectoria centenaria. Con sólo 100.000 habitantes repartidos en 177 islas, el rugby llegó de la mano de los colonizadores ingleses y tardó poco en convertirse en el deporte nacional. Al igual que otras naciones isleñas del entorno geográfico en el Pacífico sur, como Samoa y Fiyi, donde predomina un biotipo que combina velocidad y potencia física, el rugby tongano es prolífico en la formación de jugadores de primer nivel. Las poderosas ligas de Australia y Nueva Zelanda suelen ser un imán que atrae a sus principales figuras y debilita a la selección nacional.
Aun así, la selección tongana ha dado jornadas memorables en la que ha conseguido vencer a potencias del Tier 1 como Australia, Francia o Escocia, hazañas poco habituales en el rugby. Hoy tendrá enfrente a una selección española que aún lamenta su descalificación por una alineación indebida en un partido clasificatorio y que intentará demostrar que su posición en el ránking como una de las 15 mejores selecciones del mundo está más justificada que su absurda ausencia de Francia 2023.
Por debajo de los 25 años
Ambos equipos afrontan la cita en diferentes momentos de desarrollo. España está sumergida en un proceso de cambio generacional, con una mayoría de jugadores por debajo de los 25 años, según explica el entrenador, Santi Santos. Tonga, por su parte, llega con un equipo que aspira a convertirse el año próximo en una de las sorpresas de la Copa del Mundo. «En las últimas semanas hemos sufrido algunas bajas importantes, pero tenemos buenas sensaciones de cara a este próximo año», asegura Toutai Kefu, seleccionador tongano y exinternacional con Australia.
«No tenemos muchas oportunidades para pasar tiempo juntos. Aprovechamos viajes como este para conocernos más, para construir un equipo sólido», añade el capitán, Siale Piutau. Se esperan más de 4.000 personas en el estadio Ciudad de Málaga según las previsiones del Club de Rugby Málaga, organizador del evento en colaboración con la Federación Española de Rugby. Entre ellos habrá un millar de jugadores sub-12 que se desplazarán este mismo sábado para disfrutar del Festival de Rugby Gradual.
Tonga, fiel a la tradición, celebrará su danza tribal
Como marca la tradición de las selecciones isleñas del Pacífico, los tonganos celebran antes del inicio de cada partido una danza tribal frente a sus adversarios. En su caso, se trata del Sipi Tau, una ceremonia heredada de la tradición guerrera de los pobladores originales de las islas. Menos conocida que el haka de los neocelandeses, el Sipi Tau hace referencia a la disputa que está por comenzar. «Yo proclamo a todo el mundo que las Águilas del Mar se despliegan hambrientas», entonarán los jugadores tonganos este sábado en el momento previo al inicio del partido frente a España en el estadio de atletismo Ciudad de Málaga. El espectáculo comenzará antes del puntapié inicial, previsto para las seis y media de la tarde.
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