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Quino Soler, al frente de la selección malagueña cadete en un Campeonato de Andalucía de 2019. SUR
Quino Soler: «Estábamos recuperándonos y me temo que esta crisis golpeará a nuestro deporte»
Entrevista

Quino Soler: «Estábamos recuperándonos y me temo que esta crisis golpeará a nuestro deporte»

El exjugador malagueño se sincera sobre su carrera: «Lo mejor del balonmano es la felicidad que me ha dado, mas allá de los malos momentos»

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Domingo, 31 de mayo 2020, 02:04

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Quince títulos (tres Copas de Europa, dos Copas EHF, tres ligas ASOBAL, dos Copas del Rey, tres Supercopas de Europa y dos Supercopas de España), todos en el Barcelona, jalonan su carrera, la de uno de los mejores jugadores de balonmano malagueños de la historia. Quino Soler (Málaga, 1973) repasa su carrera, la crisis actual, su labor en el Conservas Alsur y el estado del balonmano. Lo hace con su habitual sinceridad y la perspectiva y madurez que da la edad.

-¿Cuál es su función actual en el Conservas Alsur Antequera?

-Darle una seña de identidad al aspecto técnico. Marcamos unas pautas de entrenamiento para que los chicos lleguen a la categoría sénior. Tenemos unos 380 canteranos. Hace un tiempo empezaron a empujar las niñas también y esta campaña hemos tenido dos equipos por categoría. No había juvenil y el año que viene habrá uno. Estamos contentos, porque somos un club de cantera. Tenemos en el primer equipo ocho jugadores que salieron de ella y tres que llegaron. Es lo que debe ser en todos los clubes, aparte de lo que marca la economía.

-Ha sido jugador, entrenador (Antequera y Ángel Ximénez) y coordinador técnico, ¿con qué rol se encuentra más cómodo?

-Soy una persona afortunada y me siento feliz en cada uno de ellos. De jugador supe hasta dónde me pudo mi cuerpo llevarme. Puede ser que vuelva a entrenar, es probable, pero me siento muy bien ahora, y esto tiene también muchas satisfacciones, porque el trabajo lo ves, cómo va creciendo. No sé que me deparará el futuro.

-La decisión de la Federación Española de cancelar el torneo con dos ascensos directos, pero sin jugar 'play-off' de ascenso, cuando eran cuartos, a un punto del segundo, ¿la han digerido bien?

-Pase lo que pase nunca vas a contentar a todos. Me da pena, y voy a decir por primera vez lo que pienso de ello. El equipo estaba, muy sólido, llegando cada vez mejor al final de la campaña. Al Villa de Aranda (segundo y ascendido) le ganamos los dos partidos. El líder (el Cisne) tenía que venir aquí... Teníamos muy buenas sensaciones. Llegaba a pensar que quedaban jornadas suficientes para subir. Recibíamos también al Torrelavega, tercero, y podíamos apurar hasta el final. Pero es verdad que la salud estaba por encima de todo, y esto está siendo terrible.

-La baza del proyecto del Conservas Alsur es su cantera y su bloque sólido sénior, ¿verdad?

-Mucho me tengo que equivocar, pero lo normal es que el 90% de la plantilla se quede. Son gente que empezó muy joven con nosotros, y ahora están en una edad fantástica, con 24 o 25 años, aunque hay alguno más mayor. No cambiar te da un sello de identidad, sin tener que amoldar a nadie. Pero alguien se irá, porque eso les pasa a todos (ya es oficial el adiós de Palomino).

-¿Qué cree que le ha faltado al Trops este curso? ¿Demasiadas prisas por subir?

-De antemano les deseo lo mejor. Todo lo que sea bueno para ellos, es bueno para el balonmano malagueño. Lo que ocurre es que la División de Honor Plata es muy complicada. Pasada la mitad de la Liga, del segundo o el tercero de la tabla hasta el cuarto por la cola podía haber cuatro o cinco puntos de diferencia. Si vas a la casa del ultimo y piensas que vas a ganar sin sufrir puedes perder. Nosotros lo sufrimos en Zarauz y fue como un punto de inflexión. Pero es verdad que por plantilla y nombres de jugadores esperábamos que estuviesen mas arriba.

«Empecé en el balonmano con mi grupete de amigos del Colegio Alfonso X, en el que estaba Dani Romero, que era un cañón en este deporte»

una anécdota en sus comienzos

-¿Volveremos a ver pronto un equipo de balonmano de Málaga capital en la élite? ¿Dependerá eso de la pujanza de la cantera?

-Málaga siempre tuvo una gran cantera, pero eso de las generaciones espontáneas también cuenta. En una horquilla de cuatro o cinco años se juntaron aquí unos jugadores de gran calidad. Un equipo de colegio (Maristas) creció mucho y vinieron unos extranjeros que eran una pasada. No hubiéramos pensado nunca que Gopin y Yukhov jugaran con el Puleva, Hoy en día estarían en Alemania. Hay que romper una lanza a favor de los que ahora y todos estos años han trabajado en la cantera de Málaga. No siempre es fácil y el empeño que se le pone, y he sido niño, es el mismo. Comparar una época con otra se me hace difícil. Yo recibí ofertas desde juvenil para irme, pero a nivel de base no necesitaba marcharme lejos para encontrar una mejor oferta competitiva. Cuando haya juveniles que destaquen de verdad puede ser que salgan.

-Entre 2016 y 2018 dirigió al Ángel Ximénez de Puente Genil. ¿Qué ha cambiado entre la Asobal de su época y la de ahora?

-Bueno, yo ya soy muy mayor. En 1992 también hubo crisis, pero ya había muy buenos ambientes, y el balonmano fue creciendo con la calidad del jugador nacional. Eso nos llevó a que la selección lograra grandes éxitos. Dominamos las competiciones europeas... Fue una curva hacia arriba. El interés, la mejora de todos, hizo que la Liga fuera creciendo y que todos quisieran venir a España. Pero en la 2008-09 retrocedimos quince años. A nivel organizativo quien tiene pasión por el balonmano sigue trabajando con la misma ilusión por él. Se siguen sacando jugadores, pero la pena es que salen al extranjero. Organizativamente nunca hemos estado por encima de Alemania, donde el balonmano es un espectáculo. Aquí hay muchos equipos que solo entrenan por la tarde y eso influye.

-El balonmano nacional parece abocado a una crisis sobre otra crisis, la de 2008 y la de ahora...

-Estábamos poco a poco recuperándonos y me temo que la crisis que vivimos y la que nos queda va a golpear seriamente a nuestro deporte. Me temo que sí. Sólo tienes que poner las noticias. Hoy escuchaba que la fábrica de Nissan en Barcelona puede cerrar... Las empresas van a recortar en gasto y, entonces, cómo no lo va a hacer una esponsorización.

«Sí me ha quedado alguna espinita clavada, probar a jugar fuera. Tuve la oportunidad de ir a Alemania»

su carrera, desde la distancia

-Al menos Conservas Alsur ha anunciado que sigue otro año más con su club...

-No sabemos como agradecérselo a Angustias (Lara, directora adjunta de la empresa alimentaria) y su familia. Sin ellos sería imposible. Hace muy poco que Pepe Jiménez (su gerente) falleció en un trágico accidente y lo tenemos presente y queremos hacer las cosas bien. Esperemos que se queden mucho tiempo.

-Al final al dejar de recibir el apoyo de las instituciones, el balonmano hace años que se cayó...

-Las instituciones deben apoyar y los clubes saber que hay que buscar también otros medios. El balonmano, si hacemos una reflexión más profunda, sigue creando jugadores, entrenadores y, desgraciadamente, los sigue exportando. ¿Qué faltaría? Que quizás se ha olvidado la faceta empresarial, gente capaz de gestionar un club como una empresa, con publicidad, marketing, administración... pero tampoco tenemos dinero para eso. ¿Donde están las empresas que ayudan al deporte? Nosotros tenemos la suerte de Alsur y del Ayuntamiento de Antequera, pero...

Una plantilla del Puleva Maristas de comienzos de los noventa.
Una plantilla del Puleva Maristas de comienzos de los noventa. SUR

-¿Cómo empezó usted con el balonmano? Supongo que con 1,97 metros...

-En el Colegio Alfonso X había actividades extraescolares. Pasaron por las clases para apuntarse al balonmano y mi grupete de amigos decidió hacerlo. En ese grupo estaba Dani Romero. Un día vinieron los ojeadores del Unicaja y hablaron conmigo también para probar en el baloncesto. Éramos casi iguales de altos. No sabéis lo que era jugando al balonmano. Era un cañón. En alevines ganamos la Liga en Málaga bien.

-¿De qué se arrepiente en su carrera de jugador, de dos décadas?

-Es cierto, porque aunque me retiré inicialmente en 2007, volví en 2008. Jugué el último tramo en el Antequera de Asobal, y en la 2009-10, en Pozoblanco, por amistad con Paco Castillo, el entrenador, cuando nos quedamos sin subir en la fase de ascenso a la Asobal en la tanda de penaltis. Ahí lo dejé. No soy de arrepentirme mucho. Mi padre me educó en que cuando un tomas una decisión hay que ser consecuente con ella. Sí me ha quedado alguna espinita clavada, probar a jugar fuera. Tuve la oportunidad de ir a Alemania, pero como nuestra Liga era donde quería venir todo el mundo no salí.

«Se sigue creando jugadores, entrenadores y, desgraciadamente, los sigue exportando. ¿Qué faltaría? Se ha olvidado la faceta empresarial»

la crisis en el balonmano patrio

-¿Es Antonio Carlos Ortega el mejor jugador malagueño de balonmano que ha visto?

-Ahí está, no se puede dudar, pero el balonmano en Málaga siempre tuvo buenos jugadores. Jesús Gómez jugó unos Juegos Olímpicos y fue uno de mis referentes. Y luego estaba 'Pepelu' Pérez Canca, que tenía una virtud enorme: sin hacer ruido hacía mejor a todos los que estábamos a su lado. No lo digo ahora porque falte, sino porque es verdad.

-¿Llegará tan alto Ortega como técnico que como lo ha hecho como jugador?

-Espero y deseo que sí. Tiene una gran experiencia. Ha estado en grandes clubes, en Final Four de la Champions y ahora en la mejor liga del mundo. El mérito lo tiene con su presupuesto, pues el del Hannover-Burgdorf no es de los grandes de la Bundesliga. No creo que tenga límites. Los límites sólo nos los ponemos nosotros mismos.

Quino Soler, junto a Lorenzo Ruiz, entrenado del Conservas Alsur, en la grada en un partido de esta campaña del Trops.
Quino Soler, junto a Lorenzo Ruiz, entrenado del Conservas Alsur, en la grada en un partido de esta campaña del Trops. SUR

-¿Y el mejor jugador que ha visto nunca?

-Diría varios. Valeri Gopin es uno, y después, en el Barça, Patrick Cavar. Cuando jugaban parecía que era tan fácil que a mí me hacía pensar que hacían malo a cualquiera. Y uno que tenía unas cualidades terribles y un carisma arrollador fue Veselin Vujovic. Unía cualidades de balonmano con arrastrar a todo el mundo y hacer que sintieras miedo jugando a su lado, o que jugabas por algo grande. Me considero un afortunado por haber estado al lado de gente increíble.

«Me dio pena la decisión de la Federación Española de Balonmano. Pensaba que quedaban jornadas suficientes para subir»

la cancelación de la temporada

-¿Cual es el mejor amigo que ha hizo en el balonmano?

-Carlos Viver.

-Ya que habla del seleccionado nacional femenino. ¿Debió ganar España el último Mundial o se arbitró bien la jugada decisiva en la final ante Holanda?

- Fue un robo de balón normal (el de Ainhoa Hernández, a diez segundos del final y con empate, a un lanzamiento de la portera), bajo mi punto de vista. La jugada es muy rápida y las árbitras interpretan que invade con los brazos el área. No creo que fuera malintencionado. Viendo la jugada después, sentado en tu casa, es lo que me pareció. Pero esto no puede empañar una medalla de plata, que es también muy meritoria.

-¿Cuál fue el mejor momento de su carrera?

-En el aspecto deportivo y humano, las tres temporadas en el Barça. Pero también disfruté en mi paso nueve años por el Granollers, o en Málaga, que fue mi casa. Lo mejor del balonmano es la felicidad que me ha dado, mas allá de los malos momentos.

«Nos ha atropellado un tren«

-Usted es devoto de la Virgen de Zamarrilla, ¿por qué?

-Mis tíos Manolo y Carmela vivían en la calle Pelayo, en la esquina con la ermita, y desde chiquitito iba a verla. Mi tío ha sido hombre de trono hasta hace poco. Desde hace años voy de penitente y hago promesa. Ahora, como faltan mis dos tíos, intento mantener vivo su recuerdo.

-¿Qué reflexión hace de esta pandemia que nos ha tocado vivir?

-Nos ha atropellado un tren y al menos los ciudadanos no lo hemos visto llegar. Vivir esto no nos lo podíamos imaginar. Estar encerrado tanto tiempo es una experiencia dura, pero al menos tienes salud, tu casa y estás con tus niños. Nos tenemos que quedar con lo que ha hecho la gente y el tsunami de solidaridad. Ha sido lo mejor. Se ha ido un tesoro del país, que son las personas mayores. No hay persona mayor con la que te sientes y cuando se ponga a hablar de su vida no te deje la boca abierta. He tenido la fortuna de que los míos estén bien.

Quino Soler, en un partido del Conservas Alsur; debajo, junto a Jesús Fernández y Gatell, en su etapa del Puleva Maristas, y a la derecha, con el Granollers. Antonio J. Guerrero /SUR
Imagen principal - Quino Soler, en un partido del Conservas Alsur; debajo, junto a Jesús Fernández y Gatell, en su etapa del Puleva Maristas, y a la derecha, con el Granollers.
Imagen secundaria 1 - Quino Soler, en un partido del Conservas Alsur; debajo, junto a Jesús Fernández y Gatell, en su etapa del Puleva Maristas, y a la derecha, con el Granollers.
Imagen secundaria 2 - Quino Soler, en un partido del Conservas Alsur; debajo, junto a Jesús Fernández y Gatell, en su etapa del Puleva Maristas, y a la derecha, con el Granollers.

-¿Sobrevivirá su ortopedia (Ortopedia Soler, situada en la calle Tomás Heredia)?

-Seguimos en la lucha intentándolo como el resto de autónomos. Si no, seremos una víctima más de esta situación. El deporte me ha enseñado a luchar, pero la cosa está difícil. Hoy día no vivimos nadie del balonmano. Profesionalmente, sólo me he dedicado de jugador. En nuestro equipo actual (el Conservas Alsur) han habido jugadores que no han podido viajar por trabajo o por exámenes.

-¿Cómo ve este Málaga Club de Fútbol al que sigue tanto?

-Estamos sufriendo mucho y esperando que en este tramo de la Liga tan peculiar el equipo sea capaz de salvarse. A partir de ahí, quien tenga alguna responsabilidad y lo haya hecho mal que se vaya. Los vaivenes que ha dado el club y, sobre todo, el señor propietario me parecen terribles, sobe todo para los que somos de Málaga y hemos vivido tanto allí. El Málaga es un sentimiento. Tengo amigos en el equipo como Dani Rosado, Torrontegui y Kiko Lacomba, y sufro por ellos. Llevé a mis niños (tiene tres) hace catorce años por primera vez con su equipación y eso es especial. Y ahora ver tanto sufrimiento, impagos, juicios, ERE...

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