Pablo Muñoz, una perla malagueña llamada a brillar en la élite del fútbol-sala
El ala de 21 años es vigente campeón de la Copa de España con el Peñíscola y fue reconocido como Jugador Revelación de la pasada campaña
A pesar de su juventud, tiene una marcada personalidad y las ideas muy claras. Pablo Muñoz quiere crecer y llegar lejos, confía en sí mismo ... y en su trabajo y aspira a poder consolidarse entre los mejores de la élite nacional, y de momento... Va por muy buen camino. En la actualidad, pueden contarse con los dedos de una mano los malagueños que militan en la máxima categoría nacional del fútbol-sala, y él es uno de ellos. Tiene 21 años, es estudiante de Ingeniería de Organización Industrial y ha sido reconocido por la Asociación de Jugadores de fútbol-sala como 'Jugador Revelación' de la temporada 2024-25, en su primera campaña completa como jugador de un primer equipo.
Pablo siempre creció con un balón en los pies y aunque durante un tiempo sí que compaginase el fútbol con el fútbol-sala, siempre tuvo predilección por este último. Comenzó en su colegio (León XIII) junto a sus amigos y siguió formándose en la base de El Palo-Pedregalejo, el Malacitano y el ahora Málaga Ciudad Redonda. En el conjunto entonces ligado a la UMA ya comenzó a despuntar, primero en el filial y después en el primer equipo, llegando a debutar en Primera División en la temporada 2019-20 (con 17 años), precisamente ante su actual equipo, el Peñíscola. Su talento atrajo miradas, entre ellas, la del Betis, por el que fichó ya en la campaña 2021-22. Primero formó filas con el filial (era juvenil), con un potente proyecto que competía en Segunda División. Tardó sólo un año en dar el salto al primer equipo bético, en la élite.
Y fue en esta etapa cuando el joven malagueño vivió uno de los momentos más especiales de su carrera deportiva: su primer título, la Copa del Rey de 2024. No fue baladí su concurso, fue reconocido como 'MVP' del torneo destacando especialmente su icónico doblete en la semifinal, ante el Peñíscola, clave para acceder a la pelea por el título. «Cuando llegué al Peñíscola aún había gente que me guardaba rencor por eso», cuenta en tono jocoso el malagueño, que no tardó en ganarse el respeto de su nuevo hogar. «Aquel año, para mi, fue el mejor. Ya estaba ganando minutos en Primera, fui con la selección sub-21 y creo que di el 'boom' con esa Copa. Para mi, fue un título muy especial, mi primer título y además me nombraron 'MVP', así que fue increíble», recuerda.
Sin embargo, el pasado mes de diciembre fue cedido por el Betis al Peñíscola, que ya había fijado la mira en él. Su tramo final de campaña fue sensacional. Colaboró activamente a sellar uno de los años más prolíficos que recuerda la entidad. Fue campeón de la liga regular, alcanzó la 'final-four' de la Copa del Rey y como colofón, levantó el pasado mes de marzo su la primera Copa de España de la historia del club, al tumbar al Palma en la final. Su gran temporada le llevó a ser reconocido como 'Jugador Revelación' de la Liga. «Para mi ha sido muy importante, siempre gusta, porque esta es una categoría en la que hay muchos jóvenes que lo hacen muy bien y que salga tu nombre y te lo den, es un orgullo», reconoce. Pero es que, además, también le abrió las puertas de la selección española absoluta, cara a unos amistosos de preparación para el Europeo.
Madurez
Sin embargo, causó baja de última hora Muñoz, por una rotura muscular en la cuádriceps de la cual se está recuperando. Fue un varapalo para él, que lleva ligado a la selección desde la categoría sub-17. El ala diestro trabaja duro en la sombra para regresar pronto a la acción, porque tras la intensa pasada campaña, en esta espera superarse. «Espero llegar a tener un papel más importante, ir ganando minutos y responsabilidad e intentar ser determinante, crear peligro y hacerme un jugador más grande y más maduro».
Es consciente de que son muy escasos los malagueños que han logrado llegar adonde lo ha hecho él, a la élite española, y por ello, se siente dichoso al representar a la provincia en lo más alto. «Creo que en otras ciudades de Andalucía se apuesta más por el fútbol-sala, en Málaga se apuesta más por el fútbol. Para mi es un orgullo representar a Málaga porque he crecido viendo a otros malagueños en Primera como Burrito, por ejemplo, y estar ahora aquí es un orgullo». A lo que, cuestionado por el futuro de su antiguo hogar, el ahora renombrado como Heredia 21 Ciudad Redonda, apunta: «El proyecto parece más serio, están trabajando muy bien y se lo han traído a Málaga, que es importante. Creo que en los próximos años, seguro que tendremos un proyecto potente en Málaga que pueda dar salida a todos esos niños que quieren jugar».
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