El Master de Marbella se queda sin estrellas locales

La primera en salir a la palestra fue Carolina Navarro (nº 17), junto a Ceci Reiter (nº 33). Al fin el cuadro femenino pudo acceder a la pista central de la cita. Ya firmaron su mejor puesto del curso sólo con acceder a esta ronda, por lo que todo lo que llegara, suponía un premio. Tenían en frente a dos de las favoritas a hacerse con este torneo: Victoria Iglesias (nº 18) y la excompañera de la malagueña, Aranzazu Osoro (nº 15), que no tardaron en desplegar todo su potencial físico. Un duelo de jóvenes contra veteranas que acabó decantándose por la dupla rival (6-2, 6-3). No se sintieron cómodas Navarro y Reiter, que fueron a remolque de sus contrincantes, pese a pelear cada punto.

La favorita de la provincia en el cuadro femenino este curso no es otra que la 'Perla de El Palo' Bea González (nº 8), que junto a su compañera Lucía Sainz (nº 2) ya han conseguido dos subcampeonatos este año y se plantaron en estos cuartos de final concediendo contados juegos en las rondas preliminares. Sin embargo, ya lo vaticinó la malagueña en unas declaracines a SUR ante de ayer: «Vamos a tener que prepararnos para un partido de dos o tres horas porque ya sabemos que son una de las parejas más en forma del momento». Sin duda, el suyo, ante Virginia Riera (nº 13) y Pati Llaguno (nº 9), se convirtió en uno de los duelos más disputados y espectaculares del Master hasta ahora. Tres horas bajo el sol marbellí, una exhibición de todo tipo de golpes y cambios de ritmo, un set para cada pareja y una tercera manga que se acabó decidiendo por un 'tie-break' tras la indecisión del marcador por elegir a una pareja ganadora (4-6, 6-4, 7-6).

La última esperanza de la provincia quedó en manos de un Álex Ruiz (nº 14) que ya ha sorprendido esta campaña con su mejor inicio histórico: dos finales consecutivas (en ambas subcampeón, junto al argentino Franco Stupaczuk (nº 7). Ante sí, una pareja contra la que ya habían saboreado tanto la victoria como la derrota este año. Por desgracia, el desempate en este balance (1-1) se decantó del lado del brasileño Pablo Lima (nº 5) y el argentino Agustín Tapia (nº 8). De nuevo aguantando un sol abrasador, ambas parejas firmaron un partido para enmarcar, con un despliegue, sobre todo, de físico, recuperaciones y potencial ofensivo. En ambos sets, y tras recomponerse de un duro arranque, el alhaurino y el argentino llegaron a firmar tablas (incluso se colocaron un juego arriba en el segundo) e hicieron temblar a la dupla rival, impulsados por el público. Pero se quedaron sin premio a su esfuerzo y cayeron por 7-5, 7-5.