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Blanca Fernández Ochoa, en el podio de los Juegos de Albertville 1992. Efe
Nos hizo soñar que una medalla olímpica era posible

Nos hizo soñar que una medalla olímpica era posible

María José rienda

Jueves, 5 de septiembre 2019, 11:42

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Blanca Fernández Ochoa nos hizo soñar que una medalla olímpica era posible. Cuando se colgó el bronce, en Albertville 92, fue pionera en abrir un camino inexplorado. Fue impulsora del papel de la mujer en el deporte y en el deporte encontró siempre su motivación y su pasión. Todas las generaciones la hemos admirado por lo que representaba y por todo lo que había conseguido: una esquiadora pionera que amaba un deporte que la ha visto crecer a ella y a toda su familia. Fue la primera mujer española en conseguir una medalla olímpica en unos Juegos de Invierno y en ganar cuatro Copas del Mundo. La victoria de Paco Fernández Ochoa y la medalla de Blanca pusieron a los deportes de invierno en los niveles más altos de la competición internacional de nuestro país.

Uno de los legados que dejó a los equipos nacionales fue un gran equipo técnico, que nos transmitió sus conocimientos y que sabía las necesidades de primera mano. Técnicos como Gino Sinigaliesi, Andrea Vianello o Flavio Roda, entre otros. Ese legado hizo crecer también a las nuevas generaciones que veníamos empujando.

Recuerdo cuando estaba en el equipo junior y fuimos con Roland Tissot (marido de Conchita Puig) a verla a la estación de esquí de Morzine-Avoriatz. Estaban preparando la siguiente Copa del Mundo y me pareció una deportista muy técnica, con mucha energía y determinación.

Blanca fue una apasionada por el deporte que la vio crecer y una vez que dejó la alta competición, siguió esquiando y disfrutando de muchas otras disciplinas. Coincidimos en el golf, otro deporte que dominaba a la perfección. En este último año, también he compartido momentos con ella en el Consejo Superior de Deportes, en presentaciones del equipo de Rugby7, junto a su hija, que es internacional. Es un momento muy triste para el deporte español. Hemos perdido una gran deportista, referente de nuestro país. Para mí, una esquiadora única, que abrió un camino en una época complicada y supo imponerse ante las adversidades.

Mi más sincero pésame a toda su familia, amigos, al mundo del esquí y del deporte. Siempre la recordaremos como la gran deportista que ha sido, alegre y con su gran sonrisa. Descansa en paz.

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