Los fondistas españoles, despacito y con buena letra

Antonio Serrano, el primer español en bajar de 2:10:00 en maratón, dirige desde hace 20 años a algunos de los mejores fondistas del país. Estuvo detrás de los éxitos de Juan Carlos Higuero, Chema Martínez o Dolores Checa; del mismo modo que es parte fundamental de los cinco títulos de campeona de España (cuatro en 3000m obstáculos y uno en cross) de Irene Sánchez-Escribano y de los seis de Javi Guerra (repartidos en maratón, medio maratón y 10K en ruta), así como del futuro brillante de Ouassim Oumaiz. Sin embargo, en su dilatada trayectoria, el entrenador de La Solana nunca había tenido que lidiar con una situación así.

«Esta primera semana, mis atletas han salido a rodar una vez al día», señala Serrano, «y a partir de ahora empezarán a trabajar también la fuerza y la potencia aeróbica». Sobre todo, a recuperar sensaciones sobre un terreno con el que llevan años familiarizados, pero que después de 48 días sin pisarlo puede traer problemas, «más ahora que no tienen sus rutinas de 'fisio' y médico. Hay que tener cuidado». Aunque el preparador manchego destaca que no tiene nada que ver correr en cinta con hacerlo en la calle, sí ayuda a una adaptación más sencilla. Irene Sánchez-Escribano o Javi Guerra, que dispusieron de un tapiz rodante cedido por la Federación, han regresado con rodajes de entre 10 y 12 kilómetros; mientras que para aquellos que hicieron bicicleta o elíptica, Serrano ha recetado «tanto correr como andar», siendo más precavido, «y aun así han sido los que han tenido más agujetas durante tres o cuatro días».

Ni siquiera Guerra, flamante campeón de España de maratón, ha superado ese volumen de kilómetros, «porque no merece la pena macharle con 36 años, si no tenemos prisa hasta 2021». Serrano prefiere que este 2020 «no sea un año duro» para ninguno de sus atletas, y aprovecharlo para que tengan «un periodo preparatorio más largo», aunque todo dependerá de cuándo regresen las competiciones: «Si en agosto o septiembre hay Campeonato de España, a lo mejor haremos un breve periodo específico; pero si vemos que no hay nada hasta el cross, iremos mucho más despacio, e incluso tendrán sus vacaciones en julio como cualquier otro año».

Desde Zaragoza, José Luis Mareca lleva con mano izquierda a tres de los mejores atletas de larga distancia del país. Es el artífice de los mejores años de Toni Abadía, plusmarquista nacional de 10K en ruta, y de Juan Antonio 'Chiki' Pérez, el segundo español en bajar de 1:01:00 en medio maratón. El joven Carlos Mayo es la joya de su corona: se proclamó campeón de Europa sub-23 de 10.000 metros en 2017, y tras dos años lesionado regresó ganando el Nacional absoluto de cross el pasado 8 de marzo, en la última competición antes del coronavirus. A sus 62 años, Mareca tampoco ha vivido nunca una situación así.

«Carlos, que ha trabajado con rodajes y fartleks en la cinta estos dos meses, ha vuelto a la carretera entrenando a un 80%», desvela el preparador maño. «Si estando en forma iba a 2:50 el kilómetro, ahora lo hace a 3:05», añade. Pese a la duda de si habrá o no competiciones en otoño, el plan de Mareca para sus tres atletas «es hacer una buena base, y ya en julio ganar un poco de velocidad. Es algo que no hay que descuidar».

También hace hincapié en la readaptación al asfalto, especialmente en los casos de 'Chiki', «que en la cinta se agobiaba un poco por su forma de correr», y de Abadía, que no tenía tapiz rodante: «El primer día hizo 14 kilómetros y me dijo que se encontraba rarísimo, y al día siguiente le dolían hasta las orejas». Ya el sábado, después de una semana rodando, completó su primer entrenamiento sin agujetas, un medio maratón en una hora y 17 minutos (16 más lento que su marca). «No les he dicho que lleven un ritmo específico, sino que sea más por sensaciones», apunta el técnico. Mejor ir con pies de plomo unas semanas que lamentar una lesión y otros dos meses de parón.