El Ciudad Redonda obra el milagro y jugará la gran final por el ascenso
El equipo malagueño remonta la eliminatoria contra el Alzira tras ganar en casa el viernes y de nuevo este martes, a domicilio, y peleará por el billete a Primera ante el O Parrulo
Sencillamente espectacular. Luchando a contracorriente, con un inmenso pabellón en su contra, peleando contra el 'coco' de estos 'play-off', con el doble de presupuesto ... y un equipo hecho por y para el ascenso. El Málaga Ciudad Redonda volvió a tirar de galones y de valentía y se creció como nunca para firmar una remontada de infarto. Comenzó perdiendo esta eliminatoria de semifinales por el ascenso a Primera (2-4) en un duelo con polémica incluída; empató la contienda el viernes, en casa (2-1) y este martes, en una atmósfera más tensa que nunca, obró el milagro, dio la vuelta al cruce, ganó por segunda vez consecutiva al Alzira y logró el pase a la gran final por el ascenso a la élite, en la que se medirá al O Parrulo. El primer partido será este sábado, fuera, y el segundo, el sábado 14, en Málaga. En caso de necesitarse un tercero, sería la siguiente semana.
Dio la sorpresa desde primera hora el conjunto de Tete, que en el minuto 2 ya puso el 0-1 gracias a Kiko. Muy ávido, interceptó un pase rival en el área contraria, se marchó como una bala hacia la puerta rival, quedándose en solitario frente al portero, y logró batirlo, enviando el balón al segundo palo. Para mayor tensión, el duelo se paralizó instantes después durante toda una hora, dadas las goteras que, en segundos, habían llenado de agua la pista a causa de una tormenta. El parqué, lleno de cubetas, era la imagen de la vergüenza en un partido como éste. Sin embargo, tras el trabajo de los operarios locales, se logró reanudar el encuentro… Una hora más tarde.
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En la reanudación, se creció más en el plano ofensivo el conjunto local, aunque funcionaba bastante bien la defensa malagueña, que evitaba constantemente que el Alzira tirase a puerta. A pesar de que el balón corría, las goteras en la pista generaban pequeños parones que no paraban de entorpecer a ambos equipos. Kiko, de nuevo desde la banda izquierda, protagonizaba una nueva ocasión, la primera de los malagueños en la reanudación. Honores también para Mellado, con al menos dos paradas cruciales en estos minutos. El Alzira, impulsado por su público, tomaba los mandos del ataque ahora, haciendo méritos para forzar el empate, mientras que al Ciudad Redonda le costaba sacar el balón de su área. Eso sí, brillaba el trabajo defensivo del equipo en esta mitad, frenando constantes ocasiones del cuadro local. Se caldeaba el ambiente en la dura cancha valenciana, en el público y entre los jugadores, conscientes de que había mucho en juego. Hubo una oportunidad de oro para cada conjunto antes del descanso, por parte de Rubi, de falta y de Kiko, para el Ciudad Redonda, pero se mantuvo ese 0-1 al descanso
El inicio de la segunda mitad fue un auténtico huracán. Llegó el 0-2 del Ciudad Redonda tras una jugada similar a la del primer tanto. Un robo de balón de un intrépido Kiko que culminó con un tiro lejano desde la banda izquierda. Sin embargo, fue demoledora la reacción del Alzira, que en apenas dos minutos firmó tablas. Anotó por primera vez con un tiro de Peiró que iba a las manos de Mellado pero que tocó finalmente Ivi para desviar el balón y fundirlo en las redes malagueñas. Y acto seguido, sin tiempo entre celebraciones, una jugada combinada entre Gustavao, Darrieer y Peiró acabó sellando el 2-2. Se caía el pabellón. Y llegó el tercero del equipo de Tete.
Un golazo de Campano, que se lanzó a empujar el balón desde la frontal tras un sensacional saque de banda de Burrito (2-3). Y tuvo la oportunidad el joven Pabli de hacer el cuarto, pero dio en el palo. Se creía el Ciudad Redonda, pero no podía confiarse ni un segundo. Por fortuna, Mellado seguía providencial bajo palos. Sacó la artillería pesada el Alzira, con el portero Manolo ejerciendo como un jugador más de campo, pero pasaban los minutos y el tiempo corría en su contra. La tensión era máxima. Llegó a anotar el tanto del empate el Alzira, pero el árbitro pitó con anterioridad y no subió al marcador, lo que no hizo más que incrementar la temperatura del encuentro. Por fortuna, el destino decidió esta vez, meritoriamente, que la victoria y el pase a la final se fuera para Málaga.
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