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Trinidad, a la hora de realizar un saque, y a la izquierda, el malagueño muestra la plata de los Juegos Mediterráneos. SUR
Ángel Trinidad, entre balones de voleibol y cámaras

Ángel Trinidad, entre balones de voleibol y cámaras

El internacional marbellí se incorporará para la próxima campaña al equipo campeón de la liga francesa

marina rivas

Lunes, 9 de julio 2018, 00:29

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Actualmente, es uno de los deportistas malagueños más internacionales y con una clara proyección de crecimiento. A sus 25 años, vive asentado en la élite europea del voleibol, y ya dejó de contar cuántas internacionalidades acumula con la selección española, desde las categorías inferiores. Sólo a modo detalle, en su palmarés destacan logros como el título de subcampeón de Europa júnior (2012), campeón del mundo juvenil (2011), plata en los últimos Juegos Mediterráneos como absoluto con España, así como dos ligas y tres Copas nacionales con el Knack Volley Roeselare de la Primera División Belga en los tres últimos años. En cualquier otra modalidad con algo más de visibilidad en nuestro país, el marbellí Ángel Trinidad sería reconocido como toda una estrella. Sin embargo y, a pesar del talento que guarda España en voleibol, la realidad es que jóvenes como él deben apostar por irse fuera si realmente quieren dedicarse a ello. «Yo me mantengo de esto, vivo del deporte, y en España es muy complicado vivir de esto íntegramente», se sincera.

El jugador malagueño cuenta también con un canal en Youtube para intentar acercar su deporte al público

Precisamente por esto último, con la motivación de querer aportar su granito de arena a potenciar la imagen del voleibol, hace justo un año, Trinidad aprovechó lo poco que tenía de tiempo libre para crear un canal de Youtube (Ángel Trinidad de Haro). «La idea de empezar con esto fue intentar acercar un poco este deporte a la gente, que vieran cómo era nuestro día a día, además, me encanta la fotografía y el vídeo. Era también una forma de aunar las cosas», explica. Un espacio en el que, con la energía y alegría que caracteriza al malagueño comparte 'Vlogs' de viajes y concentraciones con la selección española, entrevistas y juegos de preguntas con sus compañeros de equipo, para conocerlos y ver su faceta más divertida. Así como otra versión más didáctica en las que el de San Pedro de Alcántara enseña cómo practicar el toque en voleibol o cómo son algunas competiciones desde dentro. «Hace poco retransmitieron la final de los Juegos Mediterráneos y, en mi pueblo, quitaron el fútbol de una pantalla para poner mi partido. Ojalá pongan muchos más en el futuro, eso ayuda mucho al voleibol, aunque lo que siga tirando sea el fútbol», añade.

Respecto a su gran sueño cara al futuro no tiene dudas: «Unos Juegos, París 2024»

Sin embargo, sabe que su futuro no estará ligado a esta realidad virtual, sino que sólo forma y seguirá formando parte de su vida. «Me encantaría dedicarle más tiempo, de hecho lo iré retomando de nuevo, porque es algo que me gusta, pero lo primero son las competiciones y tengo que estar concentrado», señala, contundente. Y es que su calendario no para, tras la plata en los Juegos de Tarragona, ahora, al marbellí le toca prepararse los partidos de clasificación para el Europeo de 2019. Sus próximos rivales: Georgia, Bielorrusia y Noruega, contra los que jugará desde el 15 hasta el 22 de agosto. «En poco más de una semana subo para Guadalajara a iniciar la concentración con el equipo. Tenemos que estar a tope, porque el primero de grupo es el que pasa a disputar el Europeo, así que hay que ganar todos los partidos», asegura. Y es que, aunque recuerda con cariño su primer continental, el de Polonia del pasado año, aún le queda una espina clavada. «Nos tocó Eslovenia, que había sido subcampeona, Rusia, que acabó primera y Bulgaria… La experiencia fue increíble, además porque llenaron un estadio de fútbol para el torneo, pero a pesar del esfuerzo, perdimos los tres partidos», rememora.

Su futuro reciente

No le queda tiempo al colocador (distribuidor de juego) para disfrutar de unos días de vacaciones. Y es que, par cumplir con la selección, deberá poner rumbo al que será su nuevo destino esta temporada. Nada menos que uno de los mejores equipos de Europa, el Tours, campeón de la Liga Francesa y un histórico del vecino país galo, además, con plaza para disputar la exigente Champions de voleibol, la máxima competición europea. «El 2 de septiembre tengo que estar allí para incorporarme. De momento sólo sé que, en cuanto llegue, el club me lo proporcionará todo, sólo dejaré las maletas y a entrenarme», avanza, sin querer ahondar demasiado en lo que sucederá.

«Yo vivo del deporte, y en España es muy difícil vivir de esto íntegramente», afirma

Y es que al marbellí, hablar del futuro le genera rechazo: «La vida te puede cambiar en un momento. Hace 2 años estuve lesionado 9 meses tras descubrir que tenía un edema óseo. No podía hacer nada para acelerarlo», empieza. «Es complicado, no podía preparar nada, no podía correr, saltar… Lo pasé mal. El día que me reincorporé, sentí que me quitaba un peso de encima, estar en el campo es un alivio, vivimos de esto y cuando pasa por una cosa así, te agobias», recuerda todavía con mal cuerpo. Centrado en el presente y en seguir creciendo, sólo le persigue la sombra de querer cumplir su meta más deseada. Si se le pregunta al respecto, no se lo piensa dos veces: «Unos Juegos Olímpicos: París 2024», incide el marbellí, que, aun siendo modesto, con su trayectoria y potencial, a veces se puede permitir soñar en grande.

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