Así se alimentaba y entrenaba Súper Paco, el hombre de campo de 80 años que participaba en maratones de 100 kilómetros

No en vano, sus éxitos deportivos cosechados con su avanzada edad (como terminar varias veces los 101 kilómetros de Ronda) solo se comparaban con una excepcional manera de entender la competición y la práctica deportiva: «Yo, cuando participo en cualquier tipo de carrera, me llevo mi botella de agua de litro y medio -aunque allí también hay-, pero también algo para alimentarme, y eso no lo hace mucha gente. Mis frutos secos, mis pasas... que al final termino ofreciendo a la gente que no puede más, pero eso no me importa. No son rivales, sino compañeros».

Pero, ¿cuál era el secreto de Súper Paco para tener esa forma física? Aunque pueda parecer extraño, una dieta sana y un entrenamiento a la semana era suficente. «Mire, lo único que no como es cerdo, pero por lo demás, como como cualquier persona. Y más teniendo unos familiares que cocinan tan bien». Es más, Paco soltaba una sonora carcajada cuando se le preguntaba por si consumía algún tipo de refuerzo energético. «Qué va hombre, esas cosas para nada. Yo con mi agua y mis cosas tengo de sobra».

El día para Paco comenzaba temprano, cuando se iba a trabajar a su «parcelilla». «Antes de salir me tomo un trozo de pan con aceite, un vaso de leche, un ajo picadito que me gusta a mi mucho...». Pero ahí no acababa la cosa. Volvía del campo a eso de las siete de la tarde, por lo que se llevaba un bocadillo para el mediodía. Al llegar a casa, comía lo que hubiese: «Unas lentejas, ensalada, cualquier cosa, y ya nada hasta el día siguiente». A todo esto había que sumarle que consumía mucha verdura y mucha fruta. «De mi parcelilla solo uso los cítricos, que están muy ricos». Por supuesto nada de alcohol ni de alimentos que elevasen el colesterol en sangre.

Pero no todo era la alimentación, sino que el aumento de la capacidad física tiene mucho que ver con el entrenamiento. «Yo salgo a correr y andar una vez por semana, generalmente los fines de semana porque el resto de días estoy en el campo trabajando», afirma en una de las entrevistas concedidas a SUR.

Eso sí, aquello no era un paseo por el campo. «Por regla general hago 40 kilómetros por una zona que tiene tres pendientes. Cuando estas cuestas son para arriba voy andando rápido, y el resto del tiempo corriendo por una zona que recorre los municipios de Cártama y Almogía». Además, Paco no necesitaba compañía, y hacía todo este trazado totalmente solo. «Cuando entreno prefiero ir a mi ritmo, porque a veces estoy más tiempo o menos, según me encuentre», concluía.

La historia de Súper Paco, que no deja de sorprender, debería servir de ejemplo para todo aquel que quiera ponerse en forma o realizar una actividad física continuada. Ni hace falta grandes equipamientos deportivos, ni una cinta de correr con televisión. Tampoco tiene que ser todo arroz y pollo, sino que basta con tener fuerza de voluntad y una mentalidad fuerte en la que no entre más que la competición... contra uno mismo. Y siempre por sentirse mejor. Súper Paco lo demostró.