Duelo de titanes en Gallur: Vivas versus Tobalina

El atleta azulgrana ha dado vuelo a una especialidad sumida en cierto desinterés, al no gozar Vivas de excesiva competencia para revalidar sus entorchados. Desde 2010 Vivas no cede en un Nacional, y en los últimos tiempos se había acostumbrado a hacerlo por más de un metro a sus rivales. Son ya siete títulos indoor (el primero en 2009) y seis al aire libre. Sin embargo, hoy no acude con la mejor marca de la temporada en pista cubierta en su disciplina. Acredita un tiro de 20,13 metros, el logrado en la reunión de Karlsruhe (Alemania), ya que los 20,72 del control de marcas en Carranque a inicios de la temporada fueron al aire libre.

Por contra, Tobalina ha hecho ya ttres lanzamientos muy parecidos superando los 20,40 metros y en otros tantos concursos distintos, lo que concede más valor a su logro y corrobora que atraviesa por un gran momento de forma: 20,42 en San Sebastián, en los Campeonatos de Euskadi (28 de febrero); 20,43 en un mitin en Sabadell (16 de febrero), y la misma marca en Gallur (26 de febrero), en el mismo escenario que la cita de esta noche.

«Estamos mucho más igualados, y no porque hayamos lanzado poco esta temporada. Esa es la novedad», admite en una conversación con este periódico Vivas, que destaca la paradoja de que un atleta como Tobalina, que sigue la técnica rotatoria en los lanzamientos (varias vueltas en el círculo de tiro antes de dar impulso a la bola), menos compatible con la regularidad, haya logrado casi repetir sus marcas en los útimos concursos. Frente a él, Borja Vivas lleva años con la técnica lineal, que garantiza más fiabilidad.

Vivas y Tobalina tienen muchos aspectos en común. No la altura (1,87 del de Castro Urdiales, por 2,03 del malagueño) ni por ende, su peso, pero sí la edad (Vivas es ocho meses mayor) y el haber tenido el ofrecimiento de seguir su formación en el Centro de Alto Rendimiento de León, especializado en lanzamientos. Vivas declinó la propuesta hace años para seguir fiel a Tomás Fernández, pero Tobalina ha progresado allí desde 2010 a las órdenes de Carlos Burón y con la supervisión más lejana de Manolo Martínez.

Tobalina dio un aviso en 2014 con una marca de 20,34, y es esta campaña, la olímpica, cuando ha explotado definitivamente, aunque aún busca la mínima para los Mundiales de Portland (Estados Unidos, del 18 al 20 de marzo), que es de 20,50 metros. Es el mismo requisito que para ir a los Juegos de Río de Janeiro en agosto.

«Voy con la intención de ganar. Lo de Tobalina me da una motivación extra. Espero que pueda rendir a un buen nivel. Hasta ahora estos campeonatos siempre se me han dado bien, y lo importante no es tanto llegar como mantenerse», argumenta Vivas, que incluso se marca el reto de mejorar la plusmarca de los Nacionales indoor. El registro es precisamente suyo, los 20,66 que consiguió hace justo un año en Antequera.

«Tenemos muy buena relación, más allá del pique personal», añade Vivas sobre su nuevo rival, que hace dos años sufrió un episodio disciplinario en un hecho que se le fue de las manos. Publicó una foto suya en las redes sociales haciendo un saludo nazi en una cena que se le hizo de homenaje en León. Afortunadamente, todo está más o menos olvidado, pero eso le hizo tener una trascendencia mediática que nunca quiso buscar.

«No es que me relajara cuando hice la mínima, pero me quité un peso de encima», confiesa Vivas, que no ha tenido grandes resultados después de los 20,72 metros en Carranque: 19,71 en Antequera en los Campeonatos de Andalucía, 19,82 en la Globen Gala de Estocolmo, 20,04 en Antequera en un control de marcas y los ya citados 20,13 en Karlsruhe.«Lo importante es ganar, más que la marca.Es lo que se suele recordar de estos campeonatos. Estoy en el mejor momento de forma de mi carrera, pero mi preparación está más enfocada a Río», concluye.