Colocador con grandes dosis de talento

Tras proclamarse campeón de Andalucía con la selección malagueña y con su equipo, el cadete fue convocado para formar parte durante dos semanas de una concentración con la preselección española de su categoría para preparar el Europeo. A pesar de no ser uno de los elegidos para formar parte del equipo definitivo que acudirá a la competición continental, Moterroso no puede estar más orgulloso de su actuación:«Al principio te pones triste, pero después piensas en todo lo que has aprendido, en lo bien que te lo has pasado y en toda la gente que has conocido, y te sientes muy contento».

El jugador comenzó a practicar este deporte hace cuatro años con el objetivo de seguir los pasos de su hermano, José Luis. El mayor de los Monterroso forma parte del equipo juvenil de La Fuensanta y es todo un referente para el pequeño de la casa:«Mucho de lo que pongo en práctica en mi juego lo hago porque me fijo en él. Tengo que admitir que es mejor jugador que yo, y por eso me gusta observar cómo hace las cosas», confiesa el pizarreño.

La mayor parte del tiempo, durante la temporada regular, la dedica al entrenamiento con su equipo y con el juvenil, con el que también compite. Por ello, debe completar sesiones de trabajo que oscilan entre los cuatro y los cinco días por semana. A pesar de ello, asegura tener tiempo suficiente para hacer las cosas propias de un chaval de su edad:«Cuando comienza la temporada siempre piensas que no vas a tener tiempo para nada, pero después haces balance y te das cuenta de que puedes estudiar, entrenar y salir con los amigos. Lo importante es coger la rutina».

Gracias a su capacidad de organización y a la facilidad que tiene para memorizar, ha conseguido acabar sus estudios de Secundaria con unas notas fantásticas. «Estoy bastante satisfecho con las notas que he sacado teniendo en cuenta todos los días que he tenido que faltar a clase por las competiciones y por las concentraciones con las selecciones malagueña y andaluza. No obstante, mi madre siempre me dice que debería dedicarle más tiempo a los estudios».

Desde hace dos semanas, una vez concluida la concentración con la española, el deportista está disfrutando de unas merecidas vacaciones. «Cuando comencé con mi descanso solo pensaba en pasarme el día durmiendo, pero a los dos días de estar sin hacer nada ya tenía ganas de ponerme de nuevo a jugar. Por eso, los fines de semana que puedo participo con algunos amigos en torneos de voley-playa. Gracias a ello también puedo mantener la forma».

Monterroso es un jugador con una gran calidad, pero con los pies en el suelo. Su sueño es convertirse en un gran entrenador que pueda llevar lejos a algún equipo. «Sé que es muy complicado ser jugador profesional, además es necesario ser bastante alto. Por ello, pienso en continuar en este deporte, pero desde el banquillo», sentencia.