La televisión, la gallina de los huevos de oro del deporte

«¡Lo que me cuesta a mí juntar 100 dólares para mandarle a mi vieja (esposa) a México, y esta gente recibirá millones y millones. ¿De dónde sale tanta plata?», se pregunta Eloy Gutiérrez, uno de las decenas de inmigrantes sin papeles que suele apostarse en las afueras del almacén Home Depot en busca de «una chamba (un empleo) para asegurar el día». «¿La televisión? ¡No manches guey!», se asombra Pablo, que prefiere no dar su apellido, «porque no tengo papeles», apunta.

Sin lugar a dudas, el deporte es una gran atracción en la televisión. En Estados Unidos, alrededor de 170 millones de adultos (el 71% de la población) se identifican como aficionados al deporte, según un estudio del grupo Kantar Sports Media. El 97% del total de amantes del deporte por televisión supera el 75% de visión en contenidos no deportivos. En promedio, los aficionados pasan 8,3 horas a la semana consumiendo contenidos deportivos.

El pasado año, la compañía Time Warner Cable (TWC) ganó los derechos de televisión del equipo de béisbol Dodgers de Los Ángeles por 7.000 millones de dólares (unos 6.200 millones de euros). En 2011 se había asegurado los derechos de los Lakers de Los Ángeles de la NBA, por valor de 3.000 millones en 20 años. Otros derechos que diferentes cadenas han comprado son los de la Major League Baseball (4.000 millones por ocho años), la Nascar de automovilismo (2.400 millones en ocho años), la UFC, asociación de combates de artes marciales (700 millones en siete años), el fútbol de la FIFA (8.000 millones en ocho años) y el paquete de deportes universitarios (4.200 millones en 12 años).

«Locura» millonaria

En una de sus muchas declaraciones recientes, el promotor de boxeo Bob Arum calificó de «locura» toda la parafernalia y el dinero que se ha movido en torno a la megapelea Mayweather-Pacquiao. Arum, uno de los artífices del combate, junto a Leslie Moonves, ejecutivo de la cadena CBS, compañía matriz de Showtime -que tiene los derechos de las peleas de Mayweather-, gestaron esta danza de los millones sentados en la sala de estar de la casa del promotor en Las Vegas.

«Él quería que yo me dirigiera a Manny y discutiera con él una bolsa que fuera aceptable», recordó Arum. Convencido Pacquio de aceptar el 40% de la bolsa (80 millones de dólares; más de 70 millones de euros), las cosas comenzaron a fluir. «Felizmente ambas partes se dieron cuenta de lo importante que sería esta pelea», dijo Moonves al diario Los Angeles Times. «Hubo un verdadero deseo por parte de todos para hacer esto». Nacida la criatura, sólo hubo que alimentarla, y los patrocinadores comerciales comenzaron a abrir sus bolsas.

El hotel, 40 millones de dólares

Tres ejemplos: el hotel MGM Grand de Las Vegas pagó la suma inédita de 40 millones de dólares (más de 35 millones de euros) para ser la sede del evento; la compañía de cerveza mexicana Tecate abonó 5,6 millones de dólares para que su publicidad apareciese en el centro del cuadrilátero; y las cadenas TV Azteca y Televisa pagaron en conjunto 4,6 millones de dólares para retransmitir la pelea en México.

Pablo, Eloy y Casiano no verán el combate. No tienen dinero para pagar los 100 dólares del PPV, y ni tan siquiera tienen televisión en el apartamento de un cuarto que comparten con otros cinco «sin papeles» en el barrio Summerlin, en las afueras de Las Vegas. «A lo mejor ese sábado nos cae una chamba. Alguien quiere que le limpie el patio para hacer una barbacoa, le ayude a cargar un televisor... lo que sea. Acá todos los días hay que hacer la lucha, con pelea o sin pelea», apostilla Casiano.