Phelps da «un paso en la dirección correcta» hacia Río

Su victoria se produce después de un arresto en septiembre por conducir borracho, lo que le causó una pena suspendida de un año de cárcel y una prohibición de seis meses por parte de la Federación de Natación de Estados Unidos. «Sienta bien estar de vuelta», dijo Phelps, quien cronometró 52,38 segundos para terminar por delante de su viejo rival Ryan Lochte (53,11) y Tom Shields (53,18).

Los aficionados en Mesa fueron menos estridentes que la multitud que le vitoreó el año pasado cuando regresó después un descanso de casi dos años en una competición celebrada en los suburbios de Phoenix. Pero igualmente hubo un gran apoyo a Phelps mientras se dirigía a la salida con uno de los nuevos trajes Xpresso que él mismo ayudó a diseñar junto al fabricante Aqua Sphere.

El arresto de Phelps en Baltimore por conducir ebrio dio paso de una temporada en rehabilitación, y le privó de competir con el equipo de los Estados Unidos en el Mundial de este año en Kazan, Rusia. Pero Phelps dice haber encontrado una mejor comprensión de sí mismo como persona y que su nueva perspectiva le ha renovado su pasión por su deporte.

Aunque tal vez no está encantado con su actuación, dijo que era un «buen punto de partida». «Primera carrera de nuevo, está bien», señaló el llamado Tiburón de Baltimore.

Incluso si no es seleccionado en el equipo estadounidense, Phelps podría estar en Kazán este verano (boreal). "La FINA propuso invitar a Michael Phelps como 'invitado especial' debido a su trayectoria deportiva excepcional", indicó a la AFP el director ejecutivo de la FINA, Cornel Marculescu. Precisó que la FINA no "había hablado todavía con la Federación estadounidense" sobre la participación de Phelps en los Mundiales.