«Los 101 kilómetros han sido más de subsistir que de competir»

¿Cómo se siente?

Todavía en una nube. Los vecinos de Ronda se han volcado... me felicitan por la calle y la carrera ha tenido mucho impacto mediático. Estoy muy satisfecho.

¿Se ha recuperado ya?

Me tiré dos días para recuperarme del estómago y los riñones sufrieron mucho. Ahora ya me quedan las piernas que están un poco saturadas y los pies. Estoy bien pero sin poder empezar a entrenar aún.

Ha cumplido su reto...

Sí. Me propuse hacer pódiums en las tres carreras de ultrafondo de la zona. En la I Gran Vuelta Valle del Genal, que discurrió en octubre por los términos municipales de sus 15 municipios, fui campeón y en la última edición del Ultra Trail Sierras del Bandolero, tercera posición. El reto se completa ahora con el primer puesto en marcha en los 101 kilómetros de este año.

¿Había entrenado para ganar?

Sí, me había preparado para ganar. Tengo experiencia en este tipo de carreras aunque es cierto que cuando son tan largas tú preparas tu carrera pero no sabes cómo van a trabajar los demás participantes.

¿Cómo fue la salida?

Al salir no tenía ninguna oportunidad de ganar. Iba en el puesto once o así y a los 20 kilómetros ya me sacaban una hora. Yo diferencio siempre el tramo entre Ronda y Setenil de las Bodegas que es más o menos llano y Setenil y Ronda que es más de sufrimiento. Tenía previsto, si el tiempo era lluvioso y fresco, hacer sobre 4.55 horas y si el era caluroso, como sucedió, unas cinco horas. Mantuve el ritmo previsto.

El calor fue protagonista...

Sí, calculo que consumí alrededor de 20 litros de agua, entre beber y refrescarme. Llenaba en todos los avituallamientos y puntos disponibles y en los arroyos que me encontraba me mojaba. La carrera fue por eliminación. Al principio hubo dos personas que se fueron muy rápido y descarté encabezarla y después íbamos otro grupo, ocho o diez personas conmigo. Aquí tuve que trabajar la carrera. Sobre el kilómetro 20 hubo compañeros que empezaron a fallar y yo noté problemas con el estómago. Era casi el último del grupo, los demás fueron cayendo. El ritmo no era el correcto, íbamos rápido, pero había que defenderse. La carrera la hice prácticamente sin comer nada después del kilómetro 20 y luego gominolas y geles.

¿Y cuándo se puso en cabeza?

Entre Alcalá del Valle y Setenil me quedé solo en el grupo y ya pensé que tenía mi pódium , el tercer puesto. La gente me decía que los dos que iban delante tenían muy mala cara, que iban muy mal. En Chinchilla me pasó el coche médico, seguí y me dijeron que iba el segundo pero no me lo creía y llegando al Cuartel unos niños me dijeron que iba el segundo y que el primero iba ya andando y pensé que los niños nunca mienten y ya lo vi. Lo pillé sobre el kilómetro 80. Después me camuflé entre el grupo de los duatletas que ya iban a pie en dicho tramo para despistar a los demás. En Benaoján me dijeron que sacaba al resto unos 20 minutos y ya disfruté. Estaba asustado. Los 101 han sido más de subsistir que de competir.

¿Y el chapiri?

Entré a meta con un chapiri. Alguien me lo dio y en la meta me dijo un teniente que era suyo. Fue un amigo mío quien se lo pidió al militar, se adelantó y me lo dio. En la cuesta de Los Molinos me encontré a otro amigo de rodillas diciéndome campeón y a partir de ahí todo fue una fiesta. No me esperaba tanta gente. El paseo central de la Alameda me pareció muy estrecho.

¿Qué retos tiempo por delante?

La segunda edición de la Gran Vuelta Valle del Genal que tendrá lugar en octubre. La preparación de estas carreras es muy larga.

¿Cuándo comenzó a correr?

Siempre he sido ciclista y no muy bueno y fue mi mujer, que quiso participar en los 101, en marcha, la que me introdujo en este deporte. Ese año la acompañé y terminamos la prueba. Me gustaron más las carreras de naturaleza y de montaña y se me daban bien. Hoy en día corremos mi mujer, mi hija y yo.