El Marbella se queda en el limbo sin consuelo

Planas anduvo perdido, a caballo entre venir al extremo y ocupar espacios entre líneas. Callejón fue quien generó más problemas a la zaga en las contadas apariciones del motrileño. El dominio era alterno, ninguno de los dos mostraba una superioridad ante el rival. Sin embargo el filial era más incisivo cuando pisaba el área tratando de finalizar todas las acciones. Los dos nombres de la primera mitad fueron Sato y Callejón. El atacante canario avisó al cuarto de y tuvo la última oportunidad del primer acto con un disparo duro que encontró una mano prodigiosa de Herrero para salvar el gol. Poco de los blanquillos, Callejón probó de cabeza a Sergi tras una buena acción donde participó todo el frente ofensivo, la otra tentativa llegó con un córner que casi se pincha en la cruceta tras el disparo medido de Juanmi.

No se rompieron las hostilidades, faltó continuidad del Marbella para tratar de someter o acosar al filial. De hecho los de Juan Manuel Rodríguez salieron con personalidad buscando el triunfo y eso que disputaban su tercer partido en ocho días mientras que los locales tuvieron dos semanas para preparar este choque que enfiló el túnel de vestuarios con el empate inicial. Tresaco reemplazó a Planas para buscar más mordiente. Con un perfil más de delantero se acopló mejor cerca del área, dejando con mayor libertad a Nacho que por fin ganó la banda sacando centros y córners. Precisamente desde la esquina Chumbi rozó el gol con un testarazo que pasó pegado al palo derecho de Sergi cumpliendo la hora de partido. Los cambios coincidieron con el mejor momento de los de Aira: Quezada y Granero se movían con alegría habilitando a Callejón y Nacho, pero justo en este instante de luz el técnico sentó al ecuatoriano por Gudiño.

Los espacios eran cada vez más grandes, el correcalles pedía paso y todos a correr. Ahí empezó a llevar la inquietud a la grada Las Palmas Atlético. Pau estrelló en el palo un tiro en el área y su propio rechazo le llegó para poner a prueba a Herrero, sin fisuras. En ese momento se escuchó en la preferencia «Aira vete ya». A un cuarto de hora del final el técnico metió a Añón y Bernal. Nacho seguía comandando el ataque por la derecha y un enésimo centro encontró un cabezazo de Chumbi con paradón del meta visitante a cinco minutos del final. En ese momento de lucidez Añón metió un pase buenísimo a Redru que fue objeto de penalti. El capitán tomó la responsabilidad tiró seco y ajustado pero su balón lo repelió Sergi con una estirada estratosférica para salvar a su equipo. Acusó el golpe el Marbella, menos mal que Herrero sacó una pelota a la escuadra desde 25 metros para evitar la derrota.