Azahara Muñoz: «De pequeña veía los Juegos, pero nunca soñé con ser olímpica»

La golfista sampedreña arranca en la madrugada de este martes al miércoles con sus segundos Juegos y un claro objetivo: mejorar el concurso que firmó en Río

Martes, 3 de agosto 2021, 00:37

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Muchos quizá no recuerden este dato, incluso puede que les parezca extraño, pero el golf tardó 112 años en regresar al cartel olímpico. Se estrenó ... en el programa de París 1900 y continuó (sólo en categoría masculina) en San Luis 1904. No fue hasta la última edición, Río 2016, cuando se aprobó su vuelta. Era la primera vez en la que nuestro país participó con cuatro jugadores (dos hombres y dos mujeres) y sí, entre ellos, hubo una malagueña, la más laureada de la historia de la provincia en este deporte y que cuenta con una distinción especial, la de ser la primera golfista española de la historia en clasificarse para unos Juegos Olímpicos, a sus todavía 28 años (Carlota Ciganda lo hizo después).

Dada esta curiosa relación del golf con los Juegos, la profesional sampedreña, pese a que pasaba los veranos pegada a la pequeña pantalla, viendo cada disciplina olímpica, nunca pudo permitirse soñar con estar ahí. «Yo recuerdo los Juegos en la tele, me encantaban. Recuerdo ver natación, atletismo o gimnasia, sobre todo, pero yo nunca soñé con ser olímpica». Y continúa valorando: «El golfista que te diga que su sueño de la infancia era ser olímpico te engaña, porque se dio a conocer que sería olímpico cuando yo ya era bastante mayor».

Obviamente, a la malagueña, ahora con 33 años, le resultará muy complicado poder vivir la experiencia de Tokio como aquella primera vez en Río: su primera villa olímpica, el comedor, el encontrarse con deportistas de otras disciplinas, su participación en la ceremonia de clausura... «Fue muy chula, pero llovió que no veas», bromea sobre esta. Pese a acabar empapados, aún mantiene sus recuerdos intactos: «Recuerdo ir a ver muchísimos deportes: a los chicos y las chicas de baloncesto, el tenis, el ambiente de la villa… Fue una experiencia increíble, muy emocionante».

Su situación ahora mismo es extraña. Además de por las restricciones sanitarias a las que tiene que amoldarse, como todos, es una de las pocas deportistas que no pisará la villa olímpica. ¿Por qué? Así lo explica: «Es un poco rollo, nosotros no nos quedamos ni en la villa, porque el campo de golf está muy lejos de esta. Nos quedamos en un hotel, así que el ambiente de los Juegos va a ser muy diferente. Además, no podemos hacer nada con todas las restricciones», se sincera. Ir a competir e ir a entrenar, siempre vigilada en estos atípicos Juegos. «Espero que no haya otros igual, porque vaya...», comenta con ironía. Sin embargo, la vida siempre le ha enseñado a ser positiva por muy grande que sea el problema: «Nos hubiera encantado vivirlo normal, pero al fin y al cabo son unas Olimpiadas y una vez allí nos hará la misma ilusión, no podremos disfrutar como en Río, pero bueno», reconoce.

Además, Azahara siempre disfruta especialmente de los torneos en los que lleva el nombre de su país o que, de una u otra forma, le llevan a estar ligada a su tierra (dado que desde hace años reside en Estados Unidos). Para muestra de ello, el hecho de que la sampedreña valore de igual forma una cita olímpica que uno de los grandes torneos de su calendario, a diferencia de lo que podrían pensar otros golfistas o tenistas, entre otros, con circuitos mundiales muy profesionalizados. «Cada uno tiene su opinión, para tu país es mucho más importante que ganes unos Juegos, así que es complicado decirte si preferiría eso o ganar un 'grande', pero creo que los pondría al mismo nivel de importancia, siempre es un orgullo representar a España».

Su concurso

Y volverá a hacerlo desde las 2.36 horas de la madrugada de este martes 3 al miércoles 4, cuando comienza su turno en la primera ronda. El concurso constará, igual que en Río, de cuatro rondas de 18 hoyos; la última y quizá decisiva, el sábado. No será tarea fácil para Muñoz, que cayó hasta el actual nº 93 del 'ranking' mundial, pero asegura llegar en buena forma tras una intensa preparación física y también anímica. Su meta, a partir de esta madrugada, no será otra que luchar para mejorar lo máximo posible su 21ª posición en Río. «Creo que me fue bastante bien entonces, tuve una buena semana y estuve muy cerca del diploma olímpico, pero tuve que apretar un poquito y al final no salió», recuerda. ¿Sería un éxito marcharse de Tokio con un diploma olímpico esta vez? «Sí, lo sería», responde, con rotundidad, y añade: «Quiero mejorar bastante el puesto que conseguí en Río».