Azahara, entre el 'top ten' y su muñeca

«Serán cuatro semanas consecutivas y ahora que estoy en el puesto decimotercero del ranking mundial y jugando bien, sería un objetivo bonito», comentó. En efecto, la malagueña arranca hoy su participación en el Sime Darby LPGA de Malasia, en Kuala Lumpur. Sin descanso, cada fin de semana le aguarda otra cita: el LPGA KEB Hanabank Chamionship, en Incheon (Corea del Sur); el Blue Bay LPGA, en la isla de Hainan (China), y el Fubon LPGA de Taiwan, una competición en la que el año pasado fue segunda.

«No será fácil y va a depender en gran medida de cómo esté mi muñeca izquierda. La tengo bastante fastidiada. El osteópata y el fisioterapeuta me han dicho que esté tranquila, que el dolor se acabará yendo, que sólo es cuestión de tiempo. Jugando no tengo demasiados problemas, pero apenas puedo entrenar, no puedo dar más de diez bolas. Ojalá desaparezca; si no veré a un especialista e igual tengo que parar», añadió antes de embarcarse vía Bilbao en un avión rumbo a Malasia.

En todo caso, la temporada de Azahara Muñoz es la mejor de su incipiente carrera. Trigésima primera del Rolex Ranking al final de 2013, ya es decimotercera (ha ganado dos puestos con su triunfo en Francia) y con perspectivas de seguir escalando si mantiene su regularidad. Solo no pasó el corte en una ocasión (en el Marathon Classic), pero ha acabado entre las diez mejores en ocho de las pruebas del LPGA Tour, donde compiten las mejores del mundo.

Una muestra clara de la competitividad de este tour es que en San Juan de Luz el pasado fin de semana, en una prueba del circuito europeo, acudió con el mejor ranking de las participantes y lo ganó.

Su obsesión con el putt, que la llevó a encerrarse en Valderrama con su preparador (Marcelo Prieto), ya le da resultados. Lo demostró en el Lacoste Ladies Open, cuando en los dos últimos hoyos embocó dos golpes magistrales para adjudicárselo; uno de seis metros y otro de algo más de tres.