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Mikel Oyarzabal, durante la semifinal de la Liga de Naciones contra Italia. Franck Fife (Afp)
Oyarzabal reta a los mosqueteros de Deschamps en su momento más dulce
Liga de Naciones

Oyarzabal reta a los mosqueteros de Deschamps en su momento más dulce

El guipuzcoano se ha convertido en un componente importante del engranaje ofensivo de La Roja, tras firmar un explosivo inicio de temporada

Óscar Bellot

Enviado especial a Milán

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Sábado, 9 de octubre 2021, 00:19

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Mikel Oyarzabal atraviesa el momento más dulce de su carrera. El versátil futbolista de la Real Sociedad está firmando un primer tramo de la temporada explosivo que le ha convertido en uno de los hombres del momento en la Liga y también en la selección española, que se prepara en Milán para afrontar el domingo un desafío mayúsculo ante Francia en la final de la Liga de Naciones.

La vigente campeona del mundo acudirá a San Siro encabezada por Benzema, Mbappé y Griezmann, tres mosqueteros que conforman una delantera temible, como pudo comprobar en sus propias carnes Bélgica el jueves en Turín. Pero Oyarzabal no se siente intimidado. Él y sus compañeros rezuman confianza tras descabalgar a Italia y quebrar su extraordinaria serie de 37 partidos consecutivos invicta.

Ese partido, en el que La Roja volvió a enamorar por momentos con su frescura y desparpajo, han llenado de optimismo al guipuzcoano, que aguarda la cita sin complejos. «Está claro que son grandísimos jugadores y sabemos el nivel que tienen, pero no hay que tenerle miedo a nada. Hay que tener respeto a una gran selección pero nosotros tenemos también una gran equipo y si estamos acertados vamos a tener posibilidades de ganar», aseveró este viernes en rueda de prensa.

Aunque Ferran Torres, con sus dos goles, y Gavi, que mostró un aplomo asombroso para un debutante de 17 años, acapararon buena parte del protagonismo en los análisis posteriores al choque con la Azzurra, Oyarzabal también fue determinante al repartir las asistencias que precedieron a los tantos del valenciano. Dos servicios llenos de precisión y agudeza que sirven para refrendar el pletórico estado del que disfruta.

En los diez partidos disputados con la Real Sociedad en lo que va de curso, el eibarrés ha anotado seis tantos y asistido en otro. Unas cifras que han sido decisivas para que el conjunto 'txuri urdin' se haya aupado a lo más alto de la Liga, donde comparte liderato con Real Madrid y Atlético. A esos números hay que agregar los dos pases de gol que dio el miércoles en San Siro. Son, por tanto, seis dianas y tres asistencias las que cuenta desde que comenzase la campaña el vasco, que se ha convertido en un comodín de lujo tanto para Imanol Alguacil como para Luis Enrique.

Oyarzabal ha disputado 12 de los 20 partidos que contabiliza como internacional a las órdenes del preparador asturiano, que aprovecha su polivalencia para ubicarle en cualquier zona del frente ofensivo. Contra Italia fue un martillo pilón por la derecha, donde conformó una dupla letal con Marcos Alonso. Atormentaron una y otra vez a Giovanni Di Lorenzo aprovechando la falta de compromiso defensivo de Federico Chiesa. Cuando Roberto Mancini quiso taponar esa vía de agua, La Roja ya mandaba con suficiencia.

Pero el eibarrés también ha oficiado otras veces de falso nueve y arrancado desde la izquierda. Ofrece soluciones de todo tipo, ya que a su olfato añade trabajo, ambición y una visión global del juego. Además no le pesa la responsabilidad.

Una zurda de seda

Erigido ya desde hace tiempo en símbolo de la Real Sociedad, está dando pasos para convertirse en uno de los grandes referentes de La Roja, donde casa a la perfección con Ferran Torres, Dani Olmo o Pablo Sarabia porque todos son atacantes muy dinámicos que aparecen donde menos se les espera. Un perfil de futbolista que le encanta a Luis Enrique, el multitarea por antonomasia en los tiempos en que el gijonés vestía de corto.

Oyarzabal reconoce que no es fácil interiorizar las continuas permutas que demanda el seleccionador, pero asume que no tiene más remedio que responder donde le pidan, consciente de la exigencia y de las jerarquías propias del combinado nacional: «Te guste o no, muchas veces es lo que te toca y lo que tienes que saber hacer. Aquí en la selección, aunque hay mucha gente joven, hay también veteranos y otros estamos entrando en la dinámica. Llegará el momento en el que toque dar ese paso adelante pero como lo hice en la Real, con naturalidad», recalca.

La misma con la que mirará el domingo a los ojos de los zagueros franceses, que tendrán una seria amenaza en su zurda de seda. «Si estamos centrados como ante Italia sabemos que tendremos posibilidades de ganar», recalcó este viernes Oyarzabal, que reconoció que a España no le interesa un duelo de ida y vuelta que, a priori, favorecería la verticalidad y electricidad de los delanteros que tienen los 'bleus'. «Si dibujamos un plan de partido, nadie lo haría con muchas pérdidas de balón o transiciones. Tenemos nuestras ideas y nuestras armas», enfatizó.

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