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Los jugadores de la selección española celebran el gol de Pau Torres.

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Los jugadores de la selección española celebran el gol de Pau Torres. Julio Muñoz (Efe)
Eurocopa 2020 | Clasificación

España humilla también al hijo de Bonello

Borrachera de goles ante la humilde Malta en los estrenos de Pau Torres y Dani Olmo

Ignacio Tylko

Madrid

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Viernes, 15 de noviembre 2019, 07:26

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Tras sufrir para sellar el billete a la Eurocopa con dos empates consecutivos en Noruega y Suecia, la selección española disfrutará este viernes de una fiesta ante Malta en Cádiz. La capital mundial de la chirigota adelanta su particular carnaval para celebrar la séptima clasificación consecutiva de España a un campeonato continental, homenajear a Sergio Ramos por su reciente récord de internacionalidades y disfrutar por primera vez de un partido de competición oficial de La Roja.

El Ramón de Carranza tiene duende pero, históricamente, es gafe para España, que ha caído en tres de los cuatro choques jugados en la 'tacita de plata', todos, eso sí, de carácter amistoso. En el 79, todavía con Ladislao Kubala en el banquillo, perdió por 1-3 frente a Dinamarca; cinco años después, ya con Miguel Muñoz, hincó la derrota contra Hungría (0-1); en 1986 superó con solvencia a Polonia (3-0) pero, en su última cita por la bahía, fue sorprendida por Rumanía (0-1).

El gol de Marica hizo que la afición vitoreara con olés a los rivales y se tomara a broma el ridículo desempeño de sus compatriotas. Pero, curiosamente, el 15 de noviembre de 2006, ya con Luis Aragonés, representó el gran punto de inflexión en la historia de la selección. A partir de ahí, creció hasta encadenar 35 partidos sin perder e igualar el récord mundial que cosechó Brasil entre 1993 y 1996. La espectacular racha, compartida por el 'sabio de Hortaleza' y Vicente del Bosque entre febrero de 2007 y junio de 2009, condujo a España a la consecución de la Eurocopa de 2008 y se cerró con la derrota en las semifinales de la Copa Confederaciones de 2009 contra Estados Unidos

Rival hermano

Malta es un rival hermano desde ese épico 12-1 en el Benito Villamarín, con la clasificación para la Eurocopa de Francia en juego y el portero amigo John Bonello como triste protagonista, pero el último precedente debe de servir como aviso. Supuso el obligado estreno como interino de Robert Moreno después de que Luis Enrique tuviera que regresar con carácter de urgencia a Barcelona, tras conocer la grave enfermedad de una de sus hijas.

Ganó España 0-2 en el estadio nacional Ta'Qali de la Valetta, el pasado marzo, pero no cerró el partido hasta 14 minutos del final, cuando Álvaro Morata selló el segundo gol y su doblete particular. Un somero repaso a las estadísticas de esa cita anticipa el monólogo español para el Ramón de Carranza. Entonces, La Roja disfrutó del 84% de posesión, acertó en un 92% de los pases, la mayoría sin romper líneas defensivas, y tiró 23 veces, de ellas sólo siete a puerta. En total, España se ha enfrentado siete veces a Malta y siempre salió victoriosa, con 30 goles a favor y apenas tres en contra.

El rival lucha con Islas Feroe por el honor de no acabar colista del grupo. Un dato que no es menor para España en su objetivo, enfatizado por el técnico Robert Moreno, de acabar como uno de los primeros de grupo con mejor puntuación para ser cabeza de serie en el sorteo de la fase final de la Eurocopa que se celebrará en Bucarest (Rumanía), el próximo 30 de noviembre. Quiere puntos y goles España pero si Malta acabase última, este adversario no se contabilizaría a la hora de hacer números.

Moreno huye de utilizar el término «experimentar» al hablar de un partido de España y hace bien. Primero porque la selección siempre examina y segundo porque tan humilde rival no permite extraer grandes conclusiones de los ensayos. El técnico catalán, con dos victorias y dos empates en su corto palmarés desde que dejó de ser interino, ha demostrado que ya cuenta con una base sólida para la Eurocopa al confeccionar su lista más continuista.

Más allá de la vuelta de José Luis Gayà y Paco Alcácer, lesionados en la anterior ventana, lo más novedoso es el estreno de Dani Olmo por su sobresaliente nivel en el Dinamo de Zagreb y el regreso de Morata tras marcar en seis partidos consecutivos e igualar el registro de Antoine Griezmann como colchonero.

Después de cuatro días de concentración en Las Rozas con insistencia en los movimientos tácticos y de estrategia, el técnico barrunta cambios en su doble objetivo de alimentar la competencia interna y de tener a todos contentos y bien dispuestos.

Hará un 'guiño' Pau López, su tercer portero, y mantendrá al veterano Raúl Albiol como compañero de Sergio Ramos en el eje de la zaga pese a la cita más comprometida ante Rumanía, el lunes en el Wanda Metropolitano.

Perfiles diferentes

Olmo tendrá la opción de debutar en el transcurso de un choque que demanda un perfil diferente, el de un driblador que explote el uno contra uno en banda. El principal debate, no obstante, gira desde hace tiempo en torno al eje del equipo, al mediocentro. Sergio Busquets es de plena confianza para Moreno, que hizo una defensa a ultranza del catalán tras las feroces críticas después del empate en Oslo. Pero en Estocolmo empleó a Rodrigo Hernández, que progresa adecuadamente en el City de Guardiola y volverá a ser titular.

Ocasión de reinvindicarse para Morata después de faltar por lesión, o mal estado de forma, a los cuatro últimos partidos. Con 16 goles en 31 citas con La Roja, al madrileño se le exige más para ganarse el puesto. En ausencia por lesión del valencianista Rodrigo Moreno, sustituido primero por Adama Traoré y luego por Pablo Sarabia, por el gol compiten Morata y el reaparecido Alcácer, que comenzó como un tiro el curso con el Dortmund y con España presenta un porcentaje como artillero magnífico: 12 dianas en 17 encuentros.

El tiempo es algo lluvioso en la capital que Lord Byron bautizó como 'Sirena del Océano', pero el ambiente festivo es consustancial a la ciudad más antigua de Europa occidental. Entradas agotadas y cambio de planes, con entrenamiento abierto al público en la grada de preferencia a petición del alcalde José María González. Mejor ambiente aún porque el histórico equipo local que dirige Álvaro Cervera marcha como líder destacado en Segunda División, con nueve de ventaja sobre el Huesca y diez sobre el Almería. Todo Cádiz sueña con regresar a la máxima categoría, de la que no disfruta desde el curso 92-93. La Roja es una llamada.

De menos a más y con una

Robert Moreno alistó un once con tres hombres del Villarreal y experimental, por más que el técnico rechace este término con tintes despectivos en la alta competición. Se despachó un choque oficial, el primero en Cádiz, pero con visos de amistoso por la endeblez del rival y porque, si Malta termina última de este grupo, las dos victorias ante ella se descontarán en las cuentas de España para ser cabeza de serie. Mantuvo sólo España la base en la zaga, donde los automatismos son obligados porque cualquier desajuste te conduce a la derrota en citas exigentes.

En un equipo mayor, con cuatro jugadores muy por encima de la treintena, premio con gol para

España

Pau López, Navas, Albiol, Ramos (Pau Torres, min. 60), Bernat, Thiago, Rodrigo Hernández, Cazorla (Alcácer, min. 53), Gerard Moreno, Morata (Dani Olmo, min. 66) y Sarabia.

7

-

0

Malta

Bonello, Corbolan (Micallef, min. 33), Caruana, Agius, Zach Muscat, Pisani (Grech, min. 76), Paiber, Vella, Rowen Muscan, Mbong y Nwoko.

  • goles: 1-0: min. 22, Morata. 2-0: min. 42, Cazorla. 3-0: min. 62, Pau Torres. 4-0 min. 63, Sarabia. 5-0: min. 68, Dani Olmo. 6-0: min. 71, Gerard Moreno. 7-0: min. 86, Navas.

  • árbitro: Viktor Kassai (Hungría).

  • Incidencias: Partido de clasificación para la Eurocopa de 2020 disputado en el estadio Ramón de Carranza ante 19.773 espectadores. Extraordinario ambiente en una noche fría y ventosa. Pau López estrenó titularidad en la selección absoluta, Pau Torres y Dani Olmo debutaron y España lució la nueva camiseta.

Explicó el seleccionador en la víspera que durante la semana hizo hincapié en cómo romper una zaga tan poblada como la maltesa, con cinco atrás y cuatro por delante muy juntos, aunque el peso de la calidad española, y el enorme esfuerzo de jugadores casi aficionados, ya les iba agrietando. Juego más bien tedioso en el primer acto pero de manual, moviendo el balón de un lado a otro, búsqueda constante de ruptura por banda con Navas y Sarabia. Y muchas jugadas de estrategia para tratarse de una selección. Se nota la mano del meticuloso y vanguardista Moreno.

Faltaban más rapidez en la circulación de balón, algo de chispa y más unos contra uno para desequilibrar también por dentro, pero abrir la lata era sólo cuestión de tiempo, de paciencia y puntería. No sufrió mucho Henry Bonello, hijo de John, el guardameta que pasó a la historia por encajar 12 goles en 1983, hasta que le superó Morata en boca de gol tras un córner, una prolongación de Rodrigo y el toque de Gerard, al que luego se le anuló un tanto por fuera de juego posicional del ariete del Atlético.

En esta especie de partido de balonmano, con posesión local superior al 84% y momentos de juego pasivo, llegó el segundo poco antes del descanso. Acción de tiralíneas entre Navas y Moreno que definió Cazorla pegado al palo. Regalo para el asturiano, que en septiembre cumplirá 35 años y ya suma 15 dianas con la selección.

Se ganó la segunda gran ovación de la noche -la más sonora y prolongada se la dedicó la tacita de plata a Ramos al ser reemplazado por Pau Torres- durante la segunda mitad. Retrasó entonces Moreno a Sarabia y probó con tres nueves arriba. Y España apabulló a los malteses, cada vez más descompuestos.

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