El renacer de Ortuño: máximo goleador de Segunda que amenaza al Málaga
Cuenta con nueve goles en once partidos, fruto de una superlativa efectividad que lo ha convertido en el mejor rematador de la categoría. Tras varias temporadas en el limbo, recupera su olfato en Oviedo
El máximo goleador de Segunda, Alfredo Ortuño, es la gran amenaza del Málaga en el próximo partido ante el Real Oviedo. El delantero de ... Yecla lidera a un equipo henchido de alegría por su gran balance de cinco partidos sin perder (tres victorias y dos empates) que encima dio un golpe de efecto la semana pasada en su estadio ante el Girona, considerado el 'todopoderoso' de la categoría.
Venció por 4-2 con dos goles más de Ortuño, los dos, característicos de delantero de área y superlativo rematador. Una eficiencia difícil de sostener. Hace goles con una media de pases sorprendente. Consigue casi gol por partido con apenas diez pases, una incidencia irrelavante en el juego pero efectivo de cara a portería. Así lo demostró sin ir más lejos contra el Girona. Aunque de momento disfruta, pletórico, de un rendimiento que triplica lo conseguido ya lo que hizo en toda la temporada pasada.
Es un rematador nato: tiene una media de casi un gol por partido con apenas diez pases por encuentro. Tiene una incidencia en el juego irrelevante, pero una efectividad extraordinaria
Además, mejora sus registros históricos. Nunca en su carrera había encadenado una racha tan eficaz, ni siquiera en su mejor temporada en el Cádiz (en el curso 16-17), donde hizo 17 goles en todo el año (40 partidos). Esa fue la cima de su carrera deportiva, y que debería de haber supuesto el salto a Primera (donde sólo jugó 5 partidos con el Granada en la 14-15, saliendo del filial granadinista). De hecho, rozó su vuelta a la élite, pero acabó convirtiéndose en la peor experiencia de su vida.
Vía crucis que cortó su progresión
Las Palmas, su club en ese momento y que competía en Primera, no contaba con Ortuño para su proyecto a pesar de su buena actuación en Cádiz, pero tampoco aceptó ninguna oferta de equipos de Primera como el Alavés por ser competencia directa. Ortuño se vio entre la espalda y la pared cuando su situación se dilató hasta el último día de mercado de ese verano, acabando en Valladolid, donde al final no fue inscrito a pesar de ser presentado. Tuvo que volver a Canarias, donde se acabó desvinculando del club. Sufrió prblemas con su agencia de representación y acabó perdiendo el tren a Primera.
Meses más tarde se fue a jugar en la MLS americana (en el Real Salt Lake, de Utah). Allí estuvo media campaña hasta ser repescado por el Albacete para su proyecto de la 18-19. En el equipo manchego dio el salto al profesionalismo desde el juvenil. Pero en su segunda etapa tampoco tuvo éxito y se fue cedido al Extremadura la mitad de la temporada pasada.
Sus números no fueron buenos en ningún equipo y este verano el Real Oviedo se fijó en él y solicitó su préstamo. Y la apuesta les ha salido premio. Ortuño se ha convertido en una dependencia extrema para el conjunto que ahora dirige Javier Rozada. Marcó en siete de los once partidos que jugó con el conjunto ovetense. Ahora disfruta de nuevo de su mejor forma física, haciendo números excelentes; un renacer que ahora coincide con los intereses del Málaga, el sábado a las 20.00 horas en La Rosaleda.
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