Natalia Padilla, lista para brillar en la Bundesliga
Fuengiroleña ·
La perla malaguista de 20 años deslumbró en la Primera División suiza y fichó por el Bayern de Múnich, que la ha cedido esta campaña al KölnQuien la ha visto jugar en persona sabe que goza de un físico privilegiado y un talento innato para este deporte. Es atlética, muy rápida ... y lo más importante para una delantera: tiene mucho gol. Pero ante todo, es una jugadora que es consciente de sus cualidades y sale al campo a divertirse, a sabiendas de que, haciendo bien su trabajo y con su picardía natural con el balón, los resultados llegarán solos, así como le han llegado estos últimos años.
La historia de la fuengiroleña Natalia Padilla Bilas es peculiar. Ella es nacida y criada en el barrio de Los Boliches. Su padre, de ascendencia marroquí, tiene nacionalidad estadounidense, aunque haya pasado (y sigue pasando) la mayor parte de su vida en Fuengirola, y su madre es polaca, pero también residente en la provincia. Esta última llegó a ser internacional en baloncesto y su padre fue futbolista. Además, su abuelo fue otra institución en su país, llegando a ser presidente de la Oficina de Cultura Física y Turismo de Polonia (actualmente Ministerio de Deportes y Turismo), además de seleccionador nacional femenino de baloncesto.
No cabía otro futuro en esa casa para la pequeña Natalia, que heredó la pasión por el deporte, y lo más importante, el talento. A día de hoy, es la que más lejos ha llegado en su familia. Canterana del Málaga, con el que llegó al primer equipo, optó por marcharse muy joven al extranjero. Lo hizo en 2020, con 18 años, cuando cambió la camiseta blanquiazul por el Servette suizo, un equipo muy joven pero con gran futuro y, sobre todo, con el que dio los primeros grandes pasos de su carrera: debutó en la Champions, levantó una Liga y una Copa de Suiza y, en su segunda temporada en el equipo, fue la 'pichichi' de esta Primera División, con 21 goles en Liga, además de otros 6 en la Copa.
Su progresión ha sido tan rápida que, a sus 20 años, ha recibido una de las llamadas más importantes que toda gran futbolista puede recibir: la del quinto mejor club femenino según el 'ranking' UEFA. «Estaba en Málaga de vacaciones y mi representante me contactó diciéndome que el Bayern de Múnich estaba interesado en mí. No me lo podía creer: 'Perdona, ¿me lo puedes repetir? ¿Qué equipo?'», relata entre risas. Era una oferta que no podía rechazar, además porque ya estaba buscando nuevos destinos para seguir creciendo. «Llevaba un tiempo decidiéndome. Si hubiéramos ganado la Liga y hubiéramos entrado en Champions, quizá me hubiera quedado, pero yo sentía que quería más. Suiza es una buena liga para dar el salto a otras ligas europeas, como un trampolín, pero ya quería subir aún más el nivel», reconoce la fuengiroleña.
Un sueño
El día que llegó, junto a su novia y a su padre, a las instalaciones del Bayern para firmar su contrato, fue uno de los más felices de su vida. «Él que es muy futbolero estaba encantado, lo vive más que yo. Siento que yo estoy cumpliendo el sueño que él tuvo de pequeño», relata. Eso sí, el contrato también es peculiar. El laureado club alemán fichó a Natalia Padilla por tres temporadas (hasta 2026), pero decidió cederla a otro conjunto de la Bundesliga la primera campaña. Una decisión que entendió a la perfección la delantera. «El pasar del Servette al Bayern es un salto grande, de hecho, yo creo que ahora mismo en el Bayern no jugaría, así que me dieron la opción de cederme al Köln y me pareció bien para ir adaptándome a la liga alemana», valora.
Eso sí, aunque ahora compita con un equipo más modesto, reconoce que la Bundesliga es mucho más exigente. «Se nota que jugamos en la Bundesliga, aquí los niveles de entrenamiento, competitividad y exigencia son más altos», cuenta. Su inicio de temporada está siendo especialmente ilusionante para ella. Debutaron en Liga con victoria ante el Leipzig y este lunes se medirán nada menos que el Bayern. Además, la malagueña, que es internacional absoluta con Polonia (lleva acudiendo con esta selección desde la categoría sub-17), fue clave en las victorias del combinado en su estreno en la Nations League, hace sólo unos días.
Está motivada, ilusionada y preparada para brillar. «Voy a darlo todo para enseñarles lo que una hispano-polaca puede hacer. Espero dar todo de mí y que el Bayern no se arrepienta de la decisión que ha tomado. Creo que estos dos o tres años serán muy importantes para mí. Yo estoy tranquila, confío en el trabajo, pero tengo que pisar fuerte y dar lo mejor de mí», asegura, a la vez que prefiere no pronunciarse sobre el 'caso Rubiales'. Su confianza, destreza e inteligencia en el juego son sus mayores bazas; ahora sólo le queda explotarlas para seguir demostrando al mundo de lo que es capaz.
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