Melero López cuenta cómo se prepara en la cuarentena un árbitro de Primera División
«Seguimos teletrabajando para aguantar el ritmo cuando esto se aclare», afirma el colegiado malagueño
«Yo tenía designado el Leganés-Valladolid, una lucha por el descenso. Fue cuando se suspendió la jornada y antes de que se decretara ... el estado de alarma ya nos vinimos a esta casa de campo que tenemos para estar en un lugar con algo más de espacio. Y aquí estaremos mientras dure todo esto». Así comienza el relato de su confinamiento Mario Melero López, árbitro malagueño de Primera División que antes de que estallara la crisis por el coronavirus había alcanzado los 101 partidos en la máxima competición del fútbol. Y eso lo convierte ahora mismo en el tercer colegiado de Málaga con más encuentros de Liga dirigidos tras Martín Navarrete (162) y López Nieto (231).
Descuelga el teléfono en una finca familiar de Los Pedroches, donde se encuentra con su mujer y su hija pequeña (de sólo unos meses) «totalmente aislados» y sólo salen para hacer las compras necesarias. Desde allí contempla los acontecimientos mientras sigue conectado a su trabajo de árbitro, al que se dedica plenamente. De momento queda aparcada su vocación de profesor de Educación Física. Como gran parte de la población, conserva una gran incertidumbre: «Como todo el mundo, preocupado y siguiendo las noticias para ver cómo avanza. Totalmente aislados y aprovechando el tiempo para hacer cosas. Afortunadamente, nadie de mi entorno ha tenido problemas con el coronavirus», asegura con alivio.
Mantenerse activos
Las condiciones que les ofrece la finca está haciendo más soportable el actual periodo de preocupación. «Aquí tengo un poco de espacio para hacer ejercicio al aire libre dentro de la parcela. Nos intentamos mantener activos en casa, tenemos un pequeño huerto con acelgas, y también vamos al gallinero a coger huevos... Y jugar con mi pequeña, que apenas tiene siete meses, y está en pleno crecimiento. Eso sí es muy bonito. Luego intento leer mucho. Primero repaso unos cuadernos que voy haciendo en cada uno de los viajes que tengo. Y ahora voy a ponerme con 'Cien años de soledad' de Gabriel García Márquez, un clásico que tenía muchas ganas de leer y ahora tengo tiempo para ello», cuenta Melero López, que no ha dejado de trabajar. Ahora teletrabaja, como el resto de los árbitros de la élite.
«Echo de menos el fútbol. Y sigo entrenando y teniendo conferencias con el Comité. Nos hacen exámenes de reglamento también. Todo para seguir activos. Desde el Comité Técnico de Árbitros nos manda exámenes y vídeos para seguir preparándonos. También tenemos que mandar los entrenamientos físicos que hacemos a los preparadores. Hay que estar preparados para el día que se retome. Esperemos que sea lo antes posible. Lo que intentamos hacer es mantener el ritmo de trabajo diario que teníamos. Debatimos sobre jugadas y hacemos pruebas de reglas de juego, de protocolo del VAR. También vemos jugadas nuestras. Seguimos teletrabajando», expone y obvia hacer cualquier elucubración sobre la vuelta a la normalidad.
Exámenes de reglamento
Entrando en detalles, accede a comentar una de las principales controversias de este primer año a pleno rendimiento con el videoarbitraje: las manos. «Seguimos estudiando lo que se lleva comentando todo el año. Las que son punibles, las que están por encima del hombro y en una posición que no es natural. Y luego, ¿cúales no son manos? Pues intentamos hacer hincapié en unificar criterios pero luego cada caso es diferente, tiene sus matices, y es muy complicado», comenta rogando comprensión.
«Entrenamos y hacemos videconferencias con el Comité, que nos manda exámenes de las reglas y debatimos sobre jugadas»
«Parece de película lo que estamos viviendo. Creo que después de esto vamos a crecer como sociedad»
Pero es directo en una cuestión fundamental: «Seguro que vamos a poder (los colegiados) seguir el ritmo en cuanto esto se aclare. Pero lo importante es que esto se aclare. Lo otro es secundario ahora mismo», afirma y redirige. «Parece de película que estemos viviendo esto. El país está sufriendo mucho y lo sigo con mucha preocupación porque mucha gente se está quedando por el camino. Creo que después de esto vamos a crecer como sociedad y valorar que antes teníamos y que con el confinamiento hemos perdido», reflexiona.
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