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Zidane, en su presentación con el Real Madrid. Efe
La vuelta de Zidane cambia el gesto al vestuario

La vuelta de Zidane cambia el gesto al vestuario

El francés tendrá que tomar decisiones sobre el futuro de jugadores como Bale, Isco, Marcelo o Ceballos y su carisma podría ayudar a la llegada de MBappé, Pogba y Hazard

Javier Varela

Madrid

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Martes, 12 de marzo 2019

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De Zinedine Zidane a Julen Lopetegui, pasando por Santiago Solari… para acabar de nuevo con Zidane. En nueve meses, el Real Madrid ha contado con tres entrenadores para terminar donde empezó, en la casilla de salida aunque con la diferencia de que ahora tendrá mando en plaza. Desde que el técnico francés decidiera dar un paso al lado y dejar el equipo, los jugadores han vivido en una montaña rusa de emociones y resultados en la que ha habido decisiones controvertidas, tensiones, roces, enfrentamientos, malas caras, broncas, menosprecios e incluso un expediente.

La marcha de Zidane el 31 de mayo fue acogida por varios jugadores del Real Madrid como una bocanada de aire fresco y para otros como un disgusto. Los primeros no habían tenido la mejor relación con el francés y Zidane no es de los que se casa con nadie. Y los segundos se veían huérfanos del técnico que les había defendido a capa y espada. Varios que pasaron apuros con Zidane se convirtieron en imprescindibles con Julen Lopetegui. Algunos volvieron al ostracismo con Solari y a esa lista de imprescindibles se incorporaron otros.

Ahora tiene por delante once partidos que servirán para que el francés tome nota de sus jugadores y empiece a tomar decisiones

Ya se sabe que cada maestrillo tiene su librillo, pero la llegada de Zidane es un golpe en la mesa de la directiva. En su segunda etapa tendrá poder para tomar decisiones y afrontar esa posible limpia que otros cuando volvieron por una situación crítica (Miguel Muñoz, Di Stefano, Toshack, Beenhaker o Capello) no pudieron completar... y eso no les ayudó porque ni siquiera igualaron su primera época. «Vamos a cambiar cosas. Tenemos que cambiar para el próximo año, pero no se trata ahora de eso, he vuelto y tenemos tiempo para hablar con el presidente y el club para lo que se puede hacer», avisó en el primer día de su vuelta.

La 'limpia' de la segunda etapa

Con estas palabras Zidane dejó claro en su presentación que llega con el objetivo de no repetir los errores del pasado y con la libertad otorgada por Florentino Pérez de conformar una plantilla a su gusto. Ahora tiene por delante once partidos que servirán para que el francés tome nota de sus jugadores y empiece a tomar decisiones, aunque algunas ya las tiene asumidas, sobre alguno jugadores que ya quedaron señalados en su anterior etapa o con Julen Lopetegui y Santiago Solari. Cada uno sabe lo que hizo en el pasado con el francés en el banquillo y lo que ha aportado tanto con el técnico español como con el argentino. Ahora, antes del partido con el Celta y tras volver a los entrenamientos, es el momento de analizar la situación que vive cada jugador, aunque hay cinco nombres propios sobre la mesa.

Llega con el objetivo de no repetir los errores del pasado y con la libertad otorgada por Florentino Pérez de conformar una plantilla a su gusto

Gareth Bale

Ya dejó claro el galés tras la Champions conquistada en Kiev, tras marcar dos goles en la final, que era Zidane o él. Aunque tuvieron una relación profesional durante los dos años y medio en los que coincidieron, el desgaste entre ambos hacía imposible un año más juntos como dejó claro en una entrevista en 'Four Four Two': «Zidane y yo no éramos los mejores amigos». Con la marcha de Cristiano se apostó a que Bale fuera el jugador bandera del nuevo Real Madrid, pero no ha sido así. El rendimiento que ha ofrecido el galés esta temporada no invita además a que Zidane cambie de opinión sobre él y su salida parece más cercana que nunca a pesar de que su representante, Jonathan Barnett, asegurara la semana pasada que Bale no piensa en un traspaso. Bale con Zidane jugó 82 partidos, el 40 por ciento de los minutos.

Dani Ceballos

El sevillano vivió un infierno con Zidane en el banquillo. Apenas contó para el francés –jugó 899 minutos repartidos en 22 partidos- y fue víctima de uno de los detalles más feos de Zidane como entrenador del Real Madrid. En la de ida de la Copa del Rey ante el Leganés, el galo dio entrada al centrocampista a falta de 29 segundos para el pitido final. Luego se disculpó, pero aquel momento supuso un antes y un después en la relación de ambos. Aunque no contaba con él, frenó su salida en el mercado de invierno y meses después de su marcha, Ceballos fue claro: «Hubo un momento de la temporada que Kroos y Modric estaban lesionados y él cambiaba el sistema para poner a otros jugadores. Si seguía Zidane estaba claro que tenía que buscar una salida», confesó.

Isco

El malagueño pasó del cielo –con Julen Lopetegui en el banquillo- al infierno con la llegada de Santiago Solari. En los 32 partidos con el argentino se quedó fuera de la convocatoria en cinco ocasiones (9 si se suman en las que tuvo molestias), en siete vio todo el partido en el banquillo, en 13 entró como suplente y solo en tres fue titular. Con Zidane también tuvo sus altibajos: aunque fue titular en dos finales nunca terminó de convencer al francés por su inconstancia y esa forma de trabajar de Isco que siempre parece que puede dar más. Aunque jugó 114 partidos con Zidane, sólo disputó el 48 por ciento de los minutos. Esto, junto con la indisciplina con Solari que le costó un expediente, puede ser el clavo al que se agarre Zidane para no contar con él. Del propio Isco depende revertir la situación.

Kylian MBppé, con el PSG. Afp

Tres objetivos prioritarios

Y si tendrá poder absoluto en las salidas, no será menos en las llegadas. Muchos han sido los nombres que han sonado en los últimos meses para reforzar el plantel blanco, pero Zidane es un hombre con las ideas claras y tiene varios nombres en su cabeza. Entre sus prioridades hay tres nombres, dos franceses y un belga: Kylian MBappé, Paul Pogba y Eden Hazard. El francés del PSG parece el objetivo prioritario de Zizou, al que ya intentó fichar el verano de 2017. Florentino Pérez, horas después de presentar a su nuevo entrenador bromeó sobre la posibilidad de que pudiera interceder en un posible fichaje del delantero: «Él, que es francés y se lleva bien con Mbappé, podría hacer algo».

En el caso de Pogba, Zidane siempre ha demostrado por gusto por el centrocampista, del que ha dicho «que lo tiene todo» y que «en términos de cualidades futbolísticas, es extraordinario». En 2016 ya se intentó su fichaje cuando estaba en la Juventus y su salida del United ahora podría ser más factible, si el conjunto inglés -que ha mejorado con un Solskjaer que sigue de interino- no asegura una plaza para la próxima Champions. Algo similar ocurre con Hazard, que finaliza contrato con el Chelsea en 2020 y a pesar de la sanción al conjunto 'blue' de fichar en los dos próximos mercados, el club londinense estaría dispuesto a negociar su salida como única manera de conseguir dinero por el belga. Zidane ya le pidió en su primera etapa en el banquillo y Hazard siempre ha dejado claro su deseo de jugar de blanco.

Marcelo

El brasileño es el gran beneficiado, a priori, de la llegada de Zidane. Si con el francés era titular indiscutible –fue el quinto futbolista con más partidos en la primera etapa del francés- esta temporada apenas ha entrado en los planes de Lopetegui y, sobre todo de Solari. Sólo ha jugado 25 partidos en lo que va de campaña y ha visto como un canterano como Sergio Reguilón le ha quitado el puesto. Sus errores en partidos puntuales –ante el Girona incluso fue cambiado- y su mala forma física hizo que Solari le dejara en el ostracismo en los últimos partidos. La llegada de Zidane puede ser un bálsamo para él e incluso en 'A Bola Brasil' afirman que Zidane quiere hablar con él para frenar su posible salida a la Juventus ya que tiene contrato.

Keylor Navas

El costarricense era el portero de Zidane. Lo dejó claro con el pulso que echó al presidente con el 'caso Kepa' y que fue uno de los motivos por los que el francés decidió marcharse. Durante las dos temporadas y media que coincidieron, el 'tico' disputó 110 partidos, siendo el portero indiscutible en Liga y la Champions, ganando tres 'orejonas', una Liga, una Supercopa de España, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. La llegada de Courtois le ha condenado al ostracismo y le había hecho plantearse abandonar el equipo si la situación continuaba. Ahora, con Zidane en el banquillo, sabe que tendrá un valedor, aunque el francés tendrá complicado sentar a Courtois, fichaje del presidente.

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