El Málaga y Míchel ya respiran mejor

El equipo malagueño tiene seis puntos menos que el coruñés, por lo que ganar sería muy importante para no verse descolgado aún más de un adversario directo en la zona baja.

El Málaga cuenta con unas estadísticas muy desfavorables en los primeros once partidos de liga, con seis goles a favor y veintitrés en contra, y espera que el parón en la competición por los encuentros de selecciones haya servido para corregir muchas cosas.

El Málaga y el Deportivo se han enfrentado en dieciséis ocasiones en La Rosaleda, catorce veces en Liga y dos en la Copa del Rey, con seis victorias locales, ocho empates y dos partidos ganados por los visitantes.

El entrenador del Málaga, José Miguel González 'Míchel', tiene la baja de José Recio por sanción, por lo que tendrá que recomponer el centro del campo con la opción de que el argentino Esteban Rolón sea el sustituto.

En compensación a esa ausencia, el delantero uruguayo Diego Rolan podría ser una de las novedades tras dos partidos ausente por lesión.

El Deportivo pretende encontrar este domingo en La Rosaleda ante el Málaga la tranquilidad que le aportarían los tres puntos para alejar a diez a un rival directo, certificar el cambio de dinámica con Cristóbal Parralo como entrenador y romper una barrera que se le resiste desde hace más de dos años.

Ese es el tiempo que lleva el conjunto gallego sin enlazar dos triunfos a domicilio, un periodo al que podría poner fin si gana al Málaga después de haber sumado en su anterior desplazamiento la primera victoria de la temporada como visitante (1-3 ante la UD Las Palmas).

El Deportivo inició en Canarias un camino nuevo que refrendó con buena imagen y sensaciones positivas, pero con derrota, ante el Atlético de Madrid (0-1) antes del tercer parón del campeonato por los partidos de las selecciones nacionales.

Los coruñeses son conscientes de la trascendencia que le ha dado el Málaga al partido por su delicada situación en la clasificación y han abogado por ponerle también al encuentro el calificativo de final, igualar la intensidad de los locales y tratar de aprovechar su necesidad para dar un golpe sobre la mesa.

Tendrá que hacerlo, eso sí, con la baja de un fijo en el once, el lateral derecho Juanfran Moreno, que está lesionado y cederá su puesto a Gerard Valentín, incorporado el pasado verano procedente del Nàstic de Tarragona, de LaLiga 1/2/3.

El jugador catalán solo ha disputado siete minutos en la máxima categoría, en la que debuta esta temporada, y afrontará un examen ante el Málaga con el objetivo de demostrar que puede hacerse un hueco en los planes de Cristóbal.

El técnico optará por repetir los otros nueve jugadores de campo que actuaron de inicio ante el Atlético de Madrid y la única duda está en la portería con la vuelta de Rubén Martínez a las convocatorias tras dos meses y medio de ausencia por una lesión en el pulgar de la mano derecha.

El guardameta, que obtuvo el alta médica el viernes, podría regresar al once en detrimento del internacional rumano Costel Pantilimon para tratar de zanjar el debate en un puesto clave que ha generado muchas dudas esta temporada.

Los que no se han recuperado a tiempo para el partido son el delantero Adrián López, con una lesión de hombro, y el extremo Carles Gil, que se repone de la pubalgia que le obligó a pasar por quirófano en septiembre.

El Málaga, que afrontó la duodécima jornada de LaLiga Santander como colista, logró su segundo triunfo de la temporada al superar en La Rosaleda al Deportivo por 3-2 tras remontar un 1-2 adverso y gracias al delantero Borja Bastón, autor del tanto definitivo en los últimos minutos del choque.

El equipo blanquiazul con la presencia del delantero uruguayo Diego Rolan en el once titular, que reaparecía junto con el venezolano Adalberto Peñaranda, buscó esa segunda victoria del campeonato en su intento de la última posición.

El Deportivo, con siete puntos mas que el Málaga, llegó con menos presión que los locales y a medida que los minutos transcurrieron el dominio fue suyo.

Pese a ello, en un córner lanzado por el centrocampista uruguayo Chory Castro llegó el gol del Málaga, tras pasearse el balón por el área del equipo gallego y el control realizado por el lateral derecho venezolano Roberto Rosales lo finalizó con un disparo cruzado que batió a Rubén.

El Málaga se encontró con el gol ante un Deportivo, que parecía que tenía controlando el encuentro y que se vio sorprendido por esa acción, que tampoco le trastocó los planes, porque se fue a por el empate.

La igualada llegó en el minuto 22 con un centro por la derecha del costarricense Celso Borges, que cabeceó Lucas Pérez adelantándose a su defensor.

A partir de ese momento incertidumbre defensiva del Málaga y algunas acciones de los dos equipos en ataque, que no fueron finalizadas ni por Peñaranda, Baysse ni Lucas Pérez.

El Deportivo hizo un cambio tras del descanso, el central Sidney se quedó en el vestuario con algún problema físico, y salió en su lugar un exmalaguista como Raúl Albentosa.

El Málaga, con muchas lagunas en el centro de la defensa y en el medio campo, lo pagó caro con un contragolpe iniciado por el central suizo Schar, que no definió Lucas Pérez por la oposición del guardameta Roberto, pero el rechace le llegó al defensor, que empujó el balón para poner el 1-2.

Los locales sufrieron un golpe muy duro que hizo reaccionar a su técnico, Míchel González, quien refrescó el equipo con las inclusiones de Juanpi y Ontiveros y posteriormente Borja Bastón.

Los cambios sirvieron porque cuando nadie lo esperaba y con algo de suerte, un centro de Ontiveros la defensa visitante no logró despejar y en la misma línea de gol el uruguayo Chory Castro tocó lo justo para que el balón entrara y empatara el partido.

El partido cambió y el público metió al equipo de nuevo en la vorágine del choque, que con empuje intentó desarbolar al Deportivo, y así una exquisitez de Juanpi, con un pase excepcional, habilitó a Borja Bastón, que a la salida de Rubén, con un toque sutil y raso, marcó el gol de la victoria.

Este triunfo, el segundo de la temporada, le sirve al Málaga para pelear de lleno en la zona baja de la tabla, de la que el Dépor no sabe distanciarse.