El Betis suma su cuarta victoria seguida y se aupa a la quinta plaza

El Betis de Quique Setién llega a un Villamarín con el 'no hay billetes' colgado para refrendar una racha de tres victorias consecutivas que lo han aupado al sexto puesto y lo hace ante un rival necesitado de puntos para seguir en la pomada europea tras no ganar desde el 28 de febrero al Villarreal y haber sumado dos de los doce últimos en disputa.

Sin embargo, la presencia en el verde de Heliópolis de Inui, a quien ya sitúa en el Betis hasta el presidente de la LFP, Javier Tebas; y la ausencia de Adán, por una operación que se ha vinculado a problemas en su renovación, han dado ambiente a las previas de un partido en el que ambos contendientes se juegan mucho.

Los de Setién vienen de ganar en Getafe (0-1), de situarse en puestos europeos con 46 puntos y de enlazar un nueve de nueve que el cántabro querrá completar con un póker de victorias, para lo que se encomendará al grueso de los once que le dieron la victoria en el Alfonso Pérez con la excepción de su portero titular en los treinta partidos de Liga.

El Betis habrá de contrarrestar la presión alta anunciada por los de José Luis Mendilíbar y hacer valer su juego de tocar y macerar los partidos hasta encontrar el hueco, para lo que su entrenador podría proseguir con su defensa de tres con dos laterales largos, Antonio Barragán por la derecha y Júnior Firpo por el otro costado.

Aïssa Mandi, Marc Bartra y Jordi Amat pueden conformar una zaga que ha ganado en consistencia y salida del balón con la llegada del internacional español, quien tendrá por delante al mediocentro Javi García; al faro del mediocampo verdiblanco, Fabián Ruiz; y al mexicano Andrés Guardado, como opciones más probables.

El santanderino, con las opciones en punta de Loren Morón o de su máximo goleador Sergio León (10), podría jugar en la zona de enlace con las opciones de Ryad Boudebouz, el capitán Joaquín Sánchez o darle minutos a Cristian Tello, lo que entra dentro de la lógica de rotaciones que suele poner en práctica Quique Setién.

El Eibar trata de reafirmar el sueño de obtener, por primera vez en su historia, la clasificación para disputar una competición europea. Los armeros cuentan con 40 puntos tras el empate a cero cosechado la semana pasada en el derbi guipuzcoano contra la Real Sociedad, lo que les separa en seis puntos del sexto puesto, que ocupa precisamente el Betis con 46.

Dar la campanada y vencer en el Benito Villamarín otorgaría a los de Mendilibar la posibilidad de apretar la lucha, en la que están involucrados muchos equipos, y mantener sus esperanzas por ascender a una posición que le permita disputar la Liga Europa la próxima temporada, un objetivo del que, no obstante, Mendilibar, no quiere ni oír hablar.

Para vencer deberá superar las bajas de sus delanteros Sergi Enrich y Charles, quien se rompió las costillas contra la Real Sociedad y se perderá todo lo que resta de temporada.

El conjunto armero acude al Villamarín con otra ausencia importante, la del centrocampista defensivo Pape Diop, que vio la quinta amarilla el pasado encuentro ante al Real Sociedad.

El entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, ha convocado a Imanol Sarriegi y Francesc Regis, dos jóvenes del filial, para completar la convocatoria.

El Real Betis sumó su cuarta victoria consecutiva (2-0) y se aupó a la quinta plaza de la clasificación de manera provisional, a la espera del resultado del próximo lunes entre el Villarreal y el Athletic, mientras que el Eibar sigue sin carburar y pierde muchas de sus opciones europeas.

El equipo hispalense se impuso con claridad y siempre tuvo controlada la situación ante un rival que propuso poco en el ataque y que nunca vio opciones de sacar algo positivo del Benito Villamarín.

Comenzó el partido con un resultado interesante para ambos en sus intentos de jugar la próxima temporada competición europea, pues el Sevilla, séptimo clasificado, había perdido (4-0) en el campo del Celta, que se mete en la pelea para aspirar a las posiciones continentales.

El Eibar, en una racha de pobres resultados, tuvo que recomponer en el campo bético su alineación ante las significativas ausencias de sus delanteros Sergi Enrich y el brasileño Charles, además de la del centrocampista defensivo Pape Diop, éste sancionado.

Pese a ello, el técnico del conjunto guipuzcoano, José Luis Mendilibar, no optó por utilizar desde el inicio al centrocampista japonés Takashi Inui, al que se le vincula con el Betis para la próxima temporada.

Quique Setién, por su parte, dispuso como gran y obligada novedad, debido a que el meta Antonio Adán se operó esta semana de una lesión de pubis, la del portero gallego Dani Giménez, quien, después de jugar esta campaña solo los dos partidos de la Copa del Rey ante el Cádiz, debutó en LaLiga.

Salió el Eibar adelantado, con una presión cerca del área bética, pero el Betis tardó solo poco mas de un cuarto de hora en solucionar las complicaciones en las que le ponía el rival y primero Cristian Tello y poco después Marc Batra empezaron al meterle el miedo al equipo visitante.

Fue el preludio del tanto de Sergio León, que volvió a ver portería (m.21) como lo hizo en la jornada anterior en el 0-1 en el campo del Getafe y con los que ya suma once en LaLiga.

El 1-0 le dio mas fuerzas al equipo sevillano para buscar con ganas el segundo ante un adversario al que le costó reaccionar frente al ímpetu de los verdiblancos, pero lo consiguió conforme avanzó la primera parte y empezó darle la oportunidad a Dani Giménez de reivindicar su titularidad.

También esa circunstancia le dio al Betis opciones de salir rápido a la contra y que el partido entrara en la recta final del primer período más abierto y con aproximaciones a ambas áreas.

La segunda parte no pudo empezar peor para el Eibar, pues a los cinco minutos de la reanudación una incursión por la derecha de Antonio Barragán acabó con un despeje defectuoso del central Anaitz Arbilla que acabó con el balón en su meta.

Se le puso complicado a los de Mendilibar, quien hizo ingresar al campo a Inui y a Ander Capa para intentar reaccionar en un aspecto ofensivo que tenía muy perdido pero que nunca recuperó hasta la conclusión del choque.