El Atlético destroza al desnortado Sevilla y asalta el podio liguero

El estreno de Memphis en la titularidad invitó a la ilusión con doblete y golazo incluido y la buena puesta en escena del ex del Barça la rubricaron otra diana de enorme belleza de Griezmann, Carrasco y Morata, que puso la puntilla con otro doblete particular y desnudó todas las flaquezas de un adversario en crisis, metido de lleno en la lucha por evitar el descenso.

Demasiado rival para un Sevilla que tendrá que ponerse el mono de trabajo para mantener la categoría. Quién lo ha visto y quién lo ve. Y es que sigue penando en Liga esta temporada víctima de una endeblez defensiva evidente. Se equivocó Monchi en la planificación de su defensa tras las sensibles bajas de Koundé y Diego Carlos y eso lo está pagando muy caro.

El conjunto colchonero olió la sangre, dispuesto a asaltar la tercera plaza. Ese es el objetivo claro del conjunto de Simeone, que superaba al mito Luis Aragonés como el técnico atlético con más partidos. Su equipo lo celebró dominando totalmente el encuentro de partida. Pudo adelantarse pronto con un remate al poste de Llorente en una de esas ya clásicas incorporaciones al ataque del madrileño. Mientras, el Sevilla apenas respondía con alguna contra puntual, con En-Nesyri como punta de lanza.

Era cuestión de tiempo que la balanza se inclinase en favor del Atlético en el marcador. Ocurrió en la enésima demostración del naufragio en la medular sevillista. Koke recuperó, Griezmann tiró de calidad para meter el pase decisivo y Memphis condujo con rapidez y definió con aplomo ante Bono. Irreprochable ventaja colchonera.

Estaba descompuesto el Sevilla de Sampaoli con el primer revés cuando Memphis decidió rubricar su primera gran noche rojiblanca con un derechazo inapelable desde la frontal. Fue un misil tierra-aire directo a la escuadra de Bono y también al corazón de un equipo hispalense de papel de fumar. La pequeña reacción de hace unas jornadas se ha quedado en nada y el fantasma del descenso amenaza de nuevo Nervión.

No daba ningún síntoma de rebelión el equipo andaluz cuando la fe de Pape Gueye ganó un balón al espacio y lo puso al corazón del área local, donde En-Nesyri demostró que es un delantero en racha con su quinto gol en los seis últimos encuentros de Liga. Fue la esperanza sevillista que no se vislumbraba justo antes de la pausa.

Una acción puntual le dio algo de vida a un flojo Sevilla, pero otro golazo de Griezmann se la quitó. El francés pareció picarse con Memphis tras el zapatazo del neerlandés en el 2-0 y con su pierna zurda, la buena, le quitó las telarañas a la red de la otra portería.

A la doble ventaja atlética le siguieron de nuevo unos minutos de zozobra sevillista pero ya repuesto del revés, el equipo de Nervión tuvo en la bota derecha de Suso la posibilidad de meterse de nuevo en el partido. Dejó pasar la oportunidad el equipo de Sampaoli y el de su compatriota Simeone lo penalizó con el cuarto, obra de Carrasco tras una carrera de atleta de Llorente por el carril derecho y la prolongación del canterano Pablo Barrios.

Ni de penalti pudo Rakitic recortar la enorme distancia, aún más contundente tras el doblete de Morata que fue el colofón al festival rojiblanco. Un 6-1 entre dos equipos de Champions en los últimos años, castigo durísimo que pudo ser incluso más severo en un tramo final tétrico del Sevilla, con expulsión incluida de Pape Gueye. Hacía la ola el Metropolitano en la noche en que Simeone pasaba a la historia, hay viejas rencillas con el conjunto hispalense. Sobre el césped hoy por hoy no hay color: el Atlético es ya tercero y su adversario siente de nuevo el terrible aliento que desprende el fantasma del descenso.