Bartomeu, en el ojo del huracán por el 'caso Neymar'

Los titulares de los medios de comuniación echaron humo porque utilizó el nombre de Tito para justificar el sobrecoste de la operación, algo que no es lo que se está denunciando, sino la duplicidad de contratos con trampas fiscales. Bartomeu, sin embargo, en el transcurso de la presentación de la maqueta del futuro Miniestadi en la Ciutat Esportiva, se justificó. «Esa es una muy mala interpretación de mis declaraciones, no me gusta que se juegue con la figura de Tito Vilanova, que ha sido alguien muy importante para este club», dijo.

Es lo habitual en el complicado mundo del Barça. Los que ya hace tiempo que tienen la cruz puesta sobre Sandro Rosell y su sucesor, Josep Maria Bartomeu, interpretan que está aprovechando que Tito Vilanova ya no está vivo para cargarle con la responsabilidad del caso Neymar y de las prisas que hubo para negociar su fichaje, clave para los errores cometidos. Los que que creen en ellos se agarran al contenido de esa grabación a la que ha tenido acceso la Ser para poner en duda que se pueda hacer una interpretación tan rotunda.

El abogado del Estado Edmundo Bal pregunta a Bartomeu lo siguiente: «¿Qué razón técnica hay para adelantar el fichaje de un jugador cuando en la temporada 2012-13 ganaron ustedes la Liga? Permítame que le diga, yo no soy del Barça, pero me gusta mucho el fútbol y el Barça era una máquina de jugar a fútbol». La cuestión admitiría muchos comentarios. Edmundo Bal se olvida del 7-0 global encajado ante el Bayern en la semifinales de la Liga de Campeones, una situación que invita a reforzarse para volver a ser alguien en Europa. También reconoce que no es del Barça con poco tacto con las suspicacias que hay respecto a los colores en el proceso. Y se pone en la piel casi de un director deportivo.

El presidente del Barça contesta por esa «razón técnica»: «En una reunión estuve con Tito Vilanova y nos pidió al presidente, Sandro Rosell, y a mí, que era vicepresidente deportivo, si podíamos adelantar la llegada de Neymar un año al club. La intención de la familia Neymar era salir de Santos tras el Mundial de Brasil en 2014, pero la petición de nuestro entrenador fue esa e intentamos atenderla. Y Sandro, que conocía a su padre y tenía una buena relación con él, llegó a un acuerdo». Y fue más concreto: «Tito nos explicó en febrero de 2013, cuando él estaba haciendo terapia de quimioterapia en Nueva York, que quería que saliera Villa y ficháramos a Neymar porque quería un jugador desequilibrante y un central. Nosotros entendimos la decisión técnica. También dijo que si Neymar no podía ser hasta el año que viene, que nos quedábamos a Villa, a quien le quedaba un año de contrato».

Pasión

Ciertamente, el mandato de Bartomeu es tan errático que es bastante lógico culparle de utilizar el nombre de Tito Vilanova para defenderse en el caso Neymar. Pero aceptar esa interpretación implicaría también que el exentrenador azulgrana no pintaba nada, que no se le consultaba y que se fichó a Neymar sin contar con su opinión. Y eso no es cierto porque Tito vivía con pasión e intensidad cada minuto que estuvo como entrenador del Barça y no lo hubiera permitido. Planificaba, pedía grandes jugadores y sí, Neymar le gustaba muchísimo. Si a Bartomeu le preguntaron en el juicio por motivos técnicos, es normal que recuerde la charla técnica con Tito Vilanova. Otra cosa es que la forma de contratarle no fuese legal, si es que fue ilegal, que para eso hay un juicio, sentencias y recursos.

Bartomeu anunció ayer al respecto que están valorando, una vez el juez prosiga con el proceso, hacer una asamblea extraordinaria para explicar a los socios cómo ha ido el tema. «Pero en este caso en concreto -explica-, desde 2011 cuando el Barça intenta fichar a Neymar, es una petición de los técnicos. Sandro Rosell lleva a cabo este fichaje para 2014 y los técnicos en 2013 nos piden si podemos intentar este fichaje y lo conseguimos. En ningún caso Tito es responsable de nada más que de haberlo traído y creo que Tito no se equivocó. En la Audiencia lo único que hice fue decir la verdad. No hay que elogiarme a mí ni a Rosell, fue un acierto de Tito. La valoración que se está haciendo la encuentro com mala intención, no me gusta que nadie juegue con la figura de Tito Vilanova, todos los socios nos mostramos en contra de cualquiera que manche su figura».