Sergio García enciende la luz

El Almería comenzó manejando el peso del partido y disfrutando de las primeras ocasiones, a cargo de Soriano y Mauro dos Santos, a la salida de un córner. Jonathan Zongo y Verza, con dos potentes disparos desde la frontal, obligando a Casilla a lucirse.

El Espanyol, por su parte, disfrutó de dos llegadas en las que ni Caicedo, primero, ni Sergio García, después, llegaron a rematar sendos centros, cuando se encontraban en una inmejorable posición para haber abierto el marcador. Más cerca estuvo aún en un disparo de Colotto a la salida de un saque de esquina, pero Hemed, en tareas defensivas, sacó el balón en la misma boca de gol.

En el minuto 33 el partido sufrió un giro con la expulsión del visitante Arbilla. El lateral del Espanyol, que había visto una cartulina a los 18 minutos en un forcejeo con Trujillo, derribó a Édgar cuando este le superaba por velocidad y dejó a su equipo con un jugador menos cuando parecía disfrutar de sus mejores minutos.

Los rojiblancos, con uno más sobre el césped, volvió a hacerse con el control y rondó el gol, pero Soriano, de tacón, no encontró portería y luego fue Hemed, solo ante Casilla, quien marró una clarísima ocasión.

La superioridad numérica local se tradujo a la vuelta de los vestuarios en el primer gol de la noche. Fue en el minuto 53, cuando Soriano cruzó ante Casilla después de una gran jugada individual de Édgar, quien se había recorrido todo el carril izquierdo dejando atrás a cuanto defensor le había salido por el camino.

Tras el gol, un parón de diez minutos, a causa de un fallo eléctrico en uno de los sectores del Estadio de los Juegos Mediterráneos, enfrió el juego, y el Espanyol comenzó a acercarse con algo más de incertidumbre al área rival en busca del empate.

Este llegó en el último suspiro, con un remate de Sergio García 41 segundos más tarde de los tres minutos de prolongación que había dado el colegiado.