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Haaland pugna con Rüdiger en una acción del partido. Thomas Coex / AFP
El Madrid seca a Haaland en su primer día en el Bernabéu
Semifinal / Ida

El Madrid seca a Haaland en su primer día en el Bernabéu

El noruego fue anulado por el gran trabajo defensivo de Rüdiger y apenas ejecutó un par de remates fáciles para Courtois

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Martes, 9 de mayo 2023, 23:07

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No era un día cualquiera para el mejor delantero del mundo. Erling Haaland pisaba por primera vez el césped del Santiago Bernabéu y lo hacía en unas semifinales de la Liga de Campeones, nada más y nada menos que ese territorio en el que se ha forjado la leyenda del coliseo de La Castellana. Se esperaba con expectación la puesta en escena del máximo goleador de la Champions, del hombre que ha roto esta temporada todos los registros goleadores en la exigente Premier League inglesa.

Llegó relajado al templo madridista, sin aparentes síntomas de ansiedad o intimidación, pero había un hombre encargado de torcer el guion soñado por el ariete nórdico. Rüdiger fue el encargado de amargar la tarde al vikingo foráneo y desde el primer minuto se vio que el alemán sería expeditivo en su misión de enseñar al rival más temido cómo se las gasta Chamartín en el Viejo Continente.

El central abandonó su posición habitual para encimar al gran peligro 'citizen' en cualquier acción. Mientras, en el lado contrario Benzema intervenía menos pero con su habitual lirismo, mediante una plástica cesión de taconazo a Vinicius para que el brasileño explotase su velocidad al espacio.

Haaland reclamó tímidamente un hipotético penalti de Carvajal justo antes de ensayar su primer disparo, un remate de zurda centrado, fácil para Courtois. Sin solución de continuidad testó de nuevo los solventes reflejos del belga, esta vez de cabeza tras un centro de Grealish desde el costado izquierdo del ataque inglés. Pintaba bien la noche pero hasta ahí llegó casi todo el bagaje ofensivo del enemigo público número uno y a la vez objeto de deseo del madridismo.

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Con una posesión netamente inglesa, el ataque local apareció con cuentagotas. Ahí estaba Benzema, donde tiene que estar un ariete, cuando Vinicius desarboló por primera vez al más puro estilo Vinicius a Kyle Walker para servir al corazón del área. Rúben Dias estuvo atento al cruce para evitar el gol del francés pero la jugada le dio oxígeno a un Madrid dominado.

Gestos de frustración

Otra cosa fue lo que ocurrió tras el gol de Vinicius, pues el dominio cambió de bando y Haaland pasó totalmente inadvertido hasta el descanso. Ya en la reanudación, Benzema lució en una sucesión de paredes al borde del área con Vinicius y Carvajal mientras Haaland se desgastaba tratando de ganar algún balón aéreo. El noruego encontró por una vez los espacios que tanto le gustan pero Alaba estuvo fantástico en la porfía para desviar el zurdazo del delantero.

Fue un oasis en medio del desierto por el que atravesó Haaland durante casi todo el partido. Bajó a recibir muy lejos del área blanca, claro síntoma de que el Madrid y especialmente Rüdiger estaban anulando sus mejores virtudes. Sin confianza, el atacante nórdico estuvo errático en el juego asociativo, que no es ni mucho menos su gran virtud, y dio muestras de desesperación en algún gesto de frustración.

Estuvo más cerca del gol Benzema, que tras el empate de Kevin de Bruyne se topó con una mano salvadora de Ederson en un cabezazo al segundo palo. Sin embargo, el duelo de grandes delanteros en el primer asalto en el Bernabéu acabó en combate nulo. El Etihad dictará sentencia.

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