El Inter menos acorazado también sobrevive a un intercambio de goles

Como en Múnich, el Bayern asumió el control de balón con el reto de romper la sólida muralla interista. Planteamiento muy ofensivo del conjunto germano, obligado a ganar en el Giuseppe Meazza, pero el líder de la Serie A aguantó sin demasiado sufrimiento el arreón inicial.

Hasta el descanso el duelo respondió a lo esperado con el Inter de por medio, pero con un delantero de la talla de Harry Kane, el Bayern se guardaba el as bajo la manga. Dimarco concedió espacio y el inglés armó un disparo cruzado inapelable para igualar la eliminatoria al inicio de la segunda parte.

El disgusto le duró lo justo al equipo lombardo, pues Lautaro volvió a ser el más rápido del lugar para golpear de puntera un balón rechazado tras un saque de esquina. La reacción del Inter fue furibunda, ya que sin tiempo para la reacción dio la vuelta al marcador otra vez después de un córner, que el ex del Bayern Pavard envió de testa a la red.

Parecía tocado y hundido el Bayern, que sin embargo sacó su orgullo de campeón para aferrarse a la vida con el tanto de Dier. El Inter, menos acorazado que de costumbre, no tuvo el oficio de otras ocasiones, pero finalmente aguantó con apuros un valioso empate que implica una cita con el Barça en semifinales.