Lewandowski comanda otra escabechina del Bayern

El veterano cancerbero se ha perdido el último mes de competición por una operación en la rodilla derecha que ha hecho mucho daño al campeón de las nueve últimas Bundesligas. En su ausencia, el Bayern solo ha sido capaz de derrotar al desahuciado Greuther Fürth y al Eintracht de Fránfort, cayendo derrotado frente al Bochum por 4-2 y empatando a uno con el Red Bull Salzburgo y el Bayer Leverkusen. Cinco encuentros en los que el cuadro bávaro, con Ulreich bajo palos, ha encajado siete tantos y solo ha registrado una portería a cero.

De ahí que el vestuario del Bayern celebre el regreso de Neuer por todo lo alto. «Todos estamos contentos. Cada uno sabe hasta qué punto su papel es importante», aseveró Nagelsmann en la previa del duelo con el Salzburgo. «Cuando Manuel juega, eso cambia el estado de ánimo del adversario. Y con Manuel, podemos esperar siempre que pare balones imparables», corroboró el mediapunta Thomas Müller en vísperas de un choque espinoso.

Tres semanas atrás, el Salzburgo estuvo a punto de dar la campanada en su feudo. Un gol de Adamu al poco de saltar al rectángulo de juego en sustitución de Okafor puso contra las cuerdas al Bayern durante más de una hora. Pero Coman salió al rescate de la escuadra teutona con un tanto en las postrimerías del choque que mantiene igualado el cruce.

El extremo francés volverá a ser una de las bazas del Bayern para confrontar al valiente cuadro austríaco, que ha sufrido muchos contratiempos físicos en las últimas semanas pero acude a la cita con el desparpajo que le caracteriza. Adeyemi, el prometedor delantero formado en la academia del Bayern que está en el radar de los grandes de Europa, volverá a ser la gran amenaza para el conjunto teutón, pese a que atraviesa horas bajas. Solo ha marcado cuatro goles en los once últimos partidos que ha disputado. Pese a ello, su olfato será una prueba de fuego para la cuestionada zaga del equipo de Nalgesmann, donde Süle volverá a formar pareja con el cada vez más discutido Upamecano, ex del Salzburgo por el que los bávaros pagaron 42,5 millones de euros, sin que hasta el momento haya sido capaz de responder a las expectativas.

El Bayern de Múnich pasó el rodillo sobre el Salzburgo y estará en cuartos de final de la Liga de Campeones por vigésima vez en su historia. El 'hat-trick' más rápido en la historia de la máxima competición continental, firmado por Robert Lewandowski en un parpadeo, y otro gol de Gnabry cuando apenas se había rebasado la primera media hora resolvieron un cruce que se le había complicado al conjunto bávaro con el empate a uno registrado en la ida disputada tres semanas atrás, pero que terminó en escabechina.

Porque el equipo de Julien Nagelsmann aplicó su habitual torbellino ofensivo en el Allianz Arena para despejar las dudas que venía arrojando en los últimos partidos y dio un golpe de autoridad que vuelve a consagrarle como uno de los principales favoritos para llevarse a casa la 'orejona' que se entregará el 28 de mayo en el recinto francés de Saint-Denis.

Müller, con un doblete en la segunda parte, y Sané completaron la goleada del Bayern en una sesión de baño y masaje que bajó a la tierra a la escuadra de Matthias Jaissle, valiente como demanda la juventud de su plantilla pero demasiado tierna para semejante morlaco.

No hubo más historia en el fortín del seis veces campeón de Europa que la que escribió Lewandowski con su exhibición de recursos para convertir la vida de los zagueros rivales en un auténtico tormento. Una combinación entre Müller y su principal socio desde hace ocho años que acabó con un latigazo del polaco al que respondió con una soberbia parada Köhn dio cuenta de la voluntad del coloso germano de resolver el pase cuanto antes. Cierto es que, lejos de arredrarse, el Salzburgo replicó con el desparpajo que caracteriza al joven conjunto de Jaissle y Coman tuvo que abortar 'in extremis' un remate de Capaldo tras una buena internada por la izquierda. Pero ahí expiraron las escasas opciones del cuadro austríaco y emergió la figura de un 'killer' irrefrenable.

El polaco le hizo un roto a Wöber, que primero le derribó en el corazón del área cuando el delantero se revolvía y volvió a tirarle después al borde de la línea para que el VAR corrigiese la falta que había señalado inicialmente el árbitro y decretase otra pena máxima que, como la anterior, convirtió el '9' con la serenidad que le caracteriza. A renglón seguido, el ex del Borussia Dortmund definió a placer tras una concatenación de errores de la zaga austríaca para superar por un minuto la plusmarca que ostentaba Marco Simone, quien en 1996 tardó 23 en anotar tres dianas frente al Rosenborg cuando defendía la camiseta del Milan.

A partir de ahí no hubo color. La posibilidad de remontarle tres goles al Bayern en su feudo era quijotesca y Gnabry elevó la renta aprovechando una recuperación de Coman para superar a Köhn con un remate cruzado. Müller aumentó la sangría del Salzburgo al comienzo de la segunda parte con un disparo desde el borde del área al más puro estilo Lewandowski: girándose en una baldosa y soltando un trallazo inapelable junto a la cepa del palo. El mediapunta aumentó la goleada en la recta final con otro zurdazo a pase de Sané y el ex del Manchester City cerró el chorreo tras asistencia de Lewandowski. Kjaergaard había hecho el gol de la honra de los toros rojos, pero los titulares se los llevó el de casi siempre: un Lewandowski que ya contabiliza doce dianas en la presente edición de la Champions y quiere seguir elevando su leyenda.