Suiza cumple pero tendrá que esperar

Para Turquía la realidad es distinta. Dos derrotas en dos jornadas y un balance realizador de -5 sitúan a la selección de Şenol Güneş al borde del KO, dependiendo de una goleada que aún así no es garantía de nada. Después de una brillante fase de clasificación, ganándole en casa a Francia, la campeona del mundo, y con una buena generación de jugadores liderados por el gran momento del goleador Burak Yilmaz, la versión mostrada en la Eurocopa ha sido una gran decepción para un combinado que aspiraba a asaltar al menos la segunda plaza. Ahora, sin prácticamente opciones, pretende dejar al menos un buen sabor de boca en el torneo y de paso intentar un milagro.

Suiza hizo los deberes ante Turquía, pero en un torneo en el que cada gol cuenta, se quedó a un tanto del segundo puesto del grupo A, propiedad de Gales después de su derrota por la mínima contra Italia. El combinado helvético acaba con cuatro puntos y un balance goleador de -1 y tendrá que esperar para lograr el pase a octavos como una de los cuatro mejores terceras, algo que parece factible.

Por su parte Turquía, que hace las maletas sin punto alguno en su haber, abrió el tarro de las esencias ya casi sin posibilidades, enrabietada por las ganas de mostrar, aunque fuera en su última cita en la Eurocopa, esas cualidades que se le presumían y no se han visto. Fue estéril. Sommer desbarató en los primeros minutos un fenomenal disparo de Ayhan y se erigió en pesadilla turca. El guardameta helvético, duda hasta última hora después de haber sido padre en las últimas horas, confirmó aquello de que los bebés llegan al mundo con un pan bajo el brazo y desesperó por completo al cuadro otomano, especialmente a Muldur, al que le sacó hasta tres buenas oportunidades.

En la primera parte, el combinado turco mereció, pero Suiza golpeó. El criticado Seferovic, que finalmente partió como titular a pesar de que su rol hasta ahora pedía banquillo, devolvió la confianza a Petkovic y se fabricó un disparo medido de zurda, imposible para Cakir. Cuando un torneo se atraviesa hay poco que hacer y eso le ha pasado a Turquía en esta Eurocopa. Llegó avalado por una gran fase de clasificación, pero se estrelló con estrépito ante Italia y Gales y cuando pareció sacar su mejor versión frente a Suiza, se topó con un gol que frenó por completo cualquier esperanza. Lo siguió intentando el equipo de Günes, hay que reconocerlo, pero a pesar de los méritos el castigo suizo fue de una contundencia extrema. Otro golazo, este de Shaqiri. Ni aún así se vino abajo el equipo otomano, flojo en defensa pero generando fútbol muy por encima del resultado.

El tanto de Italia ante Gales activó las opciones de Suiza para asaltar la segunda plaza, aunque necesitaba un par de goles más para conseguirlo. Turquía, ahora sí, bajó los brazos ante el empuje de un rival con opciones. La tuvo Zuber y también Embolo, por partida doble. Cakir evitó a continuación el segundo de Seferovic y la cosa pintaba a goleada, esa que el conjunto helvético precisaba. No obstante, el fútbol es totalmente impredecible, como atestiguó el tanto de Kahveci. Suiza pasaba a estar ante una encrucijada: seguir atacando o amarrar el triunfo. Shaqiri respondió rápidamente con su segundo tanto, el 3-1, y Xhaka tuvo el cuarto con una falta al palo, pero al final se impuso la opción conservadora de retener una valiosa victoria que puede suponer el pase a octavos.