La burbuja paralela

Los futbolistas de primer nivel son unos privilegiados, nadie lo duda. A veces, sin embargo, les toca vivir situaciones muy ingratas. No me refiero a las lesiones, que son sin duda el principal gafe de su oficio. Tampoco a que, en ocasiones, sufran largas penas de banquillo o a que queden relegados fuera de las convocatorias y tengan que ver los partidos desde la grada igual que un aficionado. Me refiero a la desagradable sensación de ser usados como marionetas por los clubes o por sus selecciones.

Esto de que te convoquen para una burbuja paralela después de no haberte convocado para la Eurocopa, por ejemplo, me parece algo realmente incómodo. Sobre todo teniendo en cuenta que, en el caso de España, Luis Enrique pudo hacer una convocatoria más numerosa de la que hizo y, en lugar de eso, prefirió quedarse corto en un momento en el que la prudencia invitaba a extremar las precauciones por si sucedía lo que ha terminado sucediendo. Por no hablar de que diera sus bendiciones a esa absurda comida en Torrelodones.

Luis Rubiales aseguró ayer que esta burbuja de repuesto era necesaria pero no quiso extenderse en detalles. «Yo ahí no entro. Imagino que habrán tenido que contactarlos y que alguno estaría fuera o haciendo las maletas», aseguró. Así fue efectivamente. Albiol, Fornals, Carlos Soler, Brais Méndez, Rodrigo y Kepa estaban ya de vacaciones y tuvieron que cambiar rápidamente de planes. Algunos seguro que se apuraron con las prisas. Imaginemos, por ejemplo, lo que hubiera ocurrido si uno de los citados hubiera sido Iker Muniain y recibe la llamada el otro día, justo en el momento de la foto que lleva horas circulando con tanto éxito por las redes sociales. La escena hubiera sido digna de Billy Wilder: el capitán del Athletic apagando a toda prisa el puro en el cenicero, dando el último trago a la botella de Moet&Chandon y luego saliendo hacia Las Rozas a toda pastilla, como Joe y Jerry cuando les perseguían los sicarios de 'Botines' Colombo.

Está por ver si alguno de los integrantes de la burbuja paralela acaba teniendo algún protagonismo en la Euro. Pronto se sabrá. Que por ahora todos los análisis a los jugadores hayan dado negativos no significa demasiado. Ya hemos visto a lo largo de la temporada lo que ha sucedido en muchos equipos tras un primer caso como el de Busquets. La excepción, de hecho, es que sólo haya habido uno. En Suecia, el primer rival de España, ya van dos. Sea como fuere, esta convocatoria de urgencia no deja de oler un poco a chamusquina. Que salvo Albiol todos sean futbolistas jóvenes y ninguno como es lógico quisiera poner en riesgo su futuro en la selección poniendo pegas cuando recibió la llamada imprevista de Molina o Luis Enrique es algo sintomático. Como lo es que Aspas y Nacho, dos futbolistas consagrados cuya ausencia en la convocatoria de España todavía colea, no hayan sido llamados para esta burbuja paralela. ¿Tal vez porque para ellos sí hubiera sido una humillación?

Habrá que ver cómo le van las cosas a La Roja. Por el momento, todo es incertidumbre. De hecho, la situación cambia a cada hora. Pensando en este sexteto de repuesto, sólo queda ser positivos. Es cierto que les han interrumpido las vacaciones, pero se llevarán una prima, han hecho méritos de cara al futuro y volverán a casa vacunados ahora que el Gobierno ha decidido cambiar el protocolo y hacer una excepción con nuestros internacionales. Algo es algo.