Abde lleva a Osasuna a semifinales, en la prórroga, 18 años después

No resulta extraño que la afición de Pamplona sueñe despierta con el proyecto deportivo que lidera Joseba Arrasate en el banquillo asentado en Primera. Mientras incluso oposita a los puestos europeos en la competición liguera, en la Copa del Rey Osasuna ha ido superando rondas lejos de casa hasta lograr su mejor resultado en más de una década. Ante el Sevilla persigue igualar los hitos modernos de las temporadas 2004-05, cuando alcanzó la final por única vez para perderla frente al Betis en el Vicente Calderón, y 2002-03, cuando cayó ante el Recreativo de Huelva en la antesala del partido por el título. Ya antes había disputado las semifinales en 1935, 1936 y 1988.

Todo es ilusión para Osasuna ante un Sevilla que contempla la Copa como la tabla de salvación a una temporada hasta ahora para el olvido. El apurado triunfo liguero contra el Cádiz en el Sánchez-Pizjuán permitió al conjunto hispalense abandonar la zona roja de descenso, pero con los puestos europeos a diez puntos la vía del torneo del KO parece la más adecuada para viajar por el Viejo Continente la próxima campaña y alegrar a la parroquia sevillista con un trofeo que alivie las heridas de los últimos tiempos.

En una noche que promete ser gélida en lo meteorológico en Pamplona, la animosa afición del Sadar pondra el calor. Arrasate tiene las bajas de Nacho Vidal y Rubén Peña, sus dos laterales derechos específicos, por lo que Moncayola apunta a solución de emergencia en esa zona del campo. Con el regreso a la portería de Sergio Herrera, héroe en la tanda de penaltis contra el Betis, el resto del once osasunista será muy reconocible dado el preciado premio en juego.

Por su parte, Jorge Sampaoli no cuenta con Alex Telles, Marcao, Tecatito Corona, Papu Gómez y Fernando, pero podrá alinear al retornado Ocampos tras disputar el argentino los últimos minutos ante el Cádiz como rodaje. El conjunto hispalense no convenció en sus dos victorias por la mínima ante el Alavés y el Cádiz, pero ha recuperado algo de solidez y pretende incidir en su rearme con un regreso a las semifinales de la Copa del Rey dos campañas después.

El explosivo y desequilibrante Ez Abde, cedido por el Barça a Osasuna, clasificó este jueves para las semifinales de Copa al equipo navarro, que 18 años después disputará la eliminatoria previa a la final de esta competición en la que el conjunto rojillo no ha conquistado ningún título pero, tras acabar por penaltis con el vigente campeón en octavos, propinó en la prórroga un durísimo golpe al Sevilla. En un contragolpe demoledor, el extremo hispano-marroquí firmó a la carrera una jugada memorable para Osasuna coronada con un gran gol que vale unas semifinales de Copa, para permitir al equipo de Jagoba Arrasate continuar soñando en el torneo del KO. El Sevilla forzó la prórroga a tan solo un minuto del final del tiempo reglamentario gracias a En-Nesyri tras un tanto del Chimy Ávila, pero en la primera parte del añadido, otro suplente en El Sadar, Abde, exhibió su talento y capacidad de definición para destrozar al equipo de Jorge Sampaoli y elevar a Osasuna.

El prometedor delantero azulgrana de solo 21 años, futuro y presente del fútbol español, fue el encargado de desequilibrar tan disputado e igualado partido, roto por el Chimy Ávila en el tramo final del encuentro, cuando el centrocampista argentino, máximo goleador de Osasuna, abrió el marcador. El Chimy Ávila acertó a la segunda ante la portería defendida por Bono, sustituto al descanso del lesionado Dmitrovic, y sin el argentino ya en el campo, En-Nesyri puso el empate y acalló al Sadar, hasta que Abde devolvió la alegría a los locales y garantizó para Osasuna tan sufrido y celebrado pase a semifinales.

Después de cuatro años y medio sin tener la posibilidad de decidir una eliminatoria copera en su campo, el incansable y valiente Osasuna respondió ante su afición en El Sadar, que padeció pero disfrutó como nunca este curso con la continuidad de su equipo en la Copa y está viviendo una temporada soñada. Con los rojillos cerca de Europa en la Liga, el conjunto de Arrasate continúa vivo en esta competición con todo merecimiento, agarrado a su sacrificio coral, al orden defensivo y, en el caso de este cruce, a la pegada del Chimy Ávila y Ez Abde. El Sevilla, a un punto del descenso, aunque resucitó cuando estaban a punto de cumplirse los seis minutos de tiempo añadido, volvió sin embargo a decepcionar, cuando la Copa era lo único que le quedaba para intentar salvar una temporada tan pésima para Jorge Sampaoli y los suyos.

Abde se convirtió en el inesperado ídolo de Osasuna en tan reñida eliminatoria, cuando todo parecía preparado para encumbrar una vez más al Chimy Ávila. Cuando el argentino abandonó el terreno de juego a falta de diez minutos de los 90 y el Sevilla intentaba aún recuperarse del mazazo, El Sadar se rindió en aplausos ante el Chimy, pero En-Nesyri forzó la prórroga y provocó un sobreesfuerzo más a Osasuna y que Abde se erigiese en héroe. Osasuna vuelve a estar gracias al jugador del Barcelona en unas semifinales coperas que el equipo rojillo no conocía desde 2005, cuando llegó hasta la final que perdió ante el Betis. Sin absolutamente nada que perder, sin sentirse en ningún momento favorito en este cruce de auténtica brega ante el exigido y experimentado Sevilla, Osasuna desprendió, como siempre, entrega máxima, y en esta ocasión también paciencia. Consiguió ponerse arriba en el momento en el que peor lo estaba pasando ante un conjunto hispalense que minutos antes había decidido apretar para adelantarse en el marcador, algo vital en estas eliminatorias a partido único en el que un gol es oro.

El Chimy Ávila ya tuvo una grandísima ocasión para marcar al inicio de la segunda parte, en el minuto 53, pero su remate a bocajarro lo salvó entonces Bono con una milagrosa mano derecha y a partir de ese momento el encuentro siguió por los derroteros de la primera parte. Con los equipos más preocupados por incomodar al rival que por atreverse a buscar el gol, aunque el Sevilla lo intentó con juego y ambición durante el primer cuarto de hora y también, ya por detrás, en los últimos quince minutos del tiempo reglamentario. Y sin cabeza y maniatado por Osasuna, en la prórroga.

Supo leer muy bien el partido Osasuna, consciente de que a este Sevilla con poco fútbol y escasa fe se le podía hacer daño si se le apretaba un poco y se aprovechaban las pocas oportunidades que se le iban a presentar. Y precisamente, poco después de que el Sevilla acariciase también el gol con un disparo envenenado de Lamela al que respondió Sergio Herrera, el Chimy Ávila se revolvió dentro del área y cruzó de forma magnífica. La emoción volvió casi 'in extremis' gracias a En-Nesyri, pero la solidez y el compromiso colectivo de Osasuna regresaron de nuevo a su máximo nivel con el tanto decisivo de Abde.