Tres malagueños se unen a la élite del balonmano al ascender con el Caserío Ciudad Real
Dani Palomeque, Álex Díaz y Víctor Morales lograron el billete para la Asobal el pasado fin de semana y jugarán en la máxima categoría el próximo curso
Catorce años después, Ciudad Real ha regresado a la élite del balonmano español, la Liga Asobal, gracias al Caserío. Lo logró al ganar la liguilla ... de ascenso que celebró en su casa, el Quijote Arena, el pasado fin de semana, ante un espectacular pabellón que rozó los 5.000 espectadores. Toda una fiesta del balonmano y un hito para esta ciudad. Una hazaña de la que formaron parte tres jugadores de nuestra provincia, que el próximo curso formarán parte del selecto grupo de malagueños que pueden enorgullecerse de haber llegado a lo más alto.
Sus nombres son Dani Palomeque, Álex Díaz y Víctor Morales, dos de ellos ya con una leve experiencia en la élite y el tercero, debutante, pero todos con la misma ilusión. El más 'veterano' es Palomeque. Un apellido que a muchos les resultará familiar. Este extremo derecho malagueño de 25 años es una de las perlas de la cantera del Balonmano Málaga, que dio su primer gran paso al fichar por el Trops Málaga con sólo 17 años. Se quedó en el equipo hasta llegar a ser, pese a su juventud, el más longevo en la plantilla y vivió con el equipo su ascenso a la División de Plata. Ahora, celebra otro superior, a Asobal. Aunque, en su caso, no será su debut. «Quise salir de casa el año pasado, aproveché la oferta del Nava (Segovia) y estuve el año pasado con ellos, pero quise salir para buscar más minutos y acabé aquí, en el Caserío, y la verdad es que estoy muy contento», valora.
Esta campaña, sin duda, ha sido redonda para él. «Ha sido una gran temporada, no nos lo creemos. La fase de ascenso en Ciudad Real ha sido increíble y la liga regular no ha sido nada fácil, estuvimos muchos meses imbatibles, pero es muy difícil lo que hemos logrado y con el apoyo de toda la ciudad. Estoy muy contento y preparado para jugar ya en Asobal. Es una categoría muy exigente y más física, pero el equipo está ilusionado», explica. Una profesión que ejerce a la par que estudia Fisioterapia… Y en la UMA, lo que le obliga a realizar un esfuerzo extra: trasladarse a Málaga cada ciertas semanas para cumplir con los exámenes y prácticas.
Quien también sabe lo que es competir en la Asobal, y además con dos equipos, es el joven extremo izquierdo antequerano de 19 años Álex Díaz, quien se enamoró de este deporte al contar con una gran referencia cercana. «Me metí en el balonmano gracias al novio de mi madre, que es Chispi (icónico exjugador y ahora entrenador del Trops Málaga en Plata). Ya desde pequeño recuerdo que íbamos mi madre y yo a verle jugar. A partir de ahí me apunté y me enganché». Debutó en Asobal a los 16 años, con Los Dólmenes. Él era juvenil y escaló al primer equipo supliendo a un lesionado. Aquel año llegó a coincidir en pista con su padrastro, una situación curiosa e inédita: «Debutar con Chispi y que la afición se volcara conmigo al ser un chaval de la casa, fue increíble». Pasó dos temporadas más en el equipo de su tierra, ya en Plata. Pero muy pronto recibió una llamada irrechazable de Asobal, por parte del Ademar León, con el que comenzó la temporada actual.
Cambio de planes
Sin embargo, cuestiones personales le hicieron cambiar de equipo en noviembre, y recaló en el Caserío. «La acogida ha sido excepcional y a nivel deportivo, no ha podido ir mejor la cosa. Han contado mucho conmigo desde el inicio, y la fase final aquí en casa ha sido una pasada. Para crecer, tenía que buscar nuevas experiencias y esta era una buena oportunidad. Ha sido un año complicado pero todo ha salido perfecto al final con el ascenso», reconoce.
Palomeque, de 25 años, y Morales, de 20, han renovado con el Caserío, mientras que Díaz, de 19 aún, jugará en el Valladolid
Eso sí, Díaz, internacional júnior con España y que el próximo año comenzará a estudiar Enfermería, no continuará con el Caserío Ciudad Real, sino que jugará con el potente Recoletas Valladolid, que esta campaña ha sido séptimo, llegando a pelear por los puestos de Europa.
Quien sí seguirá creciendo de la mano del Caserío, además por tercera temporada consecutiva, será Víctor Morales. Este joven central malagueño de 20 años, estudiante de Matemáticas, ha vivido una proyección meteórica al pasar, en tres años, de un equipo de juveniles a la Asobal. Este diamante de la cantera del Balonmano Málaga creció en categorías de formación y nunca llegó hasta el equipo sénior de Primera Nacional, directamente, fue captado por el conjunto de Ciudad Real, en Plata, con 18 años. «Este es el primer equipo sénior en el que estoy así que vine sin expectativas y ha sido impresionante que hayamos conseguido el ascenso. Ya el año pasado estuvimos peleando en los puestos de arriba, y este, la ciudad y el club se han volcado para lograrlo. Siempre he soñado con llegar hasta esta categoría», cuenta, ilusionado. «Todavía no me creo que hayamos ascendido, va a ser mi debut en Asobal». Internacional con las categorías inferiores de España, aún sigue en la nube tras lo conseguido.
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