LeBron vuelve a casa

King James ha optado esta vez por la discreción y ha evitado repetir el número montado hace cuatro años, cuando anunció que abandonaba los Cavaliers para recalar en los Heat de Miami. Aquel 8 de julio de 2010, la ESPN preparó un especial televisivo, al que llamó La Decisión, que tenía como objetivo único que el jugador revelara el equipo en el que iba a militar.

Finalmente, rodeado de tanto artificio, LeBron habló con tono lapidario. «Este otoño voy a llevar mi talento a South Beach y me uniré a Miami Heat», reveló entonces. Con estas pocas palabras se ganó el odio eterno de los aficionados de Cleveland, que quemaron camisetas y repudiaron al que hasta entonces era su dios. Hasta el propietario de la franquicia, Dan Gilbert, le dedicó una carta incendiaria en la que le acusaba de haber protagonizado una puesta en escena que no era más que «un proceso narcisista y de autobombo» y definía su marcha del equipo como «una vergonzosa demostración de egoísmo y traición». Además, el dueño de los Cavaliers afirmaba (con escasas dotes adivinatorias) en su escrito que su entidad ganaría un anillo de campeón antes que los Heat del «antiguamente autoproclamado Rey».

Sólo le ha hecho falta a LeBron una simple frase para convertir la inquina de los hinchas de Cleveland de nuevo en amor inquebrantable. Con un escueto pero esclarecedor «Vuelvo a casa» que daba título a una carta publicada en la página web de la revista Sports Illustrated, El Elegido desvelaba su intención de volver a sus orígenes. El niño de Akron retornaba a su Ohio.

En el texto, para empezar, el cuatro veces MVP de la NBA explicaba que su «relación con el noreste de Ohio» era «más grande que el baloncesto» y ocupaba «un lugar especial» en su corazón. «No me di cuenta de eso hace cuatro años. Ahora lo sé», reconocía a continuación.

Aunque admite que las formas quizás no fueron las correctas, James recordaba que abandonó la franquicia que le eligió como número uno del draft de 2003 porque tenía «una misión». «Estaba buscando títulos, y ganamos dos», contaba. Pero, su meta ha cambiado y ahora pretende es lograr el título para el estado que le vio nacer. «Siempre creí que volvería a Cleveland para finalizar mi carrera aquí. Esto es lo que me hace feliz», desveló King James que, sin embargo, dijo que tuvo que contar con el apoyo de su madre y su mujer para poder olvidar los malos momentos, los reproches y las ofensas que sufrió cuando optó por los Heat. Para resolver sus problemas con Gilbert debió superar primero el rencor y después hablar directamente con el propietario de la franquicia para aclarar las cosas. «Fue duro para mí reconocía-. Mis emociones estaban más mezcladas. Era fácil decir, OK, no quiero volver a tratar con estas personas otra vez. Me he reunido con Dan, cara a cara, de hombre a hombre. Lo hemos hablado. Todo el mundo comete errores. He cometido errores también. ¿Quién soy yo para guardar rencor?».

El empresario, por su parte, mostró su felicidad por el acuerdo alcanzado. «Estoy muy ilusionado por los aficionados y los ciudadanos de Cleveland y de Ohio. Nadie como ellos se merecen a un ganador», escribió en su cuenta de Twitter.

Proceso largo

LeBron vuelve «con más experiencia» a un roster «muy joven» con un nuevo entrenador el extécnico del Maccabi, David Blatt-, y espera lograr grandes éxitos con el equipo, pero aclaraba en su misiva que no estaba «prometiendo campeonatos». «Sé lo difícil que es conseguirlo y no estamos preparados ahora mismo. Quiero ganar el próximo año, pero soy realista. Será un proceso largo», puntualizaba. Eso sí, quería dejar claro su emoción por poder ayudar a jugadores bisoños pero de tanta calidad como Kyrie Irving, Tristan Thompsonand y Dion Waiters y su entusiasmo por reencontrarse con Anderson Varejao, uno de sus «compañeros favoritos».

Pese a que James firmará un contrato que le reportará el máximo de 88 millones de dólares por cuatro años, el alero destacaba que su decisión no se basa en el dinero y que su elección «va más allá del baloncesto». Su apuesta se encamina a devolver a Ohio todo el talento que se pueda y luchar por la comunidad en una zona en la que «nada es regalado, todo es ganado y trabajas por lo que se tiene».

Para cerrar su carta, LeBron volvió al inicio: «Estoy preparado para aceptar el desafío. Vuelvo a casa.