Dusko Ivanovic, destituido como técnico del Baskonia

«El conjunto no ofrece el rendimiento que se presupone a la plantilla ni la actitud de lucha constante que ha caracterizado siempre a este club», comienza la nota pública. Son cuatro derrotas consecutivas en la Euroliga, la menos dolorosa por 18 puntos de ventaja. Tampoco mejora en la ACB, con solo una victoria en las cinco jornadas, y la clasificación para la Copa del Rey cuesta arriba. «Por ello, es obligación de los máximos responsables de la entidad tomar decisiones para variar urgentemente el rumbo y recuperar la competitividad que debe ofrecer este grupo y encender de nuevo la ilusión a una afición que merece verse identificada en sus jugadores».

El club vitoriano entiende que el contexto ha sido desfavorecedor para Ivanovic en el inicio de su duodécima temporada como entrenador del Baskonia. «Las circunstancias de la temporada no han sido fáciles, con la llegada de muchos nuevos componentes, las lesiones de hombres importantes y el poco tiempo de acoplamiento disponible por la compresión del calendario de citas internacionales, con Olimpiadas y Afrobasket, y las fechas de Euroleague y ACB». Pero la directiva esperaba más. «Los resultados no son los esperados y conllevan esta difícil decisión», argumentan.

Una vez explicados los motivos de su despido, la entidad baskonista ha agradecido «de todo corazón a Dusko Ivanovic su trabajo durante todos los años en nuestro banquillo» y ha pasado a recordar todos sus éxitos como entrenador en Vitoria, la ciudad en la que más cómodo se ha sentido desde el inicio de su carrera. «A lo largo de una historia de trabajo conjunto, ha forjado una relación especial de respeto y cariño personal. La figura del preparador montenegrino ha contribuido a forjar la historia de éxito de este club».

Y culmina el comunicado, con diferencia el más extenso de todos los entrenadores que han pasado por el Buesa Arena, con una petición de unidad entre equipo y afición «para retomar el camino del esfuerzo máximo y recuperar el carácter Baskonia». «Se busca una cohesión mayor para obtener el mejor rendimiento de todos y cada uno de los jugadores», por lo que han reiterado en lo «difícil» de la decisión.

Han sido dos semanas muy duras para el Baskonia en las que se ha debatido mucho en el seno del club sobre la continuidad de Dusko Ivanovic. Pero la decisión final se ha comunicado este lunes. La entidad ha trabajado en las últimas horas para buscar un relevo que ayude a reconducir la singladura de un equipo a la deriva, un entrenador capaz de sacar un mejor rendimiento de la actual plantilla y de enderezar el rumbo de un equipo que no está cumpliendo con las expectativas. Todo ello, bajo un manto de abatimiento general tanto en los jugadores como en el propio técnico, que confesó estar atravesando «el peor momento de su carrera». El elegido para esta ardua misión de reflotar el equipo ha sido otro viejo conocido de la afición baskonista: Neven Spahija.

Con menos energía de la habitual, Ivanovic lanzó mensajes en sus últimas comparecencias de prensa de no estar satisfecho con la confección de la plantilla. Habló de actitud, carácter, pero también de «calidad». Sin confianza en jugadores llamados a ser importantes como Baldwin o Enoch y viceversa, la situación ha provocado su dolorosa salida.

La segunda forzada por los resultados en sus tres etapas en el Baskonia, con un total de trece temporadas distintas, siete títulos (3 Copas, 3 Ligas y una Supercopa) y el cariño y reconocimiento unánime de toda la afición. La grada no ha dejado de vitorearle en ningún partido en el Buesa Arena. La ampliación de su contrato por solo una temporada el pasado verano, la buena sintonía que mantiene con Josean Querejeta y el sentido comunicado oficial son factores que hacen entrever que la rescisión ha sido sencilla. Las opciones para encontrar un sustituto de garantías no eran muchas, pero el Baskonia ha buscado dar un cambio radical en el timón con la contratación de Neven Spahija hasta final de temporada.

El técnico croata de 59 años destaca por su manejo del vestuario y cercanía con los jugadores y vivió su mejor etapa como técnico en España. Primero en el Baskonia, donde ganó la Supercopa 2007, la ACB 2008, llegó hasta la Final Four de la Euroliga en Madrid y cayó en semifinales de Copa. Spahija contaba con seguir como azulgrana, pero fue sacrificado ante el acuerdo existente para que Dusko Ivanovic regresara a Vitoria. Trece años después, las tornas han cambiado.