Gema García: «Sé que echaré de menos el baloncesto, pero ahora estoy muy feliz y tranquila»
La base paleña de 37 años se retiró esta semana para comenzar su vida laboral como preparadora y confiesa: «Ya no estaba disfrutando»
Esta semana se ha creado un vacío en el baloncesto malagueño que será muy difícil de llenar. Tras 19 años en la élite, compitiendo en ... la primera y segunda división nacional, habiendo vestido la camiseta española y dejando todo un legado de experiencia, compañerismo, garra y talento a sus espaldas, la mejor jugadora de baloncesto de la provincia de todos los tiempos ha colgado las zapatillas con 37 años. La paleña Gema García ha decidido tomarse un merecido descanso tras toda una vida de éxitos. No cierra la puerta del mundo de la canasta; siempre encontrará la forma de ligarse al deporte que le dio la vida. Sencillamente, entendió que era el momento de comenzar una nueva aventura.
-¿Está organizando ya su nueva vida?
-Bueno, ya tengo curro en una clínica de fisioterapia en Estepona, como readaptadora. Por eso lo he dejado, básicamente.
- En una de las últimas entrevistas en las que hablamos me dijo que estaba opositando, buscando ya su retirada. ¿Cambió de opinión con las oposiciones para profesora?
-No, sigo opositando, pero ha salido también esto readaptando lesiones y de preparación física, así que estoy muy contenta.
-Su primer trabajo oficial más allá del baloncesto, ¿no?
-Sí, porque antes he llevado cosas de preparación física, pero como trabajo, nada. El año pasado, cuando teníamos el día libre de entreno, que eran los miércoles, me iba a Málaga a aprender con Enrique (Salinas) a su clínica y cuando acabé la temporada me iba todas las tardes con él a aprender. Él me ha guiado. También he estado haciendo cursos…
-¿Le costó encontrar trabajo?
- Yo no lo busqué, salió y pensé que no podía dejarlo pasar, porque me iba a retirar igualmente en abril y tenía que tomar ya la decisión. Ya no estaba disfrutando.
-¿Por qué no estaba disfrutando, por molestias físicas?
-Me encuentro muy bien físicamente, podría haber seguido… Pero no estaba disfrutando ahora mismo con el equipo, también se han ido varias jugadoras que precisamente era con las que mejor me llevaba, además de Vero (Matoso)… Salió esta oportunidad de trabajar y pensé que era el momento.
-Después de tantos años sin huecos en su agenda, con tantos entrenamientos, partidos y viajes, ¿qué piensa hacer con el tiempo libre ahora?
-Además de estudiar las oposiciones, dedicaré tiempo a mí, a estar con mi familia y mis amigos.
-Es el momento de recuperar el tiempo perdido…
-¡Totalmente! Yo me he perdido una cantidad de fiestas, de reuniones, de cumpleaños… Yo no he vivido eso. ¿Ganas en otras cosas? Sí, pero también pierdes otras muchas, porque han sido 20 años… Pero ahora, vida nueva. Sé que echaré de menos el baloncesto, pero ahora estoy muy feliz y tranquila. Me he retirado encontrándome bien y sé que podía haber dado un poquito más, pero bueno...
-Muchos deportistas, cuando se retiran, comienzan a hacer las actividades que no pudieron cuando eran deportistas, ¿Usted tiene alguna en mente? ¿Hacer snowboard o esquí, por ejemplo?
-Pues, mire, es algo que nunca he hecho y me encantaría porque para nosotras era imposible. Además el surf me encanta. Yo era buena, pero hace tiempo que no lo hago y quiero retomarlo aunque temo por mi rodilla. Quiero aprovechar y hacer diferentes deportes. El tenis me gusta también.
-De momento estos primeros días serán de adaptación a la nueva vida. ¿Cómo ha recibido la gente la noticia de su retirada? ¿Le llegaron muchos mensajes?
-Buah, no sabe la cantidad de mensajes que he recibido... ¡Qué 'pechá' de llorar! He recibido mensajes hasta de entrenadores que hace tiempo que no sabía nada de ellos, amigas mías, jugadoras... Me hizo mucha ilusión el mensaje de Alba Torrens… Gente de los inicios que se sigue acordando de mí y hace ilusión… No me esperaba todo esto; yo soy de las que piensa que cuanto más desapercibida pase, mejor (ríe). Pero estoy muy contenta y emocionada.
-¿Qué se le pasaba por la cabeza mientras escribía la carta de su retirada? ¿Era consciente?
-La verdad es que no fui consciente de que me estaba retirando hasta que lo hice público. Mi gente lo sabía. A la primera persona que se lo dije fue a Vero. Pero, una vez publiqué la carta, ya dije: «Es que no hay vuelta atrás, me retiro». Cuando das el paso, choca porque es toda una vida. Mis padres vivían al lado del colegio Valle Inclán y yo me tiraba ahí en las pistas de lunes a domingo. Éramos Rai López, José Rojas, Ana Mingorance, Lourdes Gaspar, Belén Alvarezi, Gema Oza… Saltábamos la valla del cole para ir a jugar, nos jugábamos la vida (ríe).
-Allí empezó todo.
-Ya ves. Y antiguamente, ni pabellón ni nada. Aquello era carretera y luego pusieron el asfalto liso.
-¿Y cuándo pasó de ser un juego a ser algo más?
-Un día que estaba con mi hermano Rafa jugando y estaba Ángel Sánchez-Cañete y se fijó en mí para que me apuntara a baloncesto. Le dije que si no se apuntaba mi hermano, no me apuntaba yo.
-Entonces se embarcó en su primer club, el CB El Palo. Allí se formó, pero después fue pasando por otros equipos de Málaga hasta que dio el salto fuera.
- Sí, en El Palo hice las categorías inferiores hasta que me fui a Los Guindos, donde fuimos subcampeonas de España. Después, estuve en el equipo de la UMA con el sénior teniendo yo 14 años.
-¿Con qué edad se fue?
- Con 18 años, al Celta de Vigo. Allí coincidí con el actual seleccionador nacional, Miguel Méndez. De hecho, hace poco me dijo: «¡Qué pena que no te pillé joven siendo yo seleccionador!». «Más pena me da a mí», le respondí (ríe).
-Claro, porque ha llegado a ser internacional en categorías inferiores y absoluta pero en 3x3, pero nunca tocó a su puerta el equipo nacional absoluto…
-Me hubiese encantado, pero hubo bases de mucho nivel. Con las inferiores estuve desde 'mini' hasta sub-20. Fui incluso a dos Europeos cadete y sub-20.
-Ir con la absoluta y ganar algún título serán las dos grandes espinitas en su carrera...
- Sí, hubiese sido el colofón. Y lo del título también. He ganado de todo pero es verdad que título no me ha quedado ninguno. Lo único, el subcampeonato de Europa con el Rivas. También se me ha quedado la espinita de una fase de ascenso a Liga Femenina.
- Imagino que con el Unicaja en la temporada 2019-20, en la que más cerca estuvieron de jugarla…
- Sí, con el Unicaja hubiera sido cumplir el gran objetivo. Ese fue el gran año. Si no hubiese parado todo por la pandemia, podríamos haber llegado a jugar la fase de ascenso.
-Cuando el proyecto del Unicaja femenino de alto nivel se desmoronó, llegó el CAB Estepona pisando fuerte...
-Claro. Yo quería seguir jugando y hacerlo por ascender. Aposté por el CAB Estepona, que estaba haciendo las cosas muy bien.
-Casi 20 años viviendo como profesional de este deporte la han llevado a vivir en primera persona la evolución del baloncesto femenino, ¿Cómo ha sido para usted?
-Cuando empecé no se cotizaba, o si se cotizaba era muy poquito. Ya unos 2 o 3 años después sí empecé a cotizar y ya desde ahí pude decir que viví como profesional.
-¿Veremos un proyecto potente en Málaga que pueda llevar el nombre de la provincia a la élite?
- Ojalá. Yo soy muy positiva y quiero pensar que sí, que el baloncesto de Málaga lo merece. Espero que en un futuro el baloncesto malagueño esté dando caña en la Liga Endesa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión