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Su biblioteca es un reflejo de sus vidas. De los 1.500 volúmenes que la integran, un 85% son títulos de poesía. Ahí están todas ... sus amistades. O, lo que es lo mismo, prácticamente todos los poetas y escritores españoles del siglo pasado. Hay primeras ediciones dedicadas de autores como Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Octavio Paz y Pablo García Baena; y cartas de los nombres más sobresalientes de la literatura contemporánea, de la altura de Luis Cernuda, María Zambrano y Juan Ramón Jiménez. La inmensa colección de libros y documentos personales que durante años atesoraron María Victoria Atencia y Rafael León formará ahora parte de los fondos del Centro Generación del 27 de la Diputación de Málaga.
La junta de gobierno de la institución provincial ha aprobado hoy la donación que consolida a este espacio como «el gran referente de la poesía española del siglo XX», en palabras del presidente de la Diputación, Francisco Salado. La poeta malagueña cumple así con el deseo, expresado hace ya diez años, de entregar su biblioteca y su archivo documental al lugar que lleva su nombre, el Centro Cultural María Victoria Atencia, refugio de la Generación del 27 y la Imprenta Sur a la que estuvo tan unida.
Una primera parte de los fondos se depositarán en breve en un espacio específico e identificado en la Sala General de la Biblioteca del Centro del 27, pero la donación al completo ocupará una estancia propia cuando se acometa la ampliación del edificio, «uno de los proyectos estrella de este mandato», confirma Salado. En estos momentos, según fuentes de la Diputación, se está trabajando en la redacción del proyecto con la intención de que las obras comiencen antes de que finalice esta legislatura.
El material es de un valor «incalculable». «Va a enriquecer los fondos del 27 de una manera absolutamente extraordinaria. Será el mejor sobre esa generación, detrás del que se conserva en la Residencia de Estudiantes», añade José Antonio Mesa Toré, director del Centro del 27. Según consta en el inventario, la mayoría son ediciones publicadas desde finales del XIX hasta nuestros días. «Están especialmente representados la Generación del 98 y el Modernismo, la Generación del 27, la del 50, el grupo Cántico, los Novísimos y las distintas corrientes que se desarrollan a partir de la década del 70 hasta los primeros años del siglo XXI», se detalla.
A esto hay que unir, por supuesto, la poesía completa de María Victoria Atencia y aquellas obras que Rafael León publicaba sobre papel hecho a mano en su propia casa con recortes sobrantes de la Imprenta Sur. Cuadernos «preciosos» de una tirada muy limitada que se han convertido en pequeñas joyas editoriales, como resalta Mesa Toré. Además, más allá de los libros de poesía, la pareja conservaba ediciones históricas del Diccionario de la lengua castellana de la Real Academia Española de los siglos XIX y XX.
El archivo documental, por su parte, está compuesto por una treintena de cajas que contienen miles de documentos, desde cartas a recortes de prensa. La correspondencia da cuenta de la posición que el matrimonio tenía en los círculos literarios, de sus relaciones de amistad y de sus contactos profesionales de alto nivel. «Cualquier investigador tiene aquí una fuente de información fantástica. Son cartas muy interesantes sobre ediciones, procesos literarios y sobre la amistad. Es un fondo muy valioso», afirma Mesa Toré.
Hay intercambio de cartas con poetas en España y también con muchos otros desde el exilio. Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Alfonso Canales, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Pablo García Baena, Francisco Giner de los Ríos, Antonio Gala… La lista de escritores es inabarcable, pero también recibían mensajes de personalidades ajenas al mundo literario, de aristócratas como Cayetana de Alba, artistas como Imperio Argentina y pintores como Eugenio Chicano.
Prueba de la proyección de la obra de María Victoria Atencia es su correspondencia con hispanistas y traductores internacionales interesados en su creación: desde Gerald Brenan al estadounidense Louis Bourne y al portugués José Bento. Además, la reclamaban profesores de universidades americanas como Columbia y Princeton, británicas como St. Andrews e instituciones como The Hispanic Society of America. «Esta donación demuestra una profunda generosidad y un profundo amor a Málaga y a los malagueños», concluye Salado.
A cambio de este gesto de la poeta, la Diputación se compromete a custodiar los bienes, a garantizar su buen estado de conservación y a divulgar su contenido. De momento, cada año se organizará un ciclo anual sobre la obra de María Victoria Atencia.
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